Los Secretos de Marina

Cap. 74 "Segundo día del torneo."

 

(Marina)

 

Voy a mi habitación y los demás se fueron al salón del torneo, las chicas preparan el baño, y mientras estoy aseándome, ellas preparan la armadura, cuando salgo del baño, comienzo a vestirme, poniéndome mi ropa interior y esta vez llevare medias de seda, lo que hará que mis piernas brillen, tras ponerme el top deportivo Victoria me da una crema con aroma a Gardenias que tiene un poco de polvo de oro, por lo que mi piel brillara en algunas partes, como si me aplicara glitter; veo que Alma me pasa el corset de piel, el cual me coloco y Aytana lo sujeta apretándolo muy bien, después me pasan el short de piel con la sobrefalda, y me lo pongo asegurándome de que el corset no se salga de la cinturilla de la falda.

 

Me coloco las botas, bien sujetas y me siento para maquillarme, mientras Aytana va a bañarse, Alma me peina, comenzando dividiendo mi cabellera en dos para hacer dos trenzas francesas bien pegadas al cráneo, y al llegar al centro de mi coronilla, convertirlas en una sola trenza, la cual continuo, hacia abajo ya no tan pegada, todo lo largo de mi cabellera, al terminarla la amarro y comenzó la colocación de los abalorios.

 

Victoria le fue pasando los pequeños dragones que Alma ponía a lo largo de las trenzas para terminar con la banda o corona de bronce que hacía que mi cabello no llegara a mi cara si se soltaba. Por ultimo las garras en mis dedos y estoy lista. Veo salir a Aytana con su armadura parecida a la mía y Victoria se va a bañar, mientras Alma comienza a dar los últimos toques, como un poco de brillo en mi cabello espolvoreando un poco de gliter dorado al ponerlo sobre su mano y soplándolo sobre mi cabello.

 

Alma comienza toma sus cosas y va a bañarse en cuanto Victoria sale, y termina de arreglarse, Aytana prepara mi capa, y Victoria las armas en sus cajas para exhibirlas. Alma termina de arreglarse con solo unos minutos antes de que llamen a mi puerta para avisar que es hora de ir al salón de combates.

 

Nos ponemos nuestras capas, y nos dirigimos al salón donde se llevaran a cabo los combates, y veo que mi lugar ahora está al principio del semicírculo que rodea el tatami, y ahora detrás de mí sitial hay tres bancas con tres mesitas, supongo que las mesitas son para mis armas y la bancas para mis guardianas. En las gradas exactamente sobre el lugar en donde me encuentro esta mi familia, y en el lugar de honor está el Maestro Kurosawa como debe ser acompañado de todos los demás maestros. Comenzaran los combates por lo que uno de los maestros saca un nombre de la tómbola, y después saca otro, por lo que pasaron al centro del tatami, uno de los maestros seria el réferi, así que esperamos a que diera comienzo el combate.

 

Por alguna razón mi nombre no salió hasta casi concluidos los combates, cuando al fin salió, me toco pelear con Paolo Sanito, de Rio de Janeiro, Brasil. El especialista en capoeira. Una técnica muy rítmica de pelea, pero muy veloz, así que me mentalice, ya todos sabían que por lo general espero a que me ataquen y solo defiendo hasta encontrarlos cansados, pero hoy no será así, hoy atacare primero, lo lamento Frank Dux, pero tus records del round más rápido y el knock-out más rápido serán superados.

 

Entro en el tatami y me coloco en el centro, saludo al Maestro Kurosawa y al réferi, también a mi contrincante, y cuando va a comenzar el combate asumo la posición de la mantis en oración, a lo que Paolo está comenzando con sus evoluciones para tomar velocidad, y es ahí cuando ataco, salto dando un medio giro y lo ataco desde arriba con un golpe de puño, directamente a su rostro, consiguiendo que cayera al suelo totalmente fuera de combate, termino el giro cayendo tras él y ahí me quedo, declaran a Paolo Santino fuera de combate y el réferi me levanta la mano como ganadora, cuando salgo del tatami, anuncian, que el knock out fue realizado en 12 segundos y que el round duro solo 12 segundos, los más rápidos de todo el torneo hasta el momento.

 

Regreso a mi sitial, esta vez tomo mi capa y la pongo sobre mis hombros y vuelvo a sentarme, al hacerlo tanto el americano Frank Dux como el inglés Peter Nigthingale, que han pasado a la siguiente ronda están aplaudiendo, y yo les agradezco con una inclinación de cabeza. Cuatro combates más y terminan las eliminatorias del día; ya solo quedamos cuarenta participantes.

 

Dejo mi sitial y me dirijo a mi familia, y les anuncio.

-Es momento de que aprendan un poco de respeto, es hora de la práctica de armas, y esta vez lo haremos como enseñanza, quedo claro. – las chicas asienten y me siguen; mi madre y el resto de la familia salen para ver la práctica, como los demás competidores saben que algo pasara también salen pero se quedan en las terrazas.




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