Impaciente


 

16 de enero 2023

Un día antes del inicio de clases.
 

—Esto de ir pasando de curso solo me genera estrés —Gustavo habla mientras recorta los banderines para la danza de la Luna y las estrellas.

Yo sigo escribiendo el en WhatsApp, mi sonrisa ya entumese mis mejillas.

—Pues lo único que sé, es que mientras pasen los años más responsabilidades... —Juanjo bebe de su botella de agua para luego continuar con el pegado de los banderines en una cuerda —. ¡Solo devuelvanme al kinder!

Necesito dejar el celular y hacer mi trabajo, pero no puedo dejar de escribir, es muy adictivo.

—¿Luriel en qué momento haces tu parte del trabajo? —pregunta Juanjo, levanto la vista, pero me llega otra notificación y vuelvo a mi pantalla —¿Podrías dejar el celular por 5 minutos?

—¿Con quién escribes tanto? —pregunta Gustavo girando, buscando en la habitación algo con sus ojos.

—Con una chica —digo encogiendome los hombros.

—¿Qué haces, qué? ¿Estas escribiendo con otra? —Gustavo pregunta ofendido y con los ojos desorbitados.

Juanjo me da un golpe en la cabeza y esto obliga a que suelte el celular y me frote la zona a causa del dolor.

—¡Y tú le crees Gustavo! Es obvio que está escribiendo con Iracema, no ves, hasta solo decimos su nombre y ya sonríe como desquiciado. ¡Luriel deja respirar a la chica!

—¡Ey! Es ella la que me escribe —me quejo —. Yo solo respondo.

—¿Quién te cree? —pregunta burlándose —. ¡Ya pasaron todas las vacaciones juntos! Vas a cansar a tu novia.

—¡No lo digas en voz alta! —hablo nervioso mirando a todos lados.

—¡Ay! Cómo si fuera un secreto —Gustavo también ríe, yo frunzo los labios y miro con odio a mis amigos, les doy unos golpes y comenzamos a jugar a lo puñetazos, como de costumbre.

—¡¿Será que se ponen a trabajar?! —Mikaela, una de las compañeras de Aline pregunta enojada, si no me equivoco, es la presidenta del tercero y encargada de la organización de la comida y bebida.

—¡Sí Mikaela!

Los tres sonreímos y hacemos un mohin que denota nuestra gracia, por sobre todo y que la chica no ha podido ni siquiera "llamarnos bien la atención " por quedar viéndonos un buen rato. En especial a Juanjo.

—Creo que tienes nueva admiradora Juanjo —Gustavo ríe y continúa con su labor.

—Es bonita e inteligente... pero ahora, quiero centrarme en mis estudios, el año pasado fue muy denso, y me di cuenta que para mantenerme con vida, debo seguir siendo listo, o moriré antes de tiempo.

En eso tiene razón Janjo, las cicatriz que nos dejó el año pasado parece nunca terminar de formarse. Hay noches en las que directamente no duermo debido al temor del qué pasará.

A pesar de que bromeamos, reimos o fingimos que la pasamos bien, no es así, en el fondo estamos con los golpes de la realidad exigiéndonos estar alertas, atentos y fuertes.

<<Vivan su vida, por que les pertenece, cuídense los unos a los otros por juntos somos más, y no dejen que las perdidas de hoy arrebaten su futuro>>

Esas fueron las palabras de representante de los originarios quien ofició el nombramiento de Orkias.

Recuerdo que ese día fue horrible para mi, acababa de despertar y me perdí del funeral de Elsa. Aún me duele, por más de que nos hayamos despedido.

—¿Ya te quedas esta noche en el internado? —Me pregunta Juanjo mientras se ensucia los dedos con el pegamento.

—No... —Respondo pintando los banderines que tengo sobre mi pupitre —. Voy a dormir al depto de mamá, y adivina qué, hoy me invitó a merendar a la hora
Lurietarra en el Hard Rock Café.

—¡Carajo! —Gustavo para de cortar el banderin y queda con la expresión de asombro —. Tu madre odia la hora Lurietarra, nunca te lo conciente ¿Será una mala noticia?

—¡Na! —Juanjo ríe y yo pongo lo ojos en blanco.

—No, dudo que sea eso, solo me quiere confirmar que sale con Orkias, ella cree que no lo sé, pero son tan evidentes... cada salida que teníamos, estaba el Orko presente con ella.
 

—¡Wow! ¿El Orko es tu padrastro? —Gustavo en verdad está sorprendido y no entiendo cómo es que él es tan despistado.

—No lo sé... —se encoge de hombros.

—¿Y qué vas a hacer cuando te digan que son novios y que ahora debes decir papastro al Orko? —Juanjo no puede dejar de reír cuando formula la pregunta.

—Fingir sorpresa... luego enojo, pediré algún postre. Quizás me beba dos o tres latas de CocaCola y luego les diré: Ya lo sabia. Y pediré pizza de cena una vez al mes.

—Seños traficante Mafioso le dicen, el negociador —Juanjo se burla poniendo los ojos en blanco y yo no puedo dejar de reír, pero al segundo agarro mi teléfono, abro mis notas y escribo mientras hablo en voz alta.

—El Negociador... lo anotaré para el nombre de alguna novela bien cliché...

Juanjo no disimula la risa, Gustavo y yo lo miramos sin comprender el panorama, hasta que posa su mano sobre mi hombro.

—Perro, déjame pintarte el panorama: Tienes 2 libros en proceso a los que actualizas cada... un mes, con suerte, estarás 13 horas en clases... más una hora de entrenamiento por marca del 7mo, mil proyectos, ahora no hay intercolegial, pero si salidas. ¿Y qué crees? Tienes una "No novia" a la que debes prestar atención, porque si no tu relación será de 8 horas de sueño... es más, me atrevo a decir que si no te organizas tu interacción con Iracema será: Buenos días, amor... buenas noches amor, y pretendes escribir un libro más... cosita...

—¡Puta madre! —Gustavo se queja —. ¡Qué mierda será nuestro año! Pero... yo tengo una solución para Luriel...—Miramos a Gustavo con curiosidad —Nos mudamos de lugar, yo me siento con Jose y tú con Iracema. Fin del drama.

Aunque tengo ganas de decirle que no, y que se aleje de mi prima, la verdad es que me interesa más su oferta.

Me rasco la cara y desordeno mi cabello, ambos ya estaban disfrutando de mi nerviosismo e indecisión.