Fuegos artificiales


 

Quito del agua y rodeo a Thalia con una toalla, se ve cansada, pero aún hay fortaleza en ella.

Anastasia procede en hacer un  camino de sal gruesa, para que Gianti camine sobre él, los pasos son pausados, como deben ser, y a cada paso, los tres repetimos las palabras que Verena menciono debe aparecer en forma de tatuaje.

<<Servus auream >>

Al llegar a la habitación, Anastasia despoja a Thalia de la toalla y la ayuda a sentarse en una silla cargada de pétalos de rosas, menta y Romero. Mientras, yo camino hasta la puerta dejo una vela roja, y otra a los pies de de Thalia.

—Están listas —pregunto mientras rocio a Anastasia con agua de sábila, luego a Thalia y por último a mi.

—Sí... —contestan, así que Procedo a quitarme la ropa que me queda.

Anastasia hace lo mismo. Los tres estamos nerviosos, porque no es lo mismo jugar a ser el amo y el siervo, a representar lo que seremos el resto de nuestras vidas.

Si bien, yo voy a dirigir esta parte del ritual, todo se debe centrar en que nuestra Bruja reciba el placer necesario para alcanzar el primer peldaño de los dones que recibió.

Thalia debe llegar 7 veces, y la 8va vez, debemos ser los tres. Esa es la parte más difícil del juego.

—Abre las piernas —Ordeno a Thalia, y un suspiro cálido se escapa de sus labios, y eso bastó para ponerme como roca.

La chica obedece, y su cuerpo enrojece debido a los nudos que rodean su piel.

—Anastasia... de rodillas ante Thalia, sabes lo que debes hacer.

La rubia, solo me ofrece una risa lasciva y sin críticas se pone de rodillas ante Thalia, yo me pongo tras la silla, sostengo del cuello de la conejita con una mano y con la otra sostengo sus cabellos.

—Vamos a empezar a darle placer, ama, y señora —digo apretando el cuello de Thalia y ese gesto parece elevarla al cielo —. Queremos escucharla gozar.

No debí decir más, Anastasia comenzó a lo suyo, sus manos estaban en la cadera de Thalia, quien se arquea por la intensa satisfacción que siente.

Los suspiros se escapan de sus labios cuando Anastasia se hunde más en ella. Y sé exactamente que hacer para que atraviese la primera barrera, introduzco mi pulgar en su boca, y el quejido es tan gustoso que ya quiero hacer más.

—Esto te va a gustar, conejita —Susurro mientras retiro mi pulgar de su boca y lo llevo hasta la punta de su pecho le doy un pequeño apretón en ese punto y tapo su boca con la otra mano,  cuando su cuerpo comienza a sacudirse —. No te detengas Anastasia, podemos hacer que este sea doble.

Aprieto de nuevo la punta de su pecho y esta vez en vez de tapar su boca rodeo su cuello con la mano, el quejido que sale de ella, solo hace que quiera más, y que quiera sentirla en mi piel pero aun falta para eso.

Logramos que atraviese 2 peldaños, ahora solo faltan 5. Anastasia se levanta, y viene hasta mi, es momento de intercambiar lugares. Para ello, mi aura debe mezclarse con el de Ana, así que, la tomo de la cintura, y sin más la beso, Thalia nos observa con tanto placer, y no lo oculta, pues lleva sus manos a su centro.

—Creo que ella nos quiere ver... —Suelta Anastasia picaramente. Thalia no dice nada, solo gime entre mueve sus dedos en ella, ahora que sabe hacerlo.

—Pues deberíamos complacerla, nuestra Bruja, depende de lo que le demos.

—Se ven muy calientes, en verdad —Thalia habla apenas, y eso me prende.

Vuelvo a besar a Anastasia y me acerco a su oído para susurrarle lo siguiente.

—Espero que lo puedas aguantar.

—Cariem, solo quiero que los tres lo podamos disfrutar.

Cuando dijo eso, solo me dejé llevar, la beso con intensidad, y con mis manos la levanto a la altura de mi cintura, la llevo hasta el escritorio y sin aviso entré en ella.

Los gemidos que vienen de ambas direcciones me enloquecen tanto que debo concentrarme, para no perder el guión.

Anastasia echa su cabeza para atrás, mientras escucha a Thalia gozar por lo que ve. Los gruñidos salen de mi garganta es imposible contenerlo, el extremo placer se apodera de mi cuando escucho a Thalia pedirme que tome los pechos de Ana.

Obedezco, y enloqueco al escucharla llegar de nuevo.

Salgo de Anastasia, pero no sin dejar de besarla, la vuelvo a dejar a lado de Thalia y esta vez soy yo quien se pone de rodillas delante de la chica. Anastasia no duda en besarla, y eso parece llevar a la locura a Gianti, en vez de estar agitada, como esta mañana, ahora solo parece más deseosa, imagino que los dones entregados por las brujas tienen algo que ver.

Anastasia pone de pie a Thalia y la besa pavorosamente, recorriendo su cuerpo con sus manos. Yo, también quiero ser participe de los gemidos de Gianti, así que traigo su cuerpo hasta mi boca.

De tanto en tanto veo a Anastasia besar el cuello de la chica, y acariciar sus pezones con toques suaves.

Thalia comienza a elevar de nuevo sus gemidos, cuando mi lengua comienza a moverse con mayor rapidez y esta vez la chica se sacude tantas veces, que no la suelto hasta que haya cumplido con los 4 orgasmos que faltaban.

El cuerpo de la chica se hace débil, pero aún falta algo más...

—¿Vas a aguantar? —pregunta Anastasia mientras la besa, yo me pongo de pie y voy hasta el labio de Ana, luego de Thalia, convirtiendo nuestro beso en algo exquisito y apetecible.

—Yo solo quiero más de ustedes dos... —habla extasiada, cuando arrojo a ambas en la cama. Y al fin me doy cuenta que las velas estaban flotando, los pétalos de rosas estaba suspendidos en el aire y al rededor nuestro la luz se hacia intensa.

—Pues eso tendrás... —Anuncia Anastasia llevando sus manos en Thalia, pero esta vez, Thalia hace lo mismo.

Anastasia suspira al ritmo de Gianti y yo no sé que hacer de tanta tentación, enloquezco, porque quiero mirar, pero también ser parte, y vaya que me hacen parte cuando las dos me estiran hacia ellas.

Thalia devora mis labios y Anastasia baja a jugar. La verdad es que estoy demasiado duro, esto es una locura, he echo tantas cosas, pero esto, esto es de otro mundo.