"Los Vengadores y la hija de los dioses" Primera temporada

CAPITULO 38   “Segunda Cita”

 

 

(Julio 10, 2013, Cuarteles de Shield, Washington, D.C.)

(Ahmanet)

 

            Steve se levanta de la cama y viene hacia mí, sé que me escucho hablando con Tony y que deseara una explicación, por lo que cuando se sienta en la esquina de la cama y toma mis manos y me jala acercándome a él, abrazándose a mi cintura y apoyando su cabeza en la parte baja de mi torso. Yo lo veo y acaricio su cabeza con ambas manos, y bajando la cabeza le beso en la frente.

-amor, te molesta lo que insinuó Tony? es algo normal y más cuando sabe que somos novios, tú se los dijiste cuando estuve enferma. –le pregunto

-no, no es eso, es solo que yo, creo que no me tienes confianza.

-porque dices eso? es por lo que me escuchaste decirle a Tony? Amor todo lo que le dije también te lo he dicho a ti, pero no has atado los cabos.

-Pero le dijiste que si nos decías la verdad, estarías poniendo un blanco en nuestras cabezas y en las de personas inocentes solo para lastimarte, es acaso que no confías en nosotros  para protegerte, no confías en mí, para protegerte? Que quisiste decir con que tu resolverías eso, solo que necesitabas tiempo?

-amor, confió mi vida a ti, y sé que me cuidaras pero no podría vivir sabiendo que Pepper ha sido lastimada solo por lastimar a Tony quien estará aquí ayudándote a ti a protegerme; no podría soportar que para atacarme a mí o a ustedes, mataran inocentes para hacernos salir de estos cuarteles. Estoy hablando de la mafia Albanesa, los Yakuza y las Triadas chinas, sin contar con ricos y poderosos empresarios que no están contentos con que interfiera en sus negocios.

-qué quieres decir con eso? – me pregunta muy serio

-me refiero al tipo de persona que envía a un grupo de mercenarios a acabar con toda una aldea a doscientos kilómetros al este de Pretoria, Sudáfrica, para poder construir un oleoducto y pasarlo por las tierras de dicha aldea, y que en lugar de batallar durante meses para convencerlos de que les vendieran las tierras que necesitaba. Steve,  mataron a más de 235 personas, hombres mujeres y niños, no respetaron ninguna vida. Todos fueron enterrados en un pozo oculto, sin marca alguna, debajo del oleoducto que se construyó.

-pero que hiciste para tener a ese tipo de personas en tu contra?

-hice lo correcto, los descubrí, he hice publico todo, fue un escándalo muy grande, fue poco antes de la invasión a Nueva York por los Chitaory.

-recuerdo haber escuchado algo en las noticias, las audiencias en el congreso fueron muchas, pero tras lo de Nueva York no se supo más. Porque?

-enviaron a los mercenarios a cazarme, cuando me encontraron bueno fue como meter a una manada de búfalos en una cristalería, muchas balas y fuerza bruta, pero yo sigo aquí y ellos no. Después de eso fui en contra del quien los envió en mi contra, él estaba feliz presumiendo su poder y festejando por anticipado mi muerte; claro casi se infarta cuando me vio aparecer frente a él con una pistola en la mano. Él y sus dos cómplices murieron oficialmente en un incendio en la cabaña de caza en la que se encontraban.

-Ahmanet, los mataste  a sangre fría, pero porque?

-Steve no los mate a sangre fría; aun teniéndome enfrente amenazo con enviar a más hombres a cazarme, pero no para matarme, ya le había provocado muchos gastos y problemas, y exigía una retribución, planeaba venderme como esclava a alguno de los prostíbulos de medio oriente que siempre buscan carne fresca occidental.

-es a eso a lo que te referías cuando le dijiste a Tony que eras una asesina y un monstruo? – me pregunta, y no sé qué decirle por fin le digo

-No, no es a eso, pero se acerca mucho. Steve, yo te dije que estoy bajo un disfraz, pero no ataste los cabos, así que solo puedo mostrarte algo. – le digo y voy al baño retiro la ilusión de mis ojos y estos vuelven a ser grises, retiro la ilusión de mi cabello y este vuelve a su color natural, castaño claro dorado como la miel con ligeros destellos rojizos. Retiro la ilusión que me hace ver mayor, y la vuelvo a poner solo que esta vez no aparento veintiún años, sino los casi dieciocho; al verme en el espejo veo que mis facciones son casi las mismas que cuando tenía siete, solo que más angulosas, y fuertes. De pequeña era delicada y aunque no era amada, me cuidaban, los años han cambiado mis facciones ligeramente. Solo espero que él no me reconozca, o que si lo hace me perdone.

-voy a salir y espero que al final me comprendas. – abro la puerta del baño y salgo él se levanta de donde estaba sentado y me ve, pero no dice absolutamente nada. Solo se me acerca y me toma de los hombros.

-Ahmanet, los ojos azules y el cabello rubio, no te hacen diferente, aunque te vez más joven sin tanto maquillaje y me gustas mas así, pero para mí te vez igual, y la verdad es que te amo. – y pasando su brazo derecho por mis hombros me atrae a él y baja la cabeza para besarme, lo siguiente que siento es que me levanta del suelo pasando su otro brazo por mis piernas y me lleva en brazos hacia la cama, donde me deposita tiernamente, acomodándose a mi lado y seguir besándome.



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En el texto hay: poderes, capitanamerica, vengadores

Editado: 07.09.2020

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