Los Siete

PREFACIO

*** - ¡Vampiros! ¡Vienen los vampiros!

- ¡Corran!

Me levante apresuradamente, tras escuchar los gritos que provenían desde las afueras de nuestro pequeño hogar.

Mi madre entro a mi habitación rápidamente dando un portazo, me tomo entre sus brazos y comenzó a girar por todo el lugar; sentía como su corazón palpitaba, como queriendo escapar de su pecho.

BA-DUMG

BA-DUMG

Conmigo aun en sus brazos y con todas las fuerzas que tenia, movió un estante lleno de libros que se encontraba en el recibidor de la casa, detrás de este un enorme agujero, oscuro, allí sin mas me coloco en el frió suelo.

- Contén la respiración y no salgas en ningún momento. ¿Entendiste?

No sabia que estaba sucediendo.

- ¡Evanía, respóndeme! - Tomo mi mentón fuerte.

- S-si... - Mis palabras temblaban, al igual que las manos de mi madre.

Ella asintió con la mirada cubierta en lagrimas.

- ¿Madre? - Agacho la mirada. - ¿Que sucede? ¿Donde esta papá?

- No te muevas.

Se puso de pie y coloco nuevamente el estante en su lugar, solo una mínima rendija me daba la ultima vista de ella.

- Los sagrados vienen para acá. Ocultala. ¡Rápido! - Escuche la gruesa vos de mi padre.

- ¡Essien estas herido! - Reacciono mi madre alarmada.

- ¿Papí?

- Cállate Evanía. - Observe el ojo de mi madre por la rendija. - Lo siento, mi pequeña princesa, por favor vive. - Se alejo.

- ¡Mamá! - Grite.

Un estrépito se escucho dentro de aquel lugar...

- ¿Que quieres? - Pregunto mi madre.

- Solo vine a resolver la metida de pata del Rey...

- ¿Como te atreves tú y los demás a traicionar a su Rey? - Pregunta mi padre.

- ¿Como te atreves tu Essien a manchar el nombre de los Sangre pura con este tipo de errores?

Sabia que debía mantener los ojos cerrados y no mirar lo que afuera de este agujero sucedía, tapaba mi boca con ambas manos y contenía la respiración pero mirar fue mi único error...

Aquel ser, se acerco deliberadamente a mi padre, y directamente arranco su corazón sin piedad; mi madre soltó un grito ahogado ante la escena.

- ¡Essien! Nooo...

Esta criatura se acerco en un parpadeo a mi madre y la tomo por el cuello...

- ¿Donde esta?

- No se de que hablas. - Espeto mi madre.

Levanto a mi madre a centímetros del suelo y la lanzo contra el estante que cubría mi escondite.

- Tenemos a todos y cada uno de aquellos que son fieles a tu adorado tormento Arya, así que tarde o temprano la encontrare, ella no puede estar muy lejos, ademas de que no puede pasar desapercibida. - Le sonrió.

- Primero muerta antes que decirte...

- Si así lo quieres.

Se acerco a mi madre quien intentaba levantarse del suelo, se agacho a ella y dejo a la vista sus colmillos. Un escalofríos recorrió mi cuerpo. Tomo a mi madre nuevamente y penetro sin piedad su cuello, bebiendo toda la sangre que había en ella, hasta morir.

No podía reaccionar. Estaba paralizada.

-¿Que haces? - Una vos femenina descubrió la escena.

- Ahora eh descubierto porque Essian arriesgo todo por esta Cazadora, es inevitablemente deliciosa.

- ¡Basta! ¿Donde esta la mocosa?

Él levanto la vista y sus ojos observaron los míos haciéndome retroceder de inmediato.

- No muy lejos, querida... ***

Reaccione rápidamente de mi trance...

 

Esos dos ojos siempre están presentes, aparecen innumerables veces ante mi, ardientes pero fríos ojos rojos.

Esa expresión en los ojos de un solo ser, que atormenta mi pasado y mi presente también. Esos ojos rojos exactamente iguales a los míos, cuando sale lo peor de mi, llenos de sed de sangre. ~




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