Los relatos de una asesina

Capítulo 3

Narradora 

Rebeca obviamente le había dado mal las indicaciones a Julio, para así poder saciar su extraño, pero nuevo gusto en ver sufrir a las personas sin remordimiento alguno, a pesar de que le agrado el chico, Rebeca vino decidida a matar.
Mientras que Julio seguía sus indicacione, ella aprovecha saca el martillo y le pega en la cabeza dos veces dejandolo en el suelo, el gritando del dolor, mientras que Rebeca disfrutaba su sufrimiento, el pobre chico se retorcía por el terrible dolor, Rebeca le siguió golpeando hasta romperle el cráneo. La chica estaba bañada en sangre, y dice con una cara de asco:-¡Ay!, que asco me ensucie  toda por su culpa-.

Rebeca volvió a su casa para buscar la pala he hizo el mismo procedimiento que con su anterior “Amor” así va ha llamar a sus víctimas, Mientras ella hacía el procedimiento se reía carcajada cada vez que recordaba el sufrimiento de su amada víctima.

Rebeca después de terminar con su reciente “Amor“, volvió a su casa, limpió la pala la puso en su lugar, se quito la ropa, se bañó, se cambió y después cogió el tablero que está en su mesita de noche al lado izquierdo de la cama, ella coge el tablero, agarra un peón negro, y abajo hace el número 2 marcándola así como su otra Víctima.

Rebeca de pronto le entra una profunda tristeza, ella pone el tablero en su lugar, para después acostarse en la cama, mientras poco a poco se le salían las lágrimas de tristeza, ella sin saber el ¿por qué? de la situación, comienza a llorará de manera descontrolada, mientras se pone la mano derecha en el pecho, de pronto llega el recuerdo de sus “Amores” recientes y comienza a reírse a carcajadas mientras se seca las lágrima.

Al día siguiente Rebeca estaba renovada.Ella en la escuela se reencuentra con María.

María: Parece que ya estás mejor.

Rebeca con una ligera sonrisa, se toca el pecho y le responde:- Me siento mucho mejor-.

María sonrió y le dijo:- ¡Me alegro!, bien será mejor que ya entremos al curso-.

En el curso Jefferson, uno de sus compañeros durante tres años consecutivos, y  en cada año qué pasa el se pone cada vez más insoportable o puede que ella quiera usar eso como una excusa para así poder saciarse.

Rebeca y Jefferson siempre están compitiendo por el primer lugar, para ganarse el favor de los maestros o simplemente para presumir que son los mejores de la escuela. Cuando uno de ellos gana el primer lugar en algo, el otro tiene la obligación de felicitarlo, aunque sea con una sonrisa hipócrita, ellos deben de darle ejemplo a los demás estudiantes, demostrando que no siempre se gana y que lo que en realidad importa es divertirse y pasarla bien con sus compañeros…

Pero en este caso Rebeca está dispuesta a TODO contar de ser la mejor.

Ella está decidida a mandar a Jefferson al lugar que el pertenece al “infierno”.

 




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