(Alejandro)
Marina les cuenta lo de la apuesta y se quedan viéndola, luego voltean y miran a su madre.
-Sabes que madre, aquí no podrás decir que hacemos trampa, Erika y yo le entramos con diez mil- dice Mario.
-sabes que no te dejare ganarme hermanito mayor!!- le contesta Marina
-ni yo tampoco, verdad chicos?, yo tengo 5 mil que dicen que gano yo. – interviene Antonio
-bueno, nosotros no tenemos dinero, pero apoyamos a Tony, pues vamos con él en su auto. – dice Héctor con el asentimiento de su hermano Daniel.
-bien , cubiertos los 15 mil, más dinero para mi bolsa. Sonríe Marina.
-a ver que están diciendo?- interviene Don Héctor, el padre de Marina
-hay papa, pues que tenemos una apuesta en una carrera, 10 mil por coche, el ganador se lo lleva todo, aunque ya no sé cómo estaban las apuestas, además de que hay un bono a quien llegue sin multas, pero creo que el bono ya no será.
-olvida la apuesta anterior, son 10 mil por auto, el ganador se lo lleva todo y sin bono. –le digo sonriendo,
-que mal a mí me faltan 5 mil.- dice Antonio o Tony como le dicen sus hermanos menores, estos últimos se abrazan y comienzan a conversar en privado para después decir:
-nosotros te prestamos los 5 mil que faltan, pero si ganas, nos toca el 10% a cada uno de las ganancias.
-OK.- responde Antonio.
-esto pasa por dejarles ver toda la saga de Rápidos y Furiosos a cada rato- comenta su padre, a lo que todos nos tiramos a la carcajada.
-solo deben tener cuidado y no provocar un accidente como el de hace un rato- intervino su madre sonriendo
-Ea, saldremos en orden según llegamos hasta que no salga el primero, el siguiente no puede encender el auto, será hasta la hacienda y pararemos a comer en el paradero, ahí será igual la salida.- Les repito
- no se vale, Mario y Erika llegaron primero que yo.- se queja Antonio
-pero Marina llego primero que todos, será la primera, le seguiré yo, luego Iván, Mario y por ultimo tú, lo lamento cuñado. Le digo a Antonio palmeándole el hombro
-CUÑADO? – preguntan todos los hermanos a la vez
-Acaso ya es oficial Mar? – pregunta Mario, viendo a su novia Erika.
-es un decir, aun no es oficial, es más aun no lo hemos hablado correctamente,. Les contesta Marina, por lo que la veo con suspicacia
-Ah! Valla, que bien.- dice Antonio.
-mejor guarden las armas, que si le dicen algo o lo espantan, madre no impedirá que les tire los dientes a los cuatro.- la escucho advertir a sus cuatro hermanos llevándose las manos a la cintura.
-Mar, la vez anterior, tú eras muy joven para tener novio . – le dice Mario
-No era mi novio, era un compañero de equipo y por su culpa, nadie quiso trabajar conmigo, por lo que termine como la rara y huraña de la secundaria. – le contesta Marina
-Ok, ya entendimos, el baboso ese no era tu novio, pero este, si quiere serlo y para ello tendrá que pasar por el control parental primero y después el nuestro, o no padre? – Interviene Antonio muy serio
-A mí no me metan en sus líos, y tampoco a su madre. – contesta el hombre
-bueno, al parecer solo resta pasar el control de los cuñados, así que, qué tal si lo hacemos más tarde en la hacienda? – les sonrió a los cuatro mientras abrazo a Marina, desde atrás pasando mis brazos por su cintura y besando su cabeza.
-Alejandro!!! – grita Marina ladeando la cabeza para verme
-déjalos, solo quieren saber si en realidad te quiero- le digo girándola entre mis brazos y dándole un beso en la frente.
-es a mí a la que debes convencer de eso, no a ellos- me dice poniendo un lindo y pequeño puchero. Se ve encantadora por lo que me rio
- lo sé, pero a ellos, eso no los convence. – le contesto sonriente mientras la beso pero esta vez en la pinta de la nariz.
-pues te lo digo, es conmigo con la que compartirás la cama, si esto avanza y no con ellos, por lo tanto, es a mí a quien debes vencer no a ellos. – dijo Marina seriamente.
Abrí mucho los ojos al escucharla, y al ver a sus hermanos y a sus padres, noto la cara de total sorpresa que tienen. Por lo que solo puedo mirarla a los ojos y responderle.