¿Café?

~~~~~

{《✿》}

~~~~~

El café estaba cerca, por lo que no tuvieron oportunidad de hablar más.

Llegaron rápidamente a su destino y Jin caballerosamente le abrió la puerta a la chica, quien no tardó en darle las gracias. Algo que notó en en ese instante cuando pasó tan cerca de él es que era notablemente más pequeña; su cabeza apenas le llegaba a su barbilla.

Pensó en despedirse de ella en ese instante, pero notó que en aquel café solamente había dos parejas, quienes estaban muy ocupadas en su diálogo como para notarlos.

Para su sorpresa, la chica en lugar de pedir café optó por leche con chocolate, y Jin también pidió una para que terminara de despertarse.

– ¡A ti también te gusta la leche de chocolate, high five!

Jin sonrió y chocaron sus manos, antes de que pudiera retirarla la joven comparó su mano con la suya. Se puso un poco nervioso, sin saber que era una manía de ella medir su mano con alguien que recién conocía, y ambos rieron suavemente al ver la enorme diferencia de tamaños.

Les sirvieron rápidamente su chocolate.

*A pesar de que la joven tenía el dinero en la bolsa Jin fue más rápido y pagó en efectivo. Aunque la chica trataba de decirle que ella pagaba lo suyo, Jin fingió no entenderla y se sentaron en una mesa donde había privacidad.

La chica no dudo en empezar a tomar su chocolate con cierta rapidez mientras miraba el lugar con una expresión de inocencia, Jin también hizo lo mismo, pasando su mirada entre su chocolate y ella. Se preguntaba a qué venía a Corea, cuánto tiempo se quedaría aquí, si venía sola o acompañada. No se decidía, estaba un poco nervioso porque hace mucho que no se encontraba con una chica y realmente no hallaba un adecuado tema de conversación.

No sabía si cuestionarle su edad era buena idea, parecía demasiado joven, incluso más que JK pero algo le decía que se equivocaba. En ese momento tenía una imagen de natural y hasta de ternura con un poco maquillaje.

La chica sonrió con satisfacción después de darle un largo trago a su chocolate y miró a Jin.

– Gracias por acompañarme, te vi y sabía que eras amable.

Jin bajo la mirada y sonrió por lo bajo para luego volver a verla.

– No hay de que agradecer, creo que es algo que haría cualquiera.

Miró hacia varias partes para asegurarse de que nadie se diera cuenta de que estaba ahí. No era que le molestara quedarse con ella, lo que le preocupaba era que alguien les tomara foto, que la prensa se aprovechara de la situación para hacer escándolo y terminar involucrando a los chicos y a la joven.

También estaba ella, ¿no sabía quién era él? Le costaba creerlo, pero si no ¿por qué otra razón no estaría gritando, llorando, o alabándolo como todas las chicas que sabía de su identidad? 

Aunque sea extranjera, había mucha gente que los reconocia internacionalmente. Quería preguntar, pero disfrutaba tener una conversación normal que no incluyera trabajo, por lo que decidió posponerlo. 

– ¿Cuántos años tienes? – preguntó la chica.

– Tengo 26, cumpliré 27 este año.

– ¿En serio? ¿Cuándo?

– En Diciembre.

– ¡Oh, en Navidad! ¡Me encanta la Navidad!

Antes de que Jin pudiera preguntarle acerca de su fecha de cumpleaños también, se escuchó un teléfono celular. La chica se dio cuenta de que era el suyo, puso el dedo indice como si le dijera "espera un segundo", sacó su celular con funda fucsia y contestó.

– ¿Hola?

Apenas dijo esta palabra la persona al otro lado del teléfono empezó a gritar desesperada, por lo que la joven tuvo que alejar el celular de su oído con cara de espanto, a Jin le preocupó aquella expresión. La chica trataba de hablar como podía con la persona del otro lado del teléfono como si intentara calmarla, Jin reconoció que el idioma en el que se comunicaba era el español, por lo que no entendió de lo que hablaban, solo que le proporcionó la dirección de donde estaba.

La joven colgó y sonrió como si nada hubiera pasado.

– Al parecer ya tengo que irme, lo siento.

– Te acompaño – dijo Jin al ponerse de pie.

– No, esta bien. De verdad. Vendrán por mi en cualquier momento.

*Jin lo pensó, lo tradicional era acompañar a la joven a casa para asegurarse de que no le pasara nada; además, debía tener demasiada precaución de no meterse en problemas con los medios de comunicación.

– Me quedaré mientras vienen.

El rostro de la chica era una mezcla de sentimientos, a Jin le recordaba a Taehyung por ser tan expresiva.

– Mi hermano me protege mucho, espero no moleste.

Jin anotó eso en su mente: hermano mayor sobreprotector.

Ambos se terminaron de tomar su chocolate afuera del café en una banca de la plaza mientras veían los colores del cielo. Jin entendía que no podía hablar muy bien en Coreano, y su inglés no era muy bueno; a pesar de eso, era un agradable silencio.

En cuanto salieron un hombre incluso más alto que él, de cabello negro como su vestuario el cual era formal, se acercó a la chica en cuanto la vio y la empezó a regañar.

– Chingado contigo ¿En qué carajos pensabas al irte por tu cuenta? ¡¿Por qué no esperaste, maldita sea?!

– Cálmate. Esta ciudad es segura, además quería conocer nuevos lugares, iba a volver pronto ya no tengo 7 años.

– ¡Ese no es el punto!

Jin no entendía nada de lo que estaban diciendo, pero imaginaba que pasaba. Otro hombre también vestido de negro se acercó hacia ellos para que dejaran de pelear. Fue un diálogo corto antes de que se diera media vuelta, vio a Jin y se acerco a él.

– No sé si me entiendas, pero gracias por cuidar a mi hermana

Jin entendió algo de lo que le dijo en inglés y como pudo trato de responder.