Continuación capitulo 17

--Rompiste con el legado Adams, así que tu como ella merecen estar muertos, ya conoces las reglas—Mis ojos no podían creer tales palabras de aquel hombre tan frio.

Se acerco a la mujer que estaba atada de manos –Y a tu hija la encontrare y también morirá- me acerque a la mujer y quede a su altura agachada, pues no podía verme, quería desatarla, pero ni siquiera eso podía hacer.

--Padre por favor piénsalo, es de tu nieta de quien hablas—  No hizo caso sumiso a tales rogaciones. El hombre también está atado de manos igual que su esposa.

Empiezo a llorar y me acerco y la abrazo fuerte por la espalda, no dejo de hacerlo, por alguna rara sensación sentía una conexión con ella, me levanto y me alejo unos centímetros para ver como ese hombre tan malo la mataba, quería ver así me doliera, ya estaba al borde del llanto por verla tan vulnerable  y lo único que escucho es que le dice a su esposo –te amo- y aquel hombre con furia le atraviesa su espada filosa en el corazón, y no sé porque de alguna forma lo sentí y pude escuchar al esposo gritar.

--AMARAAAAAAL NOOOOOOOOO!—

Mi corazón duele por aquel puñal, cierro mis ojos y mi grito no se hace esperar.

---- ¡AHHHHHHHHHHHH! DUELEEEE!—Grite agarrándome el corazón, de alguna manera sentí lo que ella.

Estoy tirada en el suelo, con mis ambas manos en el pecho llorando. Escucho que tiran de la puerta de mi habitación.

--Aranzaaa ¿Qué pasa?—me levantan del suelo, y me llevan a mi cama, stef fue en busca de algo pero no se dé que.

Mi padre y mi nana se acercaron, pues mi grito fue tan fuerte que rompí los vidrios de mi espejo de la peinadora y del baño, no había sentido la cortada que me había hecho en mi mano al caer del dolor de aquella visión,.

--Toma acá esta el alcohol- se apresuro stef con una pequeña cajita de botiquín de primeros auxilios. Aun seguía con mis ojos cerrados. El dolor del puñal fue tan fuerte que no sentía nada, solo lloraba por ella.