0.7 Doble Juego
En el juego de la vida siempre hacemos de fiscales, repartimos las culpas, nunca jamás nos declaramos culpables: el destino, las coincidencias, las influencias, “¡el engañoso corazón que nunca juega a nuestro favor!”…
Sin embargo; ¿de veras somos tan ajenos a la catástrofe?
¡¡No señores!! Ese que “nos engaña” no es tan buen maleante, sus crímenes dejan siempre un rastro, pequeños síntomas que te gritan, que te avisan… y tú decides deliberadamente ignorarles.
Los Síntomas de aquella noche:
- Disimuladas sonrisas compartidas
- Tus esporádicos intentos por no verme aunque tu sonrisa cuenta que sigues mis reacciones.
- Mis intentos también por esconder que todo el tiempo te veo
- Tus intentos de chistes cuando por algo que no eres tú te me acerco
- El aura de secreta complicidad que nos une en esta dinámica que me mantiene cerca y lejos mientras tú observas y yo me desenvuelvo en este teatro para todos menos para ti; porque en mi caso “soy tu público aunque estoy en el escenario”.
- La forma cautelosa en la que al final te me acercas
- Tu pose de macho alfa que me hace reír para mis adentros: hombros cuadrados, pecho erguido, increíblemente recto, dedos apretados, rostro serio
- Tu bien pensada justificación para hablarme, ¡¡la misma puerta que dejé entreabierta por si te acercabas y la tocabas de nuevo!!
- Mi fingida cara de derrota por “mi plan no logrado” cuando sé que fue justo lo contrario
- Tu ofrecimiento de “héroe” mientras de paso encuentras la justificación perfecta para intercambiar contactos.
- La despedida… bueno…esa no la recuerdo!!! Pero si lo sensación que se quedó tras ella…
Doble juego: yo apuesto mi cariño; mi corazón se arriesga a escalar más alto…