CAPITULO 15 “Tomando decisiones”

            El periodo termino y marco la llegada del momento del examen, Marina lo contesto y al terminar lo entrego por lo que se retiró del aula,  se despidió de las chicas con un gesto y salió de la universidad 20 minutos antes, por lo que se dirigió al centro cultural, ella sabía que debía dejar las clases de danza pero no lo había hecho definitivamente, pues quería acomodar sus horarios, pero se dio cuenta de que no podría seguir corriendo de un lado para otro.

            Al entrar al centro cultural se dirigió a la oficina de admisiones para hablar con la encargada.

-Buenas tardes Señora Rosario, necesito hablar con usted.

-Buenas tardes Marina, que es lo que se te ofrece, en que te puedo ayudar?

- Con mucha pena, pero debo darme de baja de las clases de danza, sé que insistí mucho en que me admitieran pero es que ya mis tiempos en la universidad y mis obligaciones en el gimnasio, el dojo, y pronto en el despacho no tendré tiempo para practicar mucho menos para las presentaciones y no quiero fallar en ellas; por lo que es mejor dejar mi lugar a alguien que en verdad pueda apoyar al grupo.

-Marina, ya te habías tardado en hablar conmigo, sé que tus días están cada vez más ocupados, hable con tu madre hace casi una semana, al parecer lo consultaste con ella, pero no hay problema, eres uno de los miembros más antiguos del grupo, llevas 8 años aquí y es de comprender que con tus estudios tengas menos tiempo; no te preocupes estoy feliz por ti con que sigas adelante con tu vida, que hayas disfrutado de nuestro tiempo juntas, yo lo disfrute, además te llevas la experiencia de enfrentarte al público así que no habrá problemas  con que lo hagas en el futuro.

-Gracias señora Rosario, le agradezco su comprensión, y la experiencia que me ha dado con el grupo de danza, fue usted muy amable conmigo-

- suerte con lo siguiente en tu vida y presta atención a todo, y aprende no sabes cuándo te servirá el conocimiento.

-gracias por el consejo, me retiro sé que está ocupada.

            Marina salió del centro cultural y tomo un taxi, que la llevo al edificio donde estaban las oficinas de su padrino, al entrar se dirigió directamente a la secretaria de su padrino sin anunciarse con la recepcionista

-Hola Olivia, como estas hoy?

-Hola marina, que haces aquí niña, quieres ver al licenciado? Esta con un cliente pero sé que te recibirá, pero si es urgente?

-No déjalo, puedo esperar, por otro el otro día te deje una lista de países para los que necesito visa de viaje, y lo del pasaporte que me has averiguado de eso?

-no te preocupes, conseguí todos los papeles, y solo necesito que me firmes estas solicitudes, el licenciado me dio órdenes sobre esto, son la solicitud de pasaporte y las solicitudes de las visas, tengo a uno de los asociados que se encargara de llevarlas y hacer los trámites, ya solo me dirán cuando son las citas para que te presentes.

- y cuanto costaran las visas? No me lo has dicho

-ya te dije que tu padrino me dio órdenes y ya está pagado todo.

            La puerta del despacho se abrió  y salieron unos hombres seguidos por el licenciado Amílcar López Tijerina, quien al ver a Marina sonrió y fue hasta ella

-Mi niña, que haces aquí, tienes algún problema?

- No Abá, solo pase a verte, pero estas muy ocupado

- Para nada entra a mi oficina ahora te alcanzo.

-ok, te espero ahí.

-Ustedes perdonaran pero es mi ahijada, permitan que los acompañe- se disculpó el viejo abogado con los clientes

- No se preocupe, es una mujer muy bonita, esperemos que haya oportunidad de ser presentados-

-Les pido perdón por eso Señores Dumont, ella está estudiando derecho así que trabajara aquí a media jornada en cuanto podamos organizarlo, así que es posible que la vuelvan a ver-

-Estudia derecho? Pues qué edad tiene, se ve muy joven?- pregunto uno de los hermanos Dumont

-tiene 18 años, cumplirá 19 el próximo enero, y es una verdadera joya-

-no lo dudo, en verdad!- comento el otro hermano Dumont

Segundos después los dejaba en el ascensor mientras este cerraba sus puertas para llevarlos al vestíbulo, el dio la vuelta para regresar a su oficina.

-Olivia, podrías traernos unos refrescos y unos sándwiches por favor- dijo al pasar frente a su secretaria.