Cap. 114 "Podrías perdonarme?"

(MAYO 26, 2016, NUEVA YORK, N.Y.)

(Steve Rogers/Capitán América)

Cuando todos esos seres magníficos se fueron, solo quedamos nosotros y el místico en la torre, di un paso hacia ella, pero Anubis estaba frente a ella aun con su forma humanoide.

-princesa, señora y hermana mía, me alegra que estés bien.

-gracias hermano y guardián mío, descansa, aquí estamos entre amigos.- la escucho decir tras lo cual Anubis vuelve a emitir un fuerte brillo y se transforma nuevamente en el perro que todos conocemos.

Es en ese momento que voy a ella y la abrazo fuertemente y le pregunto.

-estas bien, dime que estas bien por favor?- Le pregunto

-estoy bien Steve, tranquilo todo está bien.

-estas segura princesa?- le pregunta Tony

-si Tony, no hay problema.

-Entonces ya todo se arregló entre ustedes? – pregunta Nat con curiosidad

-bueno casi.- la escucho responder lo que me hace ponerme alerta.

-Casi? – le pregunto

-nos interrumpieron recuerdas? - Me dice y yo solo asciento.

-por favor Ahmanet ya perdónalo, en verdad da lástima verlo triste, mirando tu foto o leyendo esa carta.- Dijo Tony

-pero yo te hice olvidar lo nuestro! – me dice

-lo sé pero, todo volvió a mi poco a poco, te escuche hablando con Tony aquella tarde y me aferre a mis recuerdos, pero tu hechizo fue fuerte, solo conseguí que llegaran destellos de momentos que no recordaba que sucedieran, también tenía tu carta conmigo, por lo que al leerla, me ayudaba a concentrarme y tratar de recuperar mis recuerdos, hasta que me dedique a visitar todos los lugares donde estuvimos juntos eso ayudo a aclarar mi mente pero lo que hizo que todo volviera fue ir al hospital donde te vi morir, todo cayó como una cascada sobre mí y lo recordé todo.

-y has estado sufriendo todo este tiempo, cuando pensé que estarías más tranquilo?- me dice abrazándome y ocultando su rostro en mi pecho, lo que en verdad me hace feliz.

-la verdad es que todo llego a mi hace un par de semanas cuando me atreví a acercarme al hospital, te dije que tu hechizo fue fuerte.

-lamento haberlo hecho solo quería protegerte del dolor.

-lo sé, tu siempre queriendo protegerme, aun cuando la que necesita protección eres tu; ahora bien porque no me lo dijiste, no voy a preguntar si Tony y Pepper lo sabían, porque sé que sí, pero porque no me dijiste que vamos a ser padres?- le pregunto y la veo abrir los ojos con sorpresa

-como lo sabes?-

-cuando tu abuelo llego ordeno que una de tus madres te revisara ya que había algo raro, y otra de ellas se dio cuenta, Anubis lo confirmo, también me explico cómo lo has protegido, y estuviste hablando de nuestra hija con tu abuelo frente a todos. Así que dime.

-lo descubrí cuando vine a Nueva York, hasta Tony se molestó tanto, por lo que implicaba ser una adolecente de quince años embarazada y de un hombre adulto, aun cuando nuestra relación era consensual, y cuando discutimos yo me altere, y termine desmayándome o mejor dicho en coma, por diez horas.

-fue cuando llegue y me dijiste que habías usado la armadura sin Jarvis?

-pues sí, perdón.

-entonces me mintieron por segunda ocasión, y no entiendo por qué?

-Steve, ella tenía que decirte quien era en realidad antes de darte la sorpresa.- me responde Tony

-entiendo eso, pero tu debiste decírmelo cuando ella huyo, tras descubrirse todo; la habría buscado con más ahínco, la busque por todas partes y no la encontré Stark, pero sospechaba que tú estabas en contacto con ella.

-cuando la buscaste?- me pregunta Tony

-cuando ella huyo después de descubrirse la verdad, tu saliste a buscarla y después regresaste diciendo que ella no quería saber de nosotros, así que Salí a buscarla, fui a todos los lugares en donde ella podría estar, Montana, Roma, Venecia, Paris, Tokio, la busque pero no la encontré, no iba a decírtelo pues no iba a pelearme contigo otra vez por ella. Sé que esa vez dije muchas cosas, pero fue por todo lo que tenía retenido y la sorpresa de lo descubierto, pero tras leer la carta que me había negado a leer, pensando que era una despedida y que ella sabía lo que sucedería y nunca la quise abrir. Recuerda que ya antes te habías despedido con una carta.- le digo