Los Sueños Del Bufón

Despertando De La Pesadilla

En realidad, jamás hubo regreso alguno de Octavio, aquella fantasía solo fue un sueño de Lucar al caer inconsciente en medio de la función, cuando se encontraba suspendido en el aire simplemente se dejó caer, como si realmente sintiera que a nadie le importara, ¿que pasaría si muriera y nadie me recordara? La muerte es algo lo cual se les otorga a pocos, el ser recordados cuando no hay materia es sin duda algo hermoso, mientras que Lucar es trasladado, Ruelas y Griselda a su lado lloraban en la ambulancia tomando ambas manos del menor, quien fue llevado a tratar de inmediato al hospital, parando la función mientras que muchos otros se rumoreaban en el circo

— Yo vi que estaba mal puesta la cortina — yo vi que tenía polvo pica pica, — tontos, solo se dejó caer como cualquier patético payaso — sonríe alardean té el traga espadas por lo que en ese momento es golpeado por Jeison — ¿qué te... — calla al ver que era este — no vuelvas a hablar de ese modo de Lucar, ¿está claro? — sí señor — se coloca de pie yendo hacia la salida, mientras que Annie tomaba la mano de Jeison — estará bien — resalta con pena la joven — no te preocupes amor, ¿vale? — le toma de los hombros con ganas de querer besarle, pero es detenido por él, saliendo del lugar, mirando a la mujer como quedaba sin remordimiento alguno de lo ocurrido, puesto que se habían ido dos de los grandes, Octavio y Lucar quienes eran aquellos que llenaban de alegría aquel circo el cual se comenzó a teñir de un tenue tono sepia —

— Aquella arpía fue capaz de hacerte algo como esto — sollozaba Ruelas al tomar la mano del menor besando esta mientras que se veía una lagrima escurrir de la mejilla de Lucar — no podemos darle todo el crédito a Julio, no sé si viste a la mujer tras los vestidores, la aparente a prometida de Jeison, desde que llegó no le agrado Lucar en lo más mini ...

— no busquen culpables... — susurra Lucar estando en estado cataléptico — simplemente quiero estar con mi papá ~ — las jóvenes callaron al escuchar las palabras de Lucar, quedando perplejas — papá... — sin más, el trayecto se llenó de una tenue aura pesada de soledad, dolor, llanto y desespero

— Esperó que aun tenga signos vitales — Alucard revisa a Lucar mientras que él le toma de la mano ladeando con la cabeza que no — aun no tienes permitido morir, tu padre está luchando por salir de donde esta para volver contigo — comienza a tomar sus signos vitales comenzando a sanarle —

Al pasar de las horas Lucar estaba despertando con dificultad, pero grata sorpresa que se llevaría al abrir los ojos, sino que encontrándose a su padre que sostenía su mano, al igual que Lucar tenía bata medica — mi niño, pero que te han hecho — besa la mano del joven quien solo da un grato respiro, sollozando para lo que al fin dice con una voz pesada y áspera — no eres real ... — Octavio mira sorprendido a Lucar, tomando sus manos posándolas sobre de su pecho — estas en un error, mira me bien Lucar — presiona sus manos con recelo y desespero — no puedes dejarte vencer Lucar, entiende aun te necesito para salir de este mal que me comenzó a atormentar desde hacía unos cuantos días, sólo permite me sanar para volver a cuidarte — besa sus manos — por favor... — Lucar mantenía su mirar perdido a lo que sin querer voltea a ver a Octavio — no eres real... — deja la mano del menor en su abdomen — sé que te cuesta creerlo, pero ahora estaré al pendiente para que vuelvas a creer que soy real, como siempre lo he sido a tu lado mi amado niño ... — besa su frente por lo que Bonifacio entra por Octavio, —

— vámonos, cuando este mejor podrás venir a visitarlo — resalta aquel hombre con su gruesa voz tomando a Octavio de los hombros — vamos, sabes que no puedes estar desconectado tanto tiempo, volvamos y cuando Lucar se sienta mejor juró que te lo traeré hasta tu habitación, pero ten en cuenta de cómo así tu no quieres perder a Lucar, yo no te quiero perder — Bonifacio toma el mentón de Octavio a lo que le hace que le vea a los ojos — muerto no nos sirves de mucho, vivo aun puedo gozar de tu compañía — posa sus labios con ternura sobre de los de Octavio — (aún tenemos más por gozar, no lo debes de olvidar mi amado...)

Al pasar de las horas Lucar había despertado viendo que no había alguien más en la habitación que Alucard, quién yacía revisando su expediente — ¿cómo te sientes? — Lucar evade la mirada viendo hacia la ventana, pensando en su padre — (sabía que no eras real... ¿porque no me llevas contigo papá?) — cierra sus ojos a la vez que toca su frente — a este paso serás dado de alta en unas horas, por cierto — se sienta a su costado — hay un par de mujeres las cuales están fuera esperando por ti, ¿quieres verlas? — el joven ladea con la cabeza que no por lo que Alucard se coloca de pie acariciando la cabeza de este — está bien



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En el texto hay: tristeza y dolor, trio amoroso, tristezas

Editado: 19.04.2018

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