Erick
Cuando desperté ahí estaba ella con el cabello revuelto y algunos mechones cubriéndole el rostro, su respiración era tranquila, sus labios entreabiertos se veían tan apetecibles que no pude evitar depositar un beso sobre ellos, era un verdadero ángel y era nuestra o por lo menos lo seria.
Busque con la mirada a mis hermanos y ellos están sentados en el sofá hablando en susurros, me levante despacio para no despertar a Elena y me acerque a ellos
—¿Qué creen que pasara ahora? —pregunte curioso, todo era demasiado confuso, después de la noche que pasamos con ella, la sola idea de dejarla me aterraba, el sabor de sus besos era exquisito, sentir sus manos sobre mi piel era una sensación tan excitante y escuchar mi nombre de sus labios era una melodía hermosa, tanto que ni yo como mis hermanos podríamos terminar lo que apenas había iniciado, queríamos mas de ella, mucho más.
—Le diremos que la queremos para nosotros— Ethan sonaba seguro de lo que decía y Elliot solo asintió, la idea de que fuera nuestra me hizo sonreír.
En ese momento Elena se removió en la cama y abrió sus ojos, primero se veía asustada pero cuando su vista dio con nosotros sus mejillas se tornaron rojas de la vergüenza.
—Yooo emm— tartamudeo poniéndose cada vez más roja y se veía hermosa, la risa de Elliot me saco de mis pensamientos.
—No te preocupes Elena, vístete tenemos que hablar—su voz sonó arisca que incomodo aún más a Elena, quería golpearlo por hacer que se sienta incomoda con nosotros. Elena nos observó con confusión mientras que se levantó de la cama cubriéndose con la sabana en total silencio para irse rápidamente al baño a vestirse.
—Que carajos Elliot, no queremos que se asuste y lo primero que haces es hablarle así—Ethan estaba enojado y yo también. Elliot no dijo nada solo tomó asiento y se mantuvo callado.
Cuando Elena salió luego de tomar una ducha estaba incomoda lo notaba, tenía la cabeza agachada y las manos entrelazadas
—Yo no diré nada de lo que ocurrió, así que no se preocupen, estaba borracha y no sabía bien lo que hacía, todo está olvidado—¡QUE! no ella no podía arrepentirse, el terror se apodero de mi cuerpo, quería decir algo pera las palabras se negaban a salir de mis labios.
—Nosotros no lo queremos olvidar Elena— mencionó Elliot más calmado. Elena levantó la mirada algo incrédula por lo dicho por Elliot
—¿No? — pregunto ladeando la cabeza de un lado, y con el desconcierto tiñendo cada parte de su rostro, se mantuvo en silencio mirándonos.
—Escucha Elena— tome un suspiro antes de continuar—Nos gustas y lo que paso anoche solo hizo que te deseáramos más, mucho más.
—Sabemos que te gustamos, o por lo menos te atraemos físicamente si no fuera así no te hubieras acostado con nosotros—Ethan mencionó con un tono coqueto que hizo que Elena abrirá la boca y la cerrará rápidamente.
—No lo negare, me gustan los tres bastante y eso me confunde —el rostro de Elena mostraba confusión y preocupación.
—Y eso está bien para nosotros—dije apresuradamente ante la expresión de su rostro.
—¿Cómo? no les molesta que me gusten los tres al mismo tiempo—dijo un poco cohibida, enserio parecía preocuparle lo que estaba sucediendo
—No, y por eso queremos proponerte algo— mencionó Elliot
—¿Qué propuesta? —Elena nos miraba a los tres
—¿Queremos que seas nuestra novia? de los tres— Ethan respondió. La miramos esperando una respuesta, pero Elena se quedó muda como una estatua no había ninguna expresión en su rostro y eso me preocupo.
—Y que dices, nos gustas te gustamos seríamos solo tuyos y tu serias solo nuestra—dije esperando una respuesta.
Una sonrisa se formó en su hermoso rostro y supe que su respuesta sería lo que tanto quería escuchar, vi la sonrisa de mis hermanos y supe que la tendríamos solo para nosotros.
Y simplemente sonreí.