Narra Madison
Lo veía y no podía creerlo, verla así me destruía el corazón ella se había convertido en mi hermana, ella era la que hacía que todo valga la pena éramos nosotras contra el mundo y verla ahí desecha en esa cama me dolía.
—No puedes seguir así, ya levántate–le quite las sabanas haciendo que ella maldijera.
—No quiero Madi, solo déjame aquí sí– pidió en un susurro, sus ojos habían perdido el brillo que tenía.
—Que te deje aquí, has estado tirada en esa cama todo el fin de semana, no puedes seguir así.
—Yo solo, no lo entiendo, porque me engañaron—murmuró con la voz quebrada.
—Ellos se lo pierden, recuerda tu no los perdiste ellos te perdieron a ti.
—Y porque siento que fui yo la que perdió.
—No perdiste, solo estas confundida con todo lo que ocurre. Recuerda el motivo por el cual estas aquí— al terminar de hablar vi sus ojos rojos por el llanto.
—Tienes razón, ellos la prefirieron a ella, y cada quien vive con las consecuencias de sus decisiones. Y yo decido ser feliz y al parecer me equivoqué, ellos no me darían lo que tanto anhelo—dijo mientras se quitaba las lágrimas de las mejillas y sonreí al verla levantarse.
Eso era lo que quería, quería verla como siempre había sido, fuerte y segura de sí misma
Narra Daniel
El olor a alcohol golpeándome la nariz, botellas tiradas y vidrios rotos y un completo desastre eso fue lo que me encontré al ingresar a la mansión Hamilton.
—¿Qué es todo esto? –avance mientras esquivaba los vidrios que se encontraban en el piso.
—¿Qué quieres Daniel? —Ethan apareció desde las escaleras, su aspecto era horrible, su camiseta tenía una mancha, quizás sea de vino o comida ni siquiera lo sabía.
—¿Que quiero? –esto era imposible–pues nada más que saber que ha pasado con ustedes.
—Estamos bien—Erick mencionó mientras se acostaba en uno de los sofás, en verdad que no los reconocía ellos siempre fueron cuidadosos con su imagen y ahora parecían vagabundos
—Claro are cómo qué les creo— Mencioné sarcástico.
—¿Y dónde está Elena?, no la he visto en días.
—Se fue— respondió sin ganas Elliot
—¿Cómo que se fue, de que hablan? — pregunte intrigado mirándolos y al percatarme de su apariencia estos se veían mal muy mal y eso tenía que ver con Elena, y cuando terminaron de contarme todo lo que ocurrió no podía creerlo.
—Son unos idiotas— dije enojado
—Lo sabemos Daniel...
—NO–exclame furioso–no lo saben, engañar a Elena con Gabriela la misma perra que los traicionó es increíble.
—Sabemos que nos equivocarnos, no es necesario que nos repitas lo que ya sabemos— Ethan estaba perdiendo el control.
—¿Y dónde está ahora?
—Fue con su amiga Madison.
—Por lo menos la tiene a ella–murmure con un peso menos, Elena se había convertido en mi amiga, y saber que tiene a Madison para apoyarla me tranquilizaba
—No sé qué decirles aparte de lo imbéciles que fueron y saben que, ahora no quiero verlos mejor me largo—me levanté y me dirigí hacia la salida
—¿Es enserio Daniel? —pregunto incrédulo Erick
—Tengo tantas ganas de golpearlos al imaginar a Elena triste al ver que los que decían quererla y Protegerla la han lastimado que simplemente me olvidaré que son mis amigos—y me fui de aquel lugar sin dejar que comentaran nada más.
Ellos sabían que habían cometido el peor error de sus vidas al engañar a Elena y eso los destruía lentamente, y presentía que lo que más daño les causaba era que Elena no los perdonaría o quizás sí, pero volver con ellos sería algo que ninguna mujer debería hacer cuando te traicionan.