(Marina)
Salimos del estacionamiento y tomamos la carretera, hasta llegar a la hacienda, todos estábamos cansados, pero debíamos tener cuidado, condujimos por más de dos horas, Alejandro me alcanzo y hasta lo deje pasar, cosa rara en mí, ya que no me gusta perder; más cuando estamos a solo unos minutos de la desviación que nos llevara a la hacienda, acelero y lo paso, y sigo acelerando para que no me alcance, si quiere ganarme tendrá que ser de otra manera.
-pues en algún momento tendrás que ceder un poco, o nunca tendremos pareja, y mira que a mi si me gusta Alejandro, y más ese cuerpo tan fuerte y ardiente que tiene. No se tu pero a mi si me gustaría compartir nuestra cama con él.
-pero mira nada más que serás caliente, no es nuestra cama, es mi cama, tu solo eres una conciencia y bastante molesta, no me ayudas en nada, en cuanto a estas habilidades que tengo pero si estas lista para criticarme, lo bueno es que yo soy la que está al control de MI cuerpo, porque de llegar a ser tú, seriamos más casquivanas y ligeras, que Mesalina.
-pero que aburrida eres, yo soy tu conciencia, y si estuviera en control, no seriamos una mujer de la vida galante, pero eso sí, tendríamos más interacción social con los hombres.
-Podrías callarte, debo concentrarme para no tener un accidente.
Tomo la desviación con una maniobra digna de una película, debido a la velocidad a la que conduzco y sigo, a los 20 minutos, entro por el arco frontal de la hacienda, frenando frente a la entrada, Alicia sale a recibirnos.
-Niña Marina, creí que llegarían temprano, pero hace un rato recibí la llamada del Sr. Amílcar, diciendo algo de un accidente en la carretera, están todos bien? Todo está listo para ustedes, creo que querrán refrescarse después de un día tan caluroso.
-Gracias Alicia, si yo necesito un baño, en cuanto lleguen todos.
Sacamos del auto las cosas que traemos, en realidad son muy pocas, ya que tanto Aytana como yo, tenemos ropa permanente aquí, y la bolsa de viaje de alma, viene en el auto de Iván.
Nos sentamos en la terraza delantera, cuando Alicia nos trae una jarra de limonada bien fría, y varios vasos con hielo, y vemos por el camino la llegada de un auto, seguido de otros tres.
Alma saca su celular y se prepara para tomar fotos.
-Un registro fotográfico evitara discusiones sobre quien llego en qué lugar; la pondré en ráfaga para que tome 5 fotos seguidas, en cuanto el primero llegue al arco. – nos dice
Y así lo hizo, Alejandro paso el arco primero, a los pocos segundos lo pasa Mario quien traía detrás muy pegado al a Iván, y unos cien metros por detrás llegaba Antonio.
Los vemos bajar de los autos y sacar sus cosas de las cajuelas, y mientras Alma va por su bolsa de viaje al auto de Iván, veo que Tony no está de buen humor, y patea el neumático delantero de su auto, por lo que me levanto del sillón y lo observo, Tony va a la cajuela y comienza a sacar sus cosas lo mismo hacen Héctor y Daniel, cuando llegan a la terraza me atrevo a preguntar
-Tony, que fue eso? Porque la patada?
-es el auto, en el taller dijeron que estaba bien, pero tanto Mario como Iván me pasaron, si no habría sido el tercero- me responde
-Si vi que de pronto fuiste más lento, que paso?- le pregunto Iván
-el auto hizo un sonido extraño y comenzó a perder potencia, y ya no pude acelerar para alcanzarlos. – le responde Tony
-si quieres lo podemos revisar, no soy mecánico, pero no perdemos nada con intentar- ofrece Alejandro viendo a Omar que asiente con la cabeza
-sería bueno, aunque creo que tendrán que remolcarlo. – contesta desanimado Tony
Vemos llegar a mis padres en su coche y detrás de ellos viene Mateo con Abá, los dejamos llegar y les ofrecemos limonada, misma que aceptan, Alicia sale con dos chicos de la casa para llevarse las bolsas de viaje de mis padres y de Abá.
-Y bien quién gano? – pregunto Abá
-tienes que preguntarlo?- le contesto
-No, claro que no Nena, yo sabía que ganarías. – dice abrazándome