A veces vuelves envuelto en una brisa fugaz que me eleva hacia un cielo con techo, empatándose por un momento los trozos de nuestro tiempo.
yo tiemblo, temerosa y feliz al mismo tiempo… temiendo que te alejes de nuevo, temiendo caer una vez más sin remedio… escogiendo las palabras: ¿qué decir? ¿Qué hacer? ¿Qué no hacer para que no se esfume mi sueño?.
Me visto de sencillez, de amiga simple que no esconde deseos, a la que no le afectan tus pausas y silencios..., espero con dedos cruzados a que no te asustes, a que no te vayas… Esfuerzos frustrados, porque al final vuelves a desaparecer sin motivos ni respuesta, como un sueño sin cabeza que irremediablemente se me escapa de las manos dejando gravada una pregunta a su paso:
— ¿Sería cierto lo que creí tocar o sólo fue un espejismo en medio de mi ufana realidad?