Ashley despertó aquella mañana con los intensos dolores en su cuerpo como una prueba de que lo que le había pasado no había sido simplemente un sueño. Las inmensas ganas de llorar se hicieron presentes pero ella no las dejó salir, no podía derrumbarse. Con dificultad se levanto de aquella cama notando de que su hermano ya no estaba acostado a su lado, con una mueca de dolor entro aquel baño para darse una ducha. Bajo como todos los días, como si no pasara nada, como si no hubieran tratado de ultrajar la, era algo que le había enseñado la vida a ella. Jamás dejarse ver derrotada
—Buenos días —dijo una vez que estuvo frente a ellos —, ¿Te has despertado temprano?
Su hermano sólo sonrió forzadamente antes de asentir
—Siéntate a desayunar —le puso el jugo en la mesa su madre
—Lo siento madre —tomo el jugo y se lo bebió en un segundo —, pero ya se me hace tarde para ir al trabajo. Nos vemos después
—¡Pero no has desayunado! —le grito su madre al verla correr hacia la salida
—¡Comeré en el trabajo! —les lanzo un beso con la mano —, los veo más tarde
Salió ignorando el intenso dolor que atravesaba su cuerpo. Cuando estaba llegando al semáforo una mano se posó en su bolso deteniéndola. Ashley rápidamente volteo a ver encontrándose con el Ángel delante de ella que lo miraba serio
—No debería estar aquí —le dijo con voz grave —, deberías estar descansando en tu casa. Lo que viviste ayer no fue un juego
Ella rápidamente apartó su bolso de sus manos ante se contesta
—Lo se, pero no puedo vivir con miedo —le dijo seria —, además tengo que trabajar para mi familia
El Ángel sólo la observo para preguntarse, ¿Por qué había tenido que ir a verla? Aún que la respuesta era clara, no había podido estar tranquilo si no observaba por él mismo que ella estaba en perfecto estado. Que aquel tipo no la hubiera lastimado
En eso escucho el sonido del semáforo que anunciaba que pronto cambiaría a rojo, haciendo que él saliera de su escrutinio
—Debo irme —le hizo saber antes de dar la media vuelta
Ashley camino aquellas calles sabiendo que el Ángel la seguía a una distancia prudente. Azrael la seguía sin perderla de vista, no podía estar tranquilo al dejarla sola y aunque algo por dentro le decía que no debería de importarle lo que ocurriera con ella. ¡Demonios, le importa! Y mucho, tan distraído estaba que chocó con un señor que salía de una cafetería; derramando el café sobre aquel hombre. Solo lo escucho maldecir antes de mirarlo de mal manera
—¿A caso eres idiota? —le dijo aquel hombre tirando el vaso en el suelo —, ¿No viste que estaba saliendo? Me has derramado el café encima. ¿Ahora cómo iré a trabajar? Tengo toda mi camisa manchada de café
Con cada palabra se acercaba a el tratando de intimidar lo pero para Azrael solo lo miraba confundido
—Una disculpa —dijo la voz de Ashley —, no fue a propósito. Si gusta yo puedo pagarle la tintorería
Aquel hombre solo soltó una maldición antes de levantar su mano para pegarle, pero antes de que aquella mano la tocara Azrael se la tomó doblando la
—Personas como tú no merecen estar en este mundo —le dijo mientras aquel hombre gritaba de dolor —. Pero no vivirás mucho
—Basta, suelta lo —ordeno Ashley —. ¡He dicho que lo sueltes!
Azrael lo hizo, ella se disculpó antes de jalarlo por su camisa alejándolo de todos las personas. Una vez que estuvieron lejos ella lo miró
—¿Me puedes decir por qué hiciste eso? —pregunto enojada —. No, más bien ¿Por qué ahora pueden verte y chocar contigo?
—Por ahora no estoy llevando mi uniforme
—¿Uniforme? —pregunto confundida —. ¿Qué, a caso ser Ángel de la muerte es un empleo?
Dijo con una risa sarcástica
—Mi trabajo es recolectar las almas y la ropa que utilizó ayudan a que los humanos no me vean —se señalo —, con la vestimenta de esta época puedo pasar por un humano común como tu
Ella solo negó para empezar a caminar a lo que él la siguió
—¿Por qué me estás siguiendo? —le pregunto justo antes de detenerse
—Yo…
—Sabes que no me interesa saberlo
Continuó su paso hasta llegar a las instalaciones de Armateck para empezar sus jornadas normales, espero encontrarse a Darío pero al parecer no se presentó a lo que Ashley agradeció. Estaban a mitad de jornada cuando los ejecutivos se reunieron para hablar con los trabajadores
—Presten atención —hablo el vicepresidente —, como ya viene es sabido Armateck no esta pasando por una buena racha se había pateando despedir a la mitad del personal de cada área
Las exclamaciones y las quejas no se hicieron esperara
—¡Silencio! —grito el vicepresidente —. Si me dejen terminar les explicare, como les decía se había tomado esa decisión pero ha surgido unos cambios. La empresa《Red Corporation》 decidió invertir en Armateck evitando el despido de cientos de personas
Los gritos de júbilo y chiflidos no se hicieron esperara, la alegría desbordaba por cada rostro
—Ahora les presento a la presidenta de Red Corporation y la nueva presidenta de Armateck. La señorita Kira Red
Con paso firme apareció aquella mujer infundada en un traje de dos piezas de color rojo, un corsé negro junto con unos hermosos tacones de aguja del mismo color dejando su larga cabellera caer por sus hombros. Cuando Ashley la vio dejándola
Flashback
Mientras corría entre la gente chocó con una mujer
—Lo siento... —dijo al momento que alzo su vista y se vieron directamente a los ojos
—Fíjate —dijo aquella mujer con la mirada dura
Fin del flashback
《Era ella》Se dijo Ashley mientras aquella mujer observaba a todos con seriedad
—Antes que todo quiero dejar en claro —hablo seria —, las cosas en esta empresa cambiara apartar de mañana
Sonrió, Ashley sintió un escalofrío recorrer su piel
—Por ahora pueden volver a trabajar —dijo antes de posar su vista en Ashley —. ¡Tu!