Cap 82 "La Isla."

(Marina)

Hacemos el viaje desde Kioto hasta Tokio, en donde nos esperaba el avión, Abá ya tenía listo el pasaporte de Yukio, como lo hizo no lo sé, pero lo logro.

Llevamos a cabo la revisión de aduanas y el paso de los pasaportes, nos permiten abordar el avión y nos acomodamos en nuestros asientos, yo tomo uno en la ventana y Alejandro se sienta a mi lado, por lo que me recargo en su brazo.

-estas bien? Necesitas comer algo o dormir?

-estoy bien cariño, solo quiero estar a tu lado y entre tus brazos. – él me sonríe y abre el brazo para que me acomode sobre su pecho y me rodea con su brazo izquierdo.

El vuelo nos llevara al menos nueve horas, para llegar desde Japón hasta el mar Egeo, como vamos contra el sol, vamos contra reloj, y al llegar será de día aun; la isla de Mikonos, no tiene aeropuerto por lo que llegaremos al aeropuerto de Athenas, y de ahí nos irán a recoger en dos helicópteros H-60 americanos reconvertidos, casi iguales al Marine Uno, que usa el presidente americano para su transporte pero sin el escudo americano y con el sello de Drakonia.

Tras otras dos horas de vuelo en helicóptero, veo la isla bajo nosotros a la luz del sol poniente, es increíble, y muy bella. Veo que hay vehículos en la isla pero no muchos, por lo que veo a Abá

-Vehículos, porque?

-en la isla son autosuficientes en muchas cosas pero es necesario transportar las herramientas y cosas que se traen por barco al puerto en la bahía, por eso los camiones, y no creerás que para trasladarnos usaríamos carretas verdad? Solo son unos cuantos no muchos, los necesarios para hacer las cosas más rápidas y fáciles, aquí casi todo se hace en carretas, carros o a caballo. – me responde Abá

-que carretas y carros no son lo mismo? – pregunta Alma

-no las carretas son de cuatro ruedas y los carros son carros de batalla de dos ruedas ambas jaladas por caballos de tiro o de guerra.

-mmm chicas creo que aquí podremos hacer con mayor amplitud nuestro entrenamiento de guerreras amazonas. –les digo

-pero aquí no están nuestros caballos!!!- dice Victoria

-pero hay muchos caballos para escoger, aquí podrán elegir caballos para entrenar y luchar, los que están en México podrán viajar después. – nos dice Aytana

-creí que venias a descansar y a que te vieran los médicos de la isla? –dice Alejandro muy serio.

-y así será, también pasare más tiempo contigo, no quiero que pienses que te cambio por una espada y un caballo. – voy hasta él y lo abrazo, para después darle un beso

-mmm, eso casi pasa por mi mente. – me dice

Llegamos al complejo que se supone es la casa de la familia real, aunque los únicos que han estado aquí antes son mis padres, mis hermanos y yo es la primera vez que venimos a la isla, por lo que seguimos a mi madre.

-Buenas Tardes Majestad, es un honor tenerla de vuela aquí. – dice una mujer que no conozco

-gracias, Claudia, ya era momento de traer a toda la familia.

-todos son sus hijos majestad?

-no, claro que no. Pero todos son ciudadanos Drakonianos.

-lo entiendo

-hijos, ella es Claudia, la jefa de las doncellas de la casa imperial y ama de llaves, si necesitan algo deben hablar con ella.

-si madre. – respondemos mis hermanos y yo.

-Mariana, no dijiste que traerías a extraños al palacio.

-Madre, ya conoces a mis hijos, chicos den un paso al frente y saluden a su abuela.

-Buenas tardes abuela Aría. – decimos a la vez mis hermanos y yo.

-tu eres mi nieta Marina, y quienes son todas ellas?

-Abuela Aría, ellas son mis amigas Alma, Victoria y Yukio, a Aytana ya la debes de conocer pues la enviaste para que fuera mi guardaespaldas; y ella es Erika, la novia de Mario. – le respondo

-y quiénes son esos hombres

-abuela, ellos son Iván el novio de Victoria, Omar primo de Alejandro y Alejandro mi novio.

-y a ti quien te ha dado autorización para tener novio, acaso no te dijo tu madre que eres una candidata al reto, no puedes tener novio ni marido, las candidatas deben ser mujeres vírgenes.