PERMANECER UNIDOS
Hoy es el día, hoy por fin termina el maldito torneo y voy a poder quitarme una preocupación más. Pero primero, Harry tiene que sobrevivir al día de hoy y así podré respirar con tranquilidad. Al menos por ahora.
Estoy de los nervios mientras bajo hacia el campo de Quidditch rodeada por Harry, Ron y Hermione. Los tres le damos los últimos consejos a Harry, pero sobre todo le infundimos ánimos. Al llegar nos despedimos de uno en uno.
Volvemos a abrazarnos y dejamos que entre en la carpa de los campeones para que les den las últimas indicaciones.
Me acerco a la entrada y miro hacia al castillo buscándolos, hasta que la cabellera rubia inconfundible de Malfoy aparece. Los observo bajar sin que se den cuenta de mi presencia y yo puedo deleitarme con la vista de su cuerpo.
Ha pasado un mes desde la última conversación que tuvimos en el aula, los dos solos, aquella conversación en el que le mentí, en el que le dije que solo quería ser su amiga, nada más.
Aún recuerdo sus ojos, cómo me miraban tristes, decepcionados…Y me odio por eso, por seguir mintiendo, por mentirle, pero en el fondo sé que es lo mejor, que es la decisión acertada.
Sé que él no está muy de acuerdo, que no ha creído ninguna de las palabras que le dije, pero aún así le agradezco que intente ser solamente mi amigo, a pesar de lo difícil que está resultando. Se lo veo en sus ojos grises cada vez que me mira. Pero me respeta, respeta la decisión que he tomado, y eso dice mucho de él, al menos para mí. Lo significa todo.
Un brazo rodea mis hombros y me giro para ver quién es. Theo me sonríe y me incita a caminar para entrar dentro del campo. Buscamos unos sitios y al final terminamos sentados con los Hufflepuff, y yo entre Malfoy y Blaise.
De reojo veo como los campeones salen al estadio y mis ojos se centran en Harry, tanto que ni siquiera escucho las palabras de Ludo Bagman dando inicio a la tercera prueba.
Harry mira en dirección a las gradas buscándome y cuando me encuentra le sonrío para darle ánimos, pero después me giro y miro al rubio y le sonrío ampliamente, haciendo que un leve rubor aparezca en sus mejillas.
Se oye un silbato y los campeones de nuestro colegio entran en el laberinto. A los quince minutos lo hace Viktor, y posteriormente Fleur. Al estar todos dentro, la gente deja de gritar y vitorear, por lo que vuelvo a sentarme en mi sitio, mientras muevo las piernas llena de nervios.
Bueno, los tres me miran preocupados, pero yo solo puedo mirar hacia el laberinto, ansiosa porque aparezca Harry y toda esta mierda termine ya.
Interiormente se lo agradezco, porque no hace más que ponerme nerviosa con sus comentarios.
Una hora, ha pasado una maldita hora y los únicos que quedan son Cedric y Harry. Los otros dos han sido descalificados, no han sabido superar los obstáculos que hay dentro.
De repente me entra un dolor de cabeza y me quedo paralizada. Mis ojos comienzan a ver borroso y ante mí se empieza a vislumbrar otras imágenes diferentes al estadio.
Ante mí se encuentra un cementerio y la oscuridad se cierne allá donde miro.
¿Cedric? ¡Espera! ¿Qué está pasando? ¿Por qué estoy viendo a Cedric? ¿Y Harry dónde está?