Los secretos de Nova.

CAPÍTULO 59.

Melancolía.

BRAYDEN's POV.

Beta salta de las piernas de Nova que intentaba apartar la cabeza de Zeus asomado entre los asientos generando sus estornudos.

-¡Quítame a tu maldito perro o lo lanzo a la carretera!

-No -respondo aguantado la risa.

-No quiero verte llorar cuando tu pulgoso se pierda en la playa y se lo coma un tiburón.

Ya no podía resistir, me río de lo absurdo que sonó eso.

-Si sobrevivió a Edipo podrá con cualquier animal -Le digo.

-Quiero verlo cuando se lo dé a una tribu de chinos hambrientos.

Abro la ventanilla y así distraer a Zeus que deja su saliva al viento.

Tomo la mano de la hermosa chica a mi lado que no aparta la mirada del teléfono. De vez en cuando mis ojos se desvían a su pecho y a la piel blanquecina de sus piernas, lleva solo un short y la parte de arriba de su bikini azul que casi no la cubre.

No paro de imaginarme momento así, tampoco de recordarla haciendo que el corazón se me disparé.

Regreso a la realidad aparcando el auto en el gran portón.

Olor a primavera se percibe en el aire y los vendedores de flores ambulantes exhiben bellezas, pero ninguna como las rosas rojas por las que pago cada que vengo acá.

Evitar pensar en ella fue inevitable, a fin de cuenta, la abuela tenía razón: Nova es igual que esa hermosa flor.

Hermosa, pero cubierta por espinas que la hacía sentir protegida ante todo mal.

Saludo a Rubén, el guardia.

-Me alegra volverlo a ver señor Brayden.

Me limito a sonreír a pesar del lugar tan deprimente en donde me encuentro. Beta y yo nos movemos por el camino rocoso.

Llegue hasta Jorge, él siempre me indicaba que Nova estaba cerca, tome una rosa del ramo y se la entregué, lastimosamente no puedo ver su expresión por lo que seguí mi camino.

Ahí estaba, igual de hermosa como siempre.

-Hoy fui al parque, otra vez no viniste.

Una vez más, no recibí respuesta.

Me hubiese gustado no ido ese día, no haberla dejado sola, me hubiese gustado que ella no terminara así.

Nova Thompson Preston.

26-10-2002 / 17-06-2020

Me arrodille frente a la lápida colocando el ramo de rosas en el jarrón. Admire cada centímetro de la foto que le puso su madre.

Beta saltó de mis brazos rápidamente para acostarse con su dueña.

Ese día volví a chocar el auto después que la madre de Nova me llamara llorando, rogando de que regresara.

Al principio no entendí nada, solo me basto con escuchar una pequeña frase:

-¡Su mejor amigo le disparó!

Quede en blanco.

Frene en seco provocando que el carro que venia detrás impactó contra mi. El estrepito hizo que chocara la cabeza contra el volante y me esforcé todo lo posible por no perder el conocimiento.

Esas palabras me obligaron a comprobar que fue imaginación mía.

¿Cómo era posible si hasta hace un segundo estaba con ella?

Los dos hombres salieron del auto a quejarse y reclamarme, pero al verme salir se quedaron quietos.

-Chico, estas sangrando.

Recuerdo haber visto borroso, que cabeza me daba vuelta pero con las pocas fuerzas que me quedaban volví a la casa de Nova.

Mientras mas me acercaba se escuchaban gritos desgarrador, la puerta estaba abierta y tendida en el suelo estaba la señora Liz abrazando a su hija.

No escuchaba los gritos ni las peticiones de Liz.

Me quede viendo la sangre saliendo de Nova hasta que llegó la ambulancia seguido de la policía. Por lo que supe luego, un vecino había llamado a emergencia.

¿Por que no lo hice yo?

Había quedado en shock.

Tenia a Nova agonizando frente a mi y no moví un dedo.

Hasta el día de hoy tengo pesadilla.

Tiempo después me entere que el auto que choque era de la policía y que siempre estuvo vigilándome por petición de Nova.

Belmont High no tardó en enterarse, miles de rumores rondaron y todos ofensivos a su memoria.

Nova Thompson había muerto.

Un chisme que tuve que corroborar por mi actitud.

Lo admito, no hice esfuerzo alguno en ocultar mi dolor. No verla en la escuela, no tocarla, no besarla, no espiarla, no bailar con ella me apagó.

Por un tiempo rompí la promesa que le había hecho pues la única forma en la que podía hablarle y sentirla es teniéndola a cinco metros bajo tierra y regalándole rosas.

Por lo general me quedaba hasta dos horas hablando con ella, recordando todas las veces en la que lograba hacerla sonreír. Jamás me quedaba sin historias; siempre sonreía sin darse cuenta, aun cuando se hacia la difícil e intentaba ocultarlo. Eso me parecía lo más bello de ella.

Cinco años han pasado y aún la sigo esperando sentado en aquel árbol con la boba ilusión de verla.

Y con la partida de la abuela Nora tres años después comprendí que nunca se supera la muerte de un ser querido, simplemente se aprende a vivir con el dolor.

Ahora más que nunca entendía su mirada, sus ojos tristes y apagados. Cuando evitaba a Debrah, ahí estaba; cuando miraba a Nayet llegar, ahí estaba; cuando su teléfono timbraba con la notificación de las historias de Megan, ahí estaba; cuando arrestaron a Rafa, ahí estaba; cuando esquivaba las preguntas ahí estaba, ahí estaba la melancolía.

A Nova Thompson la asesinaron por revelar los secretos que guardaba; secretos que volvieron a la ciudad mas segura con las pruebas que ayudaron a capturar a los maleantes. Exponiendo ante la policía las pesadillas que vio y fue participe derrumbando la carrera política de alguien que se creía intocable.

Eso hubiera querido ella, y lo logró. Nova logró su objetivo.

Nova Thompson no era un ángel, y muchos la recordaran como la villana, jamás sabrán su sacrificio, pero sin duda alguna, los que la conocimos no olvidaremos a la chica que a nuestras espaldas siempre nos protegió.



#22143 en Novela romántica
#14110 en Otros
#2077 en Humor

En el texto hay: romance, secretos, drama

Editado: 27.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.