Los vengadores y la Hija de los Dioses. Cuarta temporada

Cap.   218 “Regalo sorpresa para San Valentín.”

((FEBRERO 13, 2018, NUEVA ASGARD, NORUEGA.)

(Ahmanet)

 

            Es tarde y estamos viendo televisión, hoy todo el día Thýa ha estado por demás activa, tanto que una de sus patadas me ha dejado una costilla rota, al menos mis órganos volvieron a su lugar y la costilla esta sanando pero fue doloroso, y tal como se hizo costumbre, me quede dormida en la sala mientras veo una película en compañía de todos. Supongo que Steve me subió otra vez en brazos pues cuando desperte, estaba en la cama.

 

            Veo que llevo puesto una camiseta larga como las que acostumbro, así que supongo que Inga lo ayudo a cambiarme para dormir. Veo el reloj y noto que pasan de las dos de la mañana, ya empezó el día de San Valentín, y en tan solo unas horas comenzara el festejo para toda la ciudad; me sobo el vientre pues fue un fuerte dolor lo que me despertó; trato de no hacerle caso, pues todo el día de ayer Thýa estuvo inquieta y muy activa otra vez.

 

            Como de costumbre estoy dormida abrazada al pecho de Steve, con mi cabeza sobre su corazón; me giro tratando de encontrar una posición más distendida, que me ayude a que Thýa no esté tan molesta, y siento como Steve se gira y vuelve a abrazarme, poniendo su cabeza por encima de la mía en la almohada, y siento como me da un beso en la cabeza y me dice.

-Tranquila amor, aquí estoy para cuidarte.- Pobre, se la he hecho pasar mal cuando mis visiones causan pesadillas.

 

            Trato de dormir otra vez, cuando siento otro dolor, es fuerte pero este es distinto, no es una patada de Thýa, ella se mueve pero no está pateando; nuevamente ignoro el dolor y cierro los ojos, poniendo mi mano sobre la de Steve y la acaricio.

 

            Estoy entrando nuevamente en el sopor del sueño cuando siento una fuerte punzada y el dolor me da muy fuerte, tanto que gimo y encajo mis uñas en la mano de Steve.

-Tranquila, estoy aquí, nada te hará daño.- le escucho decir a un Steve medio dormido.

-Lo se amor. Steve?- le llamo. En respuesta él me abraza más fuerte.

 

            Trato de relajarme, el dolor solo es Thýa moviéndose, aún le faltan semanas para nacer, digo una semana es un día de gestación y estoy con solo doscientos cincuenta y seis días de gestación. Así que estoy tratando de dormir cuando otra punzada de dolor me acomete, está más fuerte que la anterior, por lo que gimo más fuerte.

-Ahaggg

-Amor estas bien?- pregunta Steve, medio dormido.

-No lo creo, algo pasa.- le digo cuando siento otra punzada de dolor

-Ahymmm.- gimo apretando los dientes del dolor

-Que pasa amor?- pregunta Steve ahora más despierto y algo preocupado.

 

            De repente otras punzada de dolor me acomete y siento mis piernas mojadas, lo que no me gusta nada.

-Steve amor, algo pasa!- le digo, levantando las sabanas y mantas que nos cubren y notamos como están teñidas de un líquido rojizo, cielos.

-Que pasa Ahmanet?

-Se me rompió la fuente, Steve es Thýa, pero aún le faltan veinticuatro días de gestación, ella debía nacer a finales de julio.- le digo

 

            El rápidamente se levanta y va a cambiarse, mientras me dice.

-Tranquila, te llevare con las sanadoras, estarás bien.- Pobre como todo hombre está asustado, veo a mis guardianes y noto que Anubis está cerca, está preocupado el también, lo sé.

 

            Me levanto de la cama y noto como Steve toma una de las mantas y me envuelve en ella y tomándome en brazos sale de la habitación, nos siguen todos mis guardianes. Otra punzada y esta vez no logro aguantar el dolor por lo que grito

-AAHHHHAHHH.- mi grito hizo que Anubis ladrara y los felinos rugieran.

-Tranquila amor, pronto estarás con las sanadoras.- me dice Steve

-Si amor, es que duele mucho.- le digo como digna madre primeriza.

 

            El escandalo hizo que Nat se asomara a su puerta y preguntara

-Que pasa, está todo bien?

-No! Es Thýa, Ahmanet está sangrando.- dice Steve caminando por el pasillo sin detenerse

-Estará bien, me visto y te sigo.- grita Nat por el pasillo a un Steve que no esperaba respuesta.

 

            Minutos después entablamos en lo que es el edificio de curación y sanación, en donde se pusieron en alerta, pues a pesar de ser una ciudad tranquila, siempre había alguien de guardia, esta al ver entrar a Steve rápidamente le pregunto.



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En el texto hay: heroes, amor, vengadores

Editado: 07.05.2020

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