Para Dániel
Mi pequeña y fuerte Dániel...
NOTA: En este sobre están las escrituras de la casa en donde vivimos con tu madre, haz lo que te parezca mejor con ese lugar hija.
Cuando me divorcie de tu madre, estabas muy pequeña, pero debiste sufrir mucho, lamento eso hija, pues jamás supiste la razón de nuestro divorcio, aunque sospechabas que le había sido infiel a tu madre o que la había dejado de querer, la verdadera razón por la que me divorcie de tu madre es porque nuestro matrimonio fue arreglado.
Tu madre tenía 17 años cuando la conocí y yo tenía 19, tu madre era hija de una familia pobre y la querían vender a un señor 25 años mayor que ella, mis padres conocían a los padres de Loren, ellos eran extranjeros y trabajaban en la casa de unos de sus amigos, pero nosotros jamás nos habíamos visto.
Cuando mi madre se enteró de que querían vender a tu madre, sintió mucha compasión por ella pues no imaginaba como se sentía esa joven de que la vieran como mercancía, así que junto con mi padre decidieron ayudarla.
Les propusieron que ellos comprarían a Loren, pero ellos al principio se negaban pues querían que su hija no solo la compraran, si no se convirtiera en la esposa de alguien rico y les garantizara una estabilidad a largo plazo, ahí fue cuando mi madre comprendió las intenciones de los padres de Loren, aun así, ella les propuso que se casaría conmigo y que a su hija jamás le faltaría nada, además de que ella los vería cuando ella quisiera, los padres de Loren dudaron, pero al final terminaron aceptando.
Cuando tuve la oportunidad de hablar con Loren, era demasiado tímida y yo muy serio, pero poco a poco fuimos empezando una amistad, una muy linda amistad, me confeso que jamás volvería a ver a sus padres, pues la vendieron como si fuera un costal de papas y que no los perdonaría.
También me dijo que estaba enamorada de un chico que se llamaba Peter y era hijo de los jefes de sus padres y que años después se convertiría en mi jefe, exacto de ese Peter tu madre estaba enamora y siguió enamorada hasta el último soplo de su corazón, pero que jamás hablo con él, era demasiado tímida y pensaba que alguien como el jamás se fijaría en ella.
Le dije que me tuviera confianza que conmigo estaría segura y que podría hacer lo que ella quisiera cuando se casara conmigo.
Nos casamos ella con 18 y yo con 20, ella se sentía muy feliz el día de nuestra boda, pues ella se había casado conmigo, su mejor amigo.
Vivimos juntos por muchos años, entre nosotros nunca hubo amor de pareja o atracción del uno por el otro, tampoco reproche, la conexión que teníamos era de una amistad muy fuerte, una hermandad, así de fuerte era nuestro lazo, le dije que seguía en pie lo de hacer lo que ella quisiera y ella me dijo que quería ser mamá, y que se sentiría orgullosa si fuera con su mejor amigo, un hombre en el que confiaba plenamente y que jamás le fallaría, y así fue como te tuvimos a ti, mi pequeña.
Cuando naciste nos enfocamos en ti, tu madre te apreciaba mucho.
Cuando tenías 5 años eras muy independiente, lista e inteligente, fue cuando tu madre me pidió el divorcio, pues quería que yo fuera feliz y yo también quería que ella lo fuera, que fuera en busca de Peter, del Peter que ella seguía enamorada
Le dije que la apoyaría en todo y si quería que yo me hiciera cargo de ti, pero ella se negó.
Decía que él ya estaba casado y que lo había perdido, que él ya había encontrado a alguien quien amar y que ella era feliz si él era feliz.
Meses después conocí a Antonieta, una mujer muy guapa, de 21 años, pero un poco caprichosa, en cuanto nos empezamos a conocer, le conté que tenía una hija con mi mejor amiga y que lo eran todo para mí, ella dijo que no tenía problema y empezamos a salir y lo demás ya fue historia.
Hija si te escribí esta carta es para que supieras que la vida da muchas vueltas y no sabemos en el momento en el que el tiempo se nos acabó, así que esfuérzate por vivir cada día y que jamás te arrepientas de tus decisiones pues sin ellas no estarías en donde estas.
Si estas leyendo esto lo más seguro es que yo ya este con tu madre disfrutando de su compañía, pues ya extrañaba su sonrisa, la sonrisa de mi mejor amiga, de la mejor amistad que tuve.
Lo siento mucho Dániel por no ser más cariñoso contigo, tu madre sabía que las muestras de afecto no eran mi fuerte, pero, siempre fuiste lo más importante para mí y siempre serás mi niña y lo sabes
Deseo que encuentres a alguien que te ame incondicionalmente y te valore más que a su propia vida, como lo fue tu madre para mí, espero que seas muy feliz, siempre estaremos contigo, mamá y papá.
Te quiero mucho mi Dániel
Con amor tu padre.
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Editado: 29.11.2021