Elliot
Había pasado 2 días desde que el cadáver de Sofía Montero fue encontrado en aquel callejón, según la policía había sido un asalto.
Y estábamos todos en el cementerio, vestidos de negro en su funeral para despedir a un ser humano hermoso, noble y bondadoso. O eso decía el sacerdote mientras que sus familiares lloraban la muerte de Sofía.
Mis hermanos y yo teníamos mejores cosas que hacer, pero estábamos aquí por Elena.
Al mirarla vi su rostro rojo por las lágrimas que habían salido de sus hermosos ojos, por lo que sabía llevaba poco de conocer a esa chica, a Sofía, pero ella era un poco sensible, así que la muerte de cualquiera persona la ponía mal. Estaba con aquella chica rubia que apenas conocía de echo por lo que se ella apenas llevaba solo un año en Hill Lane, pero saber que Elena había hecho una amistad aquí me gustaba, y quizás debería conocerla más después de todo es la amiga de nuestra chica.
—¿Ese no es Evans? — la pregunta que hizo mi hermano me hizo mirarlo con confusión, y dirigir mi mirada a donde sus ojos estaban, y no se equivocaba ahí estaba Evans.
—Si, es el—afirmo Ethan frunciendo el ceño.
—¿Qué hace aquí?, no sabía que conocía a la chica— me preguntaba lo mismo, pero un llanto nos hizo retirar la mirada de Evans.
—Que dramática— dijo Ethan burlón
—Y que esperabas es su amiga la que está ahí— respondió Erick. Escuchar los sollozos y gritos me daba dolor de cabeza, ya quería largarme del maldito lugar.
Entonces vi como Elena estaba acercándose a nosotros mientras trataba de sonreír, pero sólo pudo hacer una mueca.
—Hola chicos, gracias por estar aquí — su voz sonaba apagada, y no me gustaba verla así.
—Estamos para ti Elena, siempre—respondió Ethan mientras la abrazaba. Elena solo pudo asentir en respuesta
—Quería avisarles que permaneceré unos días con Madison—comento mirándonos a cada uno, quizás buscando nuestra aprobación.
—Si es lo que necesitas por nosotros está bien—dije en respuesta encogiéndome de hombre, si era lo que necesitaba para sentirse mejor yo no lo impediría y mis hermanos solo asintieron de acuerdo conmigo.
—Gracias, los llamaré si— se despidió besando la mejilla a cada uno, dejándome con ganas de más.
—Cuídate, y si necesitas algo solo llama—le dijo Erick mientras Elena asintió con una sonrisa y se alejó lentamente a encontrarse con su amiga.
—Bien, volvamos— dije para salir del cementerio y al dirigirnos al auto nos detuvimos en seco.
Ahí en el estacionamiento estaba Adán Tyler y eso no era lo peor si no que no estaba solo, ella estaba con él.
—¿Qué hace ella aquí? — Pregunto enojado Ethan, sus hombros estaban tensos y tenía la mandíbula apretada.
—¿Porque mierda volvió? —dijo Erick igual de molesto mientas se acercaba a ellos, lo detuve antes de que pudiera avanzar más.
—Eso no importa, no nos importa nada que tenga que ver con ella— dije seguro, aunque quizás era todo lo contrario.
Ella había vuelto, Gabriela estaba de vuelta en Hill Lane.