Al dejar el puerto Tinta me di cuenta que mi dolor había acabado. Pero no estabas tú. ¿Cómo es posible que no me duela que me hayas dejado? Así que aunque ya tenía la cura a mis males hice una parada en Dolor para reabastecer mi corazón de pena y tristeza.
Ahora pienso en volver a dar una vuelta a Tinta, creo que un trago con Edgar Allan Poe me vendría bien para mí angustiado corazón.