(Julio 09, 2013, Cuarteles de Shield, Washington, D.C.)
(Ahmanet)
Termino de vestirme y me maquillo un poco, me peino y salimos rumbo al comedor a reunirnos con los hombres del grupo.
Los encontramos a todos sentados en una mesa, y en ella hay platones de fruta, huevos revueltos con tocino, copas con yogurt, jarras con jugo de naranja y jarras de café.
Al verme llegar Manuel entra a las cocinas, por lo que sigo mi camino a la mesa, y veo a Anubis comiendo tranquilamente a lado de Steve. Por lo que me siento a su lado.
-como estas chico, te has portado bien con papá. – le digo a Anubis, cuando escucho decir a Tony
-Aquí el Capi paleta, nos dijo algo que no queremos creer, así que sácanos de una duda y por favor no nos rompas el corazón diciendo que es cierto. Acaso aceptaste ser su novia? – me pregunta
-bueno querido Tony, no creo romperte el corazón, porque el tuyo tiene dueña, y se llama Pepper Pots, a Thor tampoco se lo romperé porque él tiene a Jean, a Clint tampoco y en cuanto a Bruce, bueno él quiere a alguien más, así que solo queda Steve y si acepte ser su novia. – le respondo a Tony y veo a Steve sonreír algo apenado, por lo que me levanto y me ciento en sus piernas y le doy un beso, mientras el me abraza. Con lo que todos ríen a carcajadas al verlo sonrojarse.
-bueno espero que lo que te compre sea de tu agrado. – me dice Tony
-que le compraste? –pregunta Steve
-algo que a mí me gusto, y es muy probable que a ti también, aunque para que los disfrutemos juntos pasara un poco de tiempo, así que no preguntes. –le respondo a Steve, con lo que Tony se carcajea aún más fuerte.
-me dejas intrigado. – me dice Steve.
-además, Capitán Rogers, usted tiene una promesa que cumplir. O ya olvidaste que íbamos a ser padres por segunda vez? – le pregunto, con lo que Steve se pone más rojo si se puede, dado que lo he dicho con un tono de voz bajo y sensual, mientras le acaricio el torso y le doy ligeros besos en las mejillas
-Ahmanet, cariño, deja de hacer eso, por favor, quedamos en ir lento. – yo me rio y le digo
-pero tú lo prometiste Steve, es que acaso ya no quieres? -le pregunto, haciendo un puchero con los labios y poniendo cara triste.
-está bien, está bien, te daré una hija; pero por favor no vayas a llorar que eso si acabara conmigo, no soporte verte enferma, mucho menos soportare verte llorar. – me dice por lo que rio y le doy un beso antes de levantarme y volver a mi asiento ya que viene el Jefe Parrish con una bandeja de comida para mi seguramente.
-señorita Ahmanet, le prepare un poco de tallarines con caldo de pollo, eso fue lo que ayudo al capitán a mejorar y la hará restablecer sus fuerzas más rápido. También le traje un poco de fruta fresca y el té helado que tanto le gusta. – me dice el Jefe
-gracias Jefe, se lo agradezco. – le respondo comenzando a comer, en verdad tengo hambre.
Veo que Tony se levanta y sale tras recibir un mensaje en su celular, y al poco tiempo regresa, con una caja grande con un moño.
-bueno ya que no puedo ser el papá, porque estoy comprometido, si puedo ser el tío así que aquí le tengo algo a la feliz pareja. – dice Tony parándose a mi lado y dándome la caja.
Yo me levanto y tomo la caja, de sus manos y la pongo sobre mi asiento para poder abrirla, y al hacerlo me llevo la sorpresa de mi vida, dentro hay una hermosa gatita de un mes de edad, atigrada de ojos azules y otra negra de ojos amarillos, ambas son hermosas
-son de la raza imperial egipcia, una raza antigua y muy fina.
-lo sé, pero porque la atigrada, yo solo quería la negra?
-bueno no te podía comprar una cachorro de león, Fury no permitiría que lo tuvieras aquí, además de que son costosos de mantener, pero así puedes tener a Basteth y a Sejmeth, ambas diosas felinas. ambas gatas llevan collar y placa. – me dice sonriente, por lo que lo abrazo y le doy un beso en la mejilla.
-Anubis, mira ven a ver a las niñas, él se acerca y me dice mentalmente.
-solo queda que las diosas las bendigan para que te cuiden y obedezcan.
-si lo sé, crees que aceptaran hacerlo? – le digo a Anubis, sin darme cuenta de que todos nos ven confundidos.
-no lo sé habrá que pedírselos después.
-Que bellas están, gracias Tony, pero quería ser yo quien le diera la gata. – le reprocha Steve.
-mira capitán, tú estabas ocupado cuidándola, así que le pedí a un amigo que las buscara por mí, no creo que quisieras darle un animal de raza corriente, y estas pequeñas son de la más fina raza, solo tuve que hace una llamada e ir por ellas a Egipto.