El ritual de la espada.
Una vez más, un rayito de Sol tempranero lo despertó al tocar su cara, y sintiéndose completamente repuesto, se levantó y repitió su diario ritual de revisar su escaso equipaje en los bolsillos, mientras bebía agua miraba su reflejo en el río todavía dudando de lo que le había contado la Estrella Solitaria; ¡Todavía dudando de si en realidad había sucedido! Ya listo y con todo en su lugar, continuó su camino hacia aquellas lejanas montañas, y mientras caminaba iba pensando.
-¿Así que les dicen los Montes Lunares, por qué será? Creo que al llegar lo sabré, además estoy en Fíria el mundo de las historias olvidadas donde el hubiera si existe; ¡Vaya, que imaginación! Ni a mí se me había ocurrido pensar en un mundo así donde me creciera el pelo y mis heridas se sanaran. –tocando su cabello rubio y largo, exclamó: -¡Exacto! Siempre quise tenerlo así de largo. –y esbozando su acostumbrada media sonrisa continuó su camino. -Así que en Fíria puedo ser y tener lo que siempre quise ser y tener, mmm; ¿Como por ejemplo qué? ¡Ah sí! Siempre quise ser un caballero medieval con espada, escudo, capa, y… ¡Matar dragones, diablos! Matar dragones mejor no, me conformo con la espada, el escudo y la capa, lo de los dragones mejor lo olvido.
-Y; ¿Cómo obtendré mi equipo de caballero, acaso aparecerán por ahí o tendré que vencer a algún guardián que los protege? ¡Diablos! Recuerdo que en Final Fantasy (1). La mayoría de las armas poderosas y artículos mágicos eran custodiados por feroces guardianes, tal vez se aparezcan ante mis ojos tal y como apareció éste mundo y hasta éste universo.
Pensaba en esto mientras recordaba las constelaciones desconocidas que había visto en el cielo la noche anterior.
-Aunque tal vez no esté tan perdido y solo esté viendo el cielo nocturno desde otro ángulo, y sea el mismo universo o hasta la misma galaxia, tal vez este planeta sea Marte o Venus y tal vez alguna de esas estrellas sea mi Sol.
Y así, caminando y sonriendo divertido por sus mismos pensamientos, avanzaba atento a cualquier evento o sonido extraño en su entorno y allá, en las todavía lejanas montañas divisó un reflejo metálico cual brillo de una estrella, que parecía hacer un movimiento giratorio e ir hacia algún lugar cercano a su posición, detuvo sus pasos al ver aquella luz que se aproximaba, en unos cuantos segundos, la luz cruzó la distancia que lo separaba de las montañas, y girando cayó en el piso a unos cuantos metros de él, levantando una nube de polvo que al disiparse dejó ver la figura de una espada que cayó ensartada, como bloqueando el paso a su destino entre él y las montañas, pero no tuvo miedo, solo un poco de asombro por la espectacular aparición de aquella espada, que después de pensarlo unos segundos estaba seguro era para él, se acercó confiado e intentó tomarla pero no pudo, la espada se desvanecía como si fuera de humo, su mano la atravesaba translúcida como si fuera un holograma, intentó tocar la parte del filo y tampoco lo cortó.
-¿Qué extraño? Parece tan real y a la vez parece no existir.
Y sin más se sentó en loto para pensar, a los pocos minutos su característica media sonrisa apareció, mientras recordaba a otras espadas que había visto en las caricaturas de la televisión, y las diferentes espadas de los videojuegos que jugaba, se pasó largo rato tratando de recordar todas las claves y trucos, con los que resolvió gran cantidad de juegos de video que había jugado durante toda su vida, intentó escarbando la arena, hizo como que se iba y la ignoraba, ocultándose para ver si la espada lo seguía o tenía alguna reacción, pero nada, simplemente ahí se quedaba, estática y silenciosa sin dar pistas o señales de vida.
-¡Eso es! La espada debe de tener un acertijo, una trampa o un requisito para obtenerla, como en la leyenda de Zelda (2) o la serie de Final Fantasy.
En una de sus simulaciones de ida en otro punto cardinal con respecto a la espada, se alejó un poco más porque encontró un árbol de naranjas, o al menos parecían naranjas normales, cortó algunas y regresó al sitio donde estaba la espada, se sentó en frente de ella y observó los detalles de su labrado en busca de alguna pista, y descubrió unas figuras gravadas a ambos lados de la hoja, como algún tipo de escritura que no entendía, y la secuencia de una pelea donde un caballero armado con espada, y la secuencia de una pelea donde un caballero armado con espada, casco y armadura parecía pelear pero no aparecía su oponente en ningún lado de los grabados, y mientras observaba los detalles con un gesto de fastidio se levantó a estirar los músculos y tomó la navaja 07 con la que acababa de pelar una de las naranjas arrojándosela, de repente la espada desclavándose del piso esquivó el ataque y se lanzó sobre él, que de un movimiento rápido, apenas y pudo agacharse para evitar que le cortara la cabeza de un solo tajo, esquivó, rodó y corrió hacía donde había quedado ensartada su navaja, la espada lo siguió e inmóvil permaneció en posición vertical con la punta hacia arriba y flotando en el aire, se colocó frente a ella que lo desafiaba y esperó el ataque, pero la espada no atacaba, permanecía inmóvil enfrente de él y siguiendo su posición, observando su posición, pensó que podría estar siendo sostenida en guardia alta por algún guerrero invisible y le gritó:
-¿Quién eres y porque me atacas?
Y tan sólo el silencio le respondió.
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Editado: 08.11.2022