Cap. 113 "Los Dioses de Egipto."

(MAYO 26, 2016, NUEVA YORK, N.Y.)

(Anubis)

Vi como ese humano la atacaba y hundía la daga en su pecho y con un fuerte aullido me transforme tomando mi forma humanoide, lo sujete en mi mano y lo lance contra un muro, para después ir hacia ella, vi movimiento a mi alrededor y con un movimiento de mi mano alejo a esos humanos lejos de ella, preparo un altar para ella, y la coloco en el mientras mi disculpo por no haber cumplido con mi deber.

-princesa y hermana mía, te he fallado, no pude protegerte de la única amenaza real contra tu vida.- le digo mientras veo su vida escaparse poco a poco. Así que comienzo a entonar los canticos de sanación, comienzo a y trabajar para evitar que ella muera, dejando su cuerpo y comience su pasaje por el sendero de las nueve puertas.

Llamo a los nueve dioses que la crearon, a mi padre y a mi madre, pues Ahmanet es mi hermana.

-Oh padres celestes, Osiris, Isis, Seth, Neftis, Horus, Thot, Sejmeth, Basteth y Hator, yo Anubis su hijo y servidor los llamo, Ahmanet la etérea les necesita, escuchen mi ruego y acudan en su auxilio.

Uno a uno los nueve dioses van llegando en forma de esferas de luz cegadora, para después tomar su forma humanoide, todos ha acudido.

-Anubis que ha pasado, te enviamos a cuidarla y está muriendo.- me interroga Thot el dios del conocimiento y sabiduría.

-mi señor Thot, nunca imagine que el poseedor de la única arma que podría matarla fuera un simple humano.- le respondí

-Sejmeth, tu eres la diosa de la medicina y protectora de la vida, puedes curarla?.- pregunta la diosa Isis, la madre de los dioses y señora de los cielos.

-Aunque me gustaría hacerlo hermana mía, no puedo, no está permitido y si toco el arma solo la mataría más rápido.- responde la diosa Sejmeth

-quien es el responsable de que mi hija, la señora de la muerte este muriendo, responde ahora Anubis.- ordena mi padre el dios Seth.

-Padre mío, un humano la ataco, es ese que está atado esperando el castigo merecido.- le respondo

Veo como Seth se acerca al arqueólogo que ya estaba consciente y solo ve lo que le rodea con miedo en los ojos.

-tu insecto humano, haz osado levantar tu asquerosa e impura mano contra mi hija, nuestra hija. La guardiana de la vida que lucha por mantener el precario equilibrio vital que insensatos como tú se empeñan en romper. Ten por seguro que serás castigado, pero no por los humanos, si no por mí, estas condenado a la muerte eterna, a ser torturado en el inframundo por el peor de los crímenes, faltar y atacar a una diosa.

-señor, ella es un peligro para el mundo, llevo buscándola dieciocho años, ella venía a cobrar venganza por la traición sufrida la primera vez que estuvo aquí.- dijo el humano con temor

-insensato e inútil humano, si eso hubiera sido lo que deseaba, habría podido hacerlo desde mucho antes, pero en lugar de eso, ha protegido a la humanidad, ha tratado de restablecer el equilibrio.- le digo segundos antes de que Seth habrá un portal al inframundo, del que salen cuatro grotescos seres y se llevan al hombre.

-hermanos, padres que podemos hacer para salvar su vida?.- pregunta la diosa Hator, señora del occidente y diosa del amor y la alegría

-solo el omnipotente Ra podría hacer algo, desde que la creamos nos prohibió interferir, ir contra sus mandatos es contra la regla.- dice la Diosa Neftis.

-Ra, señor de la luz y la creación, por favor oye nuestro ruego y ayúdanos, te lo pedimos Ra, ayuda a salvar a tu nieta, la única protección de tu creación, el hombre.- comenzó a rogar el Dios Osiris

Y ante nuestros ojos una inmensa luz entro y tomando forma humana se acercó a Ahmanet.

-los he escuchado y solo por ella que ya ha sido traicionada y asesinada dos veces por mi creación voy a ayudarles, los dioses no tienen permitido interferir en la vida de los humanos.- dijo Ra el dios del sol y de la creación.

-Sejmeth, revisa a la niña, algo raro sucede.- ordena Ra, y esta obedece, veo a la diosa Isis acercarse y tocar el vientre de Ahmanet.

-está embarazada, nuestra hija será madre, Anubis quien es el padre?- pregunta Isis

-señora y reina mía, la princesa Ahmanet se enamoró de un humano especial, y ese hijo es producto de ese amor.