Los Secretos de Marina

Cap 67 "El reino ha crecido."

 

(Alía)

 

Dejamos Lorena en paz y regresamos a casa, a media tarde estoy en el castillo de mi padre, Erik está preocupado al igual que Melina, al parecer creían que había caído prisionera.

 

-Aladar gracias por tu ayuda y tu protección, tus acciones han evitado un gran sufrimiento a nuestro pueblo; ahora tú y los guardias pueden descansar, esperemos que la paz vuelva a nuestro reino y no seamos amenazados nuevamente.

 

Ya está anocheciendo y veo como Aladar y los guardianes vuelven al centro de la tierra por la boca del volcán, descansen guardianes míos, vuelvan a su sueño dentro del volcán donde estarán seguros de la maldad humana.

 

Voy al antiguo palacio excavado en la montaña donde están resguardados mis padres y mis hermanas por un gran número de ciudadanos en su forma de dragón, esperando la orden de atacar; todos me ven y se inclinan ante mí al pasar; llego hasta el salón familiar y encuentro a mi padre sentado leyendo a mi madre y mis hermanas una bella historia de los tiempos en que la magia abundaba y no solo quedaban los dragones.

-Alía, has vuelto!!!- dice Darisa, al verme

-Hola pequeña como estas?

-bien, todos estamos bien, los guerreros dragón están listos para la batalla, padre ya se ha despedido solo espera el momento de partir.

-pues ya no será necesario, y ahora el gran Reino de Drakonia posee dos provincias más.

-pero como has logrado eso? – pregunta mi padre.

-sé que no te gusta madre, pero he tenido que ser cruel la pasada noche y todo lo que lleva el día, a fin de evitar más muertes de las que esta nueva traición y esta guerra no deseada, han provocado.

-lo comprendo hija, mas debes recordar que una reina cruel, nunca es amada por su pueblo, y si nuestro pueblo ama a tu padre es porque nunca ha sido cruel. – dijo mi madre

-lo se madre, por eso decidí que era mucho mejor un golpe de fuerza implacable que una larga y sangrienta guerra.

-que fue exactamente lo que hiciste Alía? - pregunta mi padre

-envié a Aladar al prado de Ambros, en donde se encontraban treinta y cinco mil hombres de los reinos de Alsacia y Lorena, como entenderás estaban ya muy cerca de este castillo, Aladar y sus guardias, no tomaron prisioneros; en cuanto a los nueves hombres infiltrados uno era un espía y los otros ocho eran asesinos que tenían órdenes de asesinarnos mientras dormíamos, a fin de que no viéramos el nuevo día; ellos fueron ejecutados en la hoguera por el mismo Aladar; en cuanto a los tres gobernadores traidores de Betania, Ketarra y Ovidenia, se ejecutó la sentencia de muerte que pendía de sus cabezas desde hace dieciséis años, los decapitaron. En cuanto a los reinos de Alsacia y Lorena, fui con Aladar y los guardianes hasta ellos y con una demostración de poder y fuerza, hice declinar a los reyes Roland y Marcus, quienes se quedan como gobernadores en ambas provincias, mas habrá que enviar a varios consejeros a fin de que las cosas se hagan como lo dicta las leyes de Drakonia.

-entonces ya no hay guerra? – pregunta mi hermana Brisa

-no querida Brisa, ya no hay guerra, todo el imperio esta en paz y solo habrá que visitar las provincias para la ceremonia de juramento pero antes enviare a los emisarios, para que preparen todo. Ahora es tiempo de volver al castillo, ya todo es seguro.

-has tomado grandes riesgos hija, pero has demostrado que serás una gran reina. Mas tú y yo debemos hablar más tarde lo sabes verdad?

-si padre, lo sé.

 

Mis padres salen del antiguo castillo seguidos por mí y por mis hermanas y mi padre declara a los guerreros dragón.

-queridos hijos de la tierra, el fuego, el viento y el hielo, la paz ha sido restaurada, esta noche podremos dormir en paz nuevamente. – los dragones rugieron y lanzaron exhalaciones de fuego unos y de hielo otros y comenzaron a cambiar a su forma humana, para gritar.

 

“Salve el rey Drako, salve la reina Hipólita, salve la princesa Alía, larga vida a todos”

 

Llegamos al castillo blanco y mi padre me llama.

 

-Alía, acompáñame a los jardines.

-si padre. – respondo y caminamos hacia los jardines.

-Alía, sé que es mentira lo de tu matrimonio por juramento, pero veo que estas dispuesta a casarte sin amor, con tal de cumplir con las exigencias del consejo, pero no debes hacerlo, no así, obligada; anoche te dije que yo obligue a tu madre al matrimonio, sabía que ella no me amaba, pero cuando la vi llegar como ofrenda al sacrificio la vi tan joven y hermosa que no pude devorarla; me había enamorado de una humana con solo haberla visto; quería mantenerla a mi lado, protegerla y hacerla feliz; fue por eso que ofrecí acabar con los tributos en sacrificio si ella se casaba conmigo, y aun si no aceptaba, ella solo debía quedarse a mi lado; pero la verdad es que la prefería como mi reina a como mi sierva.




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