(love &) Hate - Catradora

Los primeros (irritantes) días

No recordaba mucho, sólo el haberme dormido sobre Catra en el sillón de su departamento, y el despertar en mi habitación.

El sólo pensar que tal vez ella me trajo hasta aquí, me sacó una suave sonrisa. Me pregunto porqué estaré tan feliz respecto a ella..

¿Será por haberme encontrado con mi mejor amiga de la infancia? ¿Será por la distancia o el tiempo que estuvimos separadas? ¿Qué otra cosa más que aquello podría ser?..

Cambiando el tema, decidí ir a darme una ducha.

Hoy empezábamos las clases en la universidad, así que la emoción tal vez me sobrepase un poco.

Me quité el pijama... ¿EN QUÉ MOMENTO ME COLOQUÉ UN PIJAMA?

Salí escandalizada, dejando la canilla abierta, abriendo la habitación de Glimmer, quién recién estaba depertando.

—Sí, Adora. Yo te puse el pijama—dijo mientras se levantaba y se dirigía a la cocina. Un suspiro se escapó de mis labios y volví a mi asunto pendiente.

Una vez ya desayunamos y estuvimos todos organizados, salimos del departamento, encontrando el ascensor abierto con 3 personas adentro.

—¿Entramos todos?— dijo Bow, un tanto nervioso.

—Sí, suban. Tiene capacidad de 6 personas— dijo Entrapta con una sonrisa.

Subimos al ascensor, quedamos un tanto apretados, pero estábamos cómodos. Bueno, por mi parte lo estaba. Bajamos y nos dirigimos al edificio de la universidad caminando, íbamos hablando entre nosotros.

Entrapta y Bow parecían llevarse bastante bien, Catra y Glimmer entablaban una incómoda conversación cuya tensión podría cortar con un cuchillo, y yo hablaba con Scorpia.

—Muchas gracias por lo de ayer, Scorpia. De veras, me salvaste la vida.

—Es lo menos que podría haber hecho, salvaste la vida de mi mejor amiga.

—¿Entrapta es tu mejor amiga?

—No me refería exactamente a Trapta, ¿sabes?

—¿Qué?— Quedé desconcertada por un momento. ¿Se estará refiriendo a Catra? ¿En qué momento le salvé la vida a Catra?

No pude pensar demasiado debido a que nos empezamos a despedir, cada quién yendo al departamento que le correspondía.

Bow y Entrapta se dirigían al departamento de informática, Glimmer y Catra al de política y economía, mientras que Scorpia y yo nos dirigimos al departamento de medicina y química.

Las clases pasaron algo rápido, nos introducimos a los profesores, a los alumnos y fuimos a la cafetería, donde nos reencontramos con nuestros amigos. Cabe mencionar que compartí cada clase con Scorpia, y no nos separamos ni un segundo. Yo soy algo tímida o fría para conocer gente, así que Scorpia lo entendió y decidió quedarse conmigo, cosa que valoré con todo el corazón.

Llegamos a la cafetería. Estaba por ir a la mesa donde nuestro grupo estaba sentado, hasta que un brazo me detuvo. Era una muchacha peliazul, de piel morena. Venía con otra chica, bastante parecida a ella, pero notabas la diferencia.

—Hola— dijo repentinamente. Miré en busca de Scorpia por ayuda, pero no la encontré. No sabía qué hacer en ese momento.

—Hola..—susurré desconfiada. La última vez que alguien me había querido hablar, sin actuar antes de alguna forma, se había burlado de mi.

—¿Acaso esto es tuyo?— Me señaló mi pin color amarillo con un girasol.

—Sí, ¿Dónde lo encontraste?—Tomé el pin. Es el que Mara me había regalado como recuerdo, junto a un llavero con un girasol de plástico.

—Estaba en el piso, recién me pareció haberlo visto caerse de tu chaqueta...

—Oh, ¿en serio? Muchas gracias —dije con una sonrisa. Era algo importante para mí, así que aprecié el gesto.

—Soy Netossa, compartimos algunas clases. Y ella es Mermista.— Señaló a la muchacha que venía con ella, un poco callada.

—Soy Adora, un gusto en conocerlas —dije estrechando sus manos.

Mermista no parecía de muy buenos humores en ese momento, hasta que escuché algo (o mejor dicho, a alguien) escandalizar la cafetería. Me di vuelta, encontrándome con Bow abrazando a un hombre, como si fuesen amigos de toda la vida. Luego vino hasta donde nosotras y se arrodilló, sorprendiéndonos completamente a las tres.

—Mi sirena preciosa, ¿cómo se encuentra? —dijo tomando la mano de Mermista y colocándole un beso allí. Debo admitir que el gesto tan liberal me descolocó un poco, sin mencionar que toda la cafetería tenía puesta sus ojos en nosotros.

—Estaba bien, hasta que llegaste.— Pude notar una leve sonrisa que se esforzaba por esconder, sin mucho éxito. Supe que era momento de irme y, por el rostro de Netossa, decidí sacarla de allí también.

Raramente, me estaba cayendo bien la gente de la universidad, excepto algunas acciones o situaciones que me descolocaban o irritaban.

Ya me voy a acostumbrar, es el primer día...

Llevé a Netossa a nuestra mesa, quién rápidamente reconoció a Glimmer y entablaron una conversación. Habían muchas personas, por lo cual decidí sentarme en la punta, junto a Catra, donde el barullo cesaba, al menos un poco.

—Estoy empezando a odiar este lugar —farfulló apenas me senté.

—¿Por?

—Los profesores tienen todos pinta de tacaños, hay una niña que quiere coquetear conmigo, un sujeto que es extremadamente insoportable y un grupo que quiso molestarme toda la mañana...

—Se nota que no la vienes pasando bien..

Unas risas repentinas y un rostro empapado de pastel de limón nos hizo arrepentirnos de estar ahí.

—¿Vamos a otro lugar a almorzar? Estar aquí me quita el apetito—. Su rostro mostraba irritación pura, y el mal humor se sentía a kilómetros de distancia.

Tenía dos opciones. Quedarme aquí, sin hablar con nadie, completamente aislada a pesar de estar en una mesa con mis amigos; o irme con Catra y conversar en un lugar tranquilo donde no haya nadie...

—Vamos —dije sin pensarlo dos veces, levantando mi bandeja.

Fuimos al jardín cercano de la cancha de fútbol y nos instalamos en el césped.




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