Los secretos de Arya

Capitulo uno "El equipo A"

Meses después

—ERES UN IDIOTA —Mi voz resuena por toda mi casa

—TÚ LO ERES, ADEMAS DE UNA MAL AGRADECIDA, SOLO PIENSAS EN TI, ME DEJAS DE LADO, SOLO POR UNA MALDITA MENTIRA.

Mi voz se agota, solo veo a Abruey ignoro la presencia de todos.

—Me mentiste, todos lo hicieron, y no irán al infernó solo así como así. Are que sufran antes. —Su mano es lo único que me recuerda que mi vida no es del todo una mierda.

+Presente+

“Él es el desmadre y ella mi conciencia”

—Mamá, te juro que todo saldrá bien, ya somos mayores, Dren vendrá todo los martes sabrá que estoy viva y que Abruey igual, te reportara eso como hijo mayor, y listo.

Su mirada penosa me hace saber que no está segura.

—Tengo miedo de que pase algo en tres meses, sé que es unos viajes que siempre planeamos y que los Brik viene. Sabes que Abruey tiene hermanos, el equipo A esta hija, están, en frente y lo sabes, sé que no te llevas bien con todos solo con Abruey, pero intenta hacer sociales.

—Tomando nota madre, quieres que me junte con más persona del equipo A que solo Abruey.

—Abruey me cae bien, pero necesito que te juntes con personas que aporten más en tu vida que una fiesta.

Comienzan sus locuras.

—Madre, tengo a Abruey para el desmadre y a Drina para todo lo que conlleva una relación de amistad. En si es mi conciencia

Es la verdad, jamás tuve la necesidad de mostrarle la parte de mis problemas a Abruey, es como mi hermano de otra madre, me siento segura con él, pero no a la necesidad de contarle mis problemas.

—No es el problema que no le cuentes tus dramas, él tiene algo.

—Madre todos para ti tiene algo raro, tranquila estaré bien Drina vendrá a casa estos meses, o eso intentara.

—Te amo hija y quiere tu felicidad ante todo.

Me acerco a ella la abrazo y le dijo a su oído

—Soy feliz madre, te amo —Me alejo suavemente —Iré al jardín de invierno a atender a Drina.

Tome mi móvil, el cual está sonando indicando una llama en curso

Atiendo la llamada mientras camino cruzando mi jardín hasta llegar al final del mismo en el jardín de invierno.

—Haloooo —dije mientras camino hacia el jardín

— ¿Siguen en la casa? —Pregunto

—Sí, ella sigue con lo mismo, ahora la nueva, quiere que me junte con todo el equipo “A”. Juro que no la entiendo —respondí una vez colocándome en la silla del mismo

— ¿Quiere que te tras con los hermanos de Abruey?

—Si, después e dijo que tengo que tratarme con más personas que aporten a mi vida, no como Abruey y siguiente a eso me dijo que el tenía algo raro.

—Creo que la indirecta de tu madre es que quiere un yerno.

—Dudo, ella quiere que sea feliz, y todos los hombres de mi vida me han lastimado.

—Tu madre desde que naciste, te ha querido unir a alguno de los Brik, pero bueno el de su lista negra es Abruey, solo por las cosas que dijo de ti y tú lo perdonaste, pero tu madre no.

—Paso hace dos años eso. ¿Crees que lo haya condenado por eso?

—No solo eso, por más que eso, él te humillo, te hizo llorar, amiga soñar que su madre lo quiera.

—Tienes razón, me voy debo hacer unas cosas.

—Vale, nos vemos mi loca

—Nos vemos mujer demente

Corte la llamada guarde el móvil en mi bolsillo y camino saliendo del sitio.

—Hola niña rara —La voz reconocible de Aduel.

—Hola, Daimon Aduel.

—Sabes que no me gusta mi primer nombre y lo dices igual.

—Me alegra la vida verte enojar.

Me mira con seriedad y antes de que comience caminar sonríe levemente.

Daimon Aduel, es el único de su familia que su primer nombre es con otra letra que no sea la “a” es el mayor, no lo veo tanto, porque está estudiando, vive con ellos, pero nunca esta mucho tiempo, si no es estudiando, es trabajando, o en algún otro sitio.

Es el consentido de mis padres ya que es su ahijado, mi hermanos Dean es el ahijado se sus padre.

Ingreso a la cocina de mi hogar, escucho a mis padres hablar, no les tomo demasiada importancia, camino a la nevera a tomar el tarro con frutillas.

Me siento en una de las banquetas que dan a la pequeña, pero practica isla de la misma.

Tomo mi móvil y miro las notificaciones, mientras como las frutillas.

Los murmullos de mis padres más sus pasos, suenan en todo la casa, noto que cada vez se acercan, implica lo básico.

Dejo mi móvil, miro la entrada de la cocina, en la cual en este momento están ingresando, y detrás de ellos viene Daimon.

— ¿Qué sucede ahora?—dije luego de ver lo exaltados que están.

Daimon se sienta en la banqueta vacía a mi lado.

—Llego tu carta a la universidad —dijo sin darle importancia y comenzó a quitarme mis frutillas.

—Consíguete las tuyas —dije mientras le intentaba quitar la que había podido tomar.

—Podría, pero las tuyas están más cerca. 

Tomo una se la coloco en su boca mientras me mira fijamente. Rodeo los ojos y miro a mis padres.

—Toma hija —Mi padre extendió la carta.

Rápidamente y sin dar suspenso, ya que muero por la ansiedad. Abro la misma evito la parte centra hasta que leo lo que si me interesa.

— ¿Y? —La irritante voz de Daimon

Mire a mis padres y me decidí por hablar

—Creo que me moriré. —Tome aire y decidí continuar— Me aceptaron.

No logre reaccionar, en un momento a otro me encontraba siendo tomada por los brazos de Daimon.

—Ya bájame que no quiero lisiarme en verano.

Me bajo y me abrazó fuertemente.

—Sabía que ibas a entrar si yo pude, tu igual.

Si, iré a su universidad pero diferente elección, ya que logre ingresar para comunicación y medios audiovisuales, él está estudiando para ser guionista.

Mire a mis padre, las lágrimas de mi madre y mi padre eran más que evidente.




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