3. Corazón Roto

A la mañana siguiente me levante con la duda de si ir a clases o no, una parte de mi se entusiasmaba saber si, a Tomas de verdad le interesaba, y la otra parte no sabía cómo reaccionar ante esas situaciones, pues era la primera vez que un chico me veía de esa forma, en casa no tenía a nadie con la suficiente confianza como para pedir un consejo romántico o algo así, además de lo vergonzoso que seria.

Por fin, decidí ir, aunque no muy concentrada entre clases y así continúe hasta el final.

Esa tarde era nublada y había olvidado mi paraguas en casa, así que decidí esperar hasta que la lluvia fuera menos fuerte, mientras esperaba, alguien detrás de mi tomó mi hombro y cuando voltee vi que era Tomas con un paraguas, me vio y dijo:

• ¿Quieres que te lleve a casa? La lluvia parece no tener fin, bueno, al menos no por ahora – yo respondí:
• Está bien, gr -gracias – él sonrió
• Bien, entonces vamos

Mi casa quedaba a 15 minutos de la escuela, pero que me acompañara ese día Tomas, los minutos se hicieron horas, eran demasiado los nervios que sentía

Mis sentimientos a él crecieron demasiado rápido, pero era la primera vez que me ilusionaba, además de ir demasiado juntos para que el único paraguas nos cubriera a ambos, durante 5 minutos caminábamos en silencio, hasta que dijo:

• Sobre lo que dije ayer...es lo que siento, está bien si no quieres corresponderme, pero... quiero que lo sepas.
• Entiendo, también me gustaría conocer más sobre ti Tomas, discúlpame por dejarte ayer de esa manera
• Entonces, hay que salir, para así conocernos mejor ¿Qué te parece?

En ese momento mi cerebro colapso y lo único que dije fue:

• Está bien – en eso llegamos afuera de mi casa
• Gracias por dejarme hasta mi casa - dije con las mejillas coloradas
• No es nada es un placer, vamos mañana a Orbis, a las 5 paso por ti espero y estés lista 

Orbis era un restaurante muy lindo conocido por sus pizzas y su estilo de los 80's, a lo que yo le respondí:

• No te preocupes, te veo en Orbis a las 5 ¿sí?
• Bien entonces, hasta mañana. 

Se despidió con una sonrisa

***

Por fin llego el fin de semana a las 4:30 estaba saliendo de casa para encontrarme con Tomas, llevaba un vestido arriba de las rodillas con mangas cortas que dejaban ver los hombros color rojo, como era de costumbre llegaba 15 o 10 minutos antes.

Antes de llegar al lugar había un callejón cerca del restaurante en el cual me encontré a Tomas, pero no estaba solo, estaba besando a una de las chicas más populares del colegio Alison, una mujer de cabello color dorado, super delgada, y tono bronceado, una mujer a la que no le llegaba ni a los talones.

Me quede helada y con el corazón que casi se salía de mi pecho, era decepción, coraje, tristeza por haber confiado en él, deje la escena y regrese lo más rápido posible a casa

En ese momento solo quería estar sola para poder pensar todo lo que había visto y como por primera vez alguien me había traicionado, la primera vez que alguien me ilusiono y me dejo con el corazón roto. 

Cuando llegue a casa por suerte no había nadie y al cerrar la puerta me desahogue.