(love &) Hate - Catradora

Secretos en la cafetería

Saliendo del aula, Scorpia no se desprendió de mi, curiosa sobre mis moretones. Pensando y repensando, y odiando mentir, decidí decirle algo que.. no era del todo mentira.

—¿Entonces? ¿Me dirás cómo te hiciste esos moretones?—. No sólo parecía curiosa, sino también preocupada.

—Es que... es un secreto.

—¿Para mal o bien?

—Para bien—dije sonriendo, notando como el semblante de Scorpia se relajaba completamente.

—Menos mal...—. Pasaron unos minutos en los que ella se mordía el labio, miraba sus manos, miraba el techo, mi cuello y luego mis ojos, para volver a repetir el ciclo una y otra vez en cuestión de segundos. ¿No se marea?

—Puedes soltarlo...

—¿Puedo saber el secreto?—. Reí sabiendo que esa era la pregunta que ansiaba hacer desde que le dije la palabra "secreto".

—Sólo si prometes no decirle a nadie, y no preguntar más sobre el tema...—. No sabía exactamente que decirle. Podía decirle que tengo pareja, ¿no? No sería mentira, sólo que no le estaría aclarando quién. Scorpia asintió frenéticamente, sonreí emocionada. Sería la primera persona con la que compartiría mi "relación" con Catra.

Alto

Si le menciono que tengo una relación, puede que le diga a Glimmer o Bow cuando haya desaparecido con Catra, ya que son mis compañeros de piso. Ellos no aceptarían un no como respuesta a contarles, por lo que debería mencionar lo que sucedió... Además, no tengo una "relación" con Catra, sólo aclaramos y correspondimos nuestros sentimientos, ahora sí puedo confirmar que somos compañeras de cama, en todos los sentidos. Todos buscarían o atarían cabos y la persona con la que más tiempo paso es Catra, por lo que sería demasiado obvio... Aunque su coartada con Rogelio es sólida, ya que nadie lo sabe.

Ugh, mi cabeza es un lío.

—Sólo me acosté con alguien el sábado, es todo—dije mirando hacia otro lado.

—Oh... ¿Entonces no eras virgen?—. Me descoloqué un poco. Por supuesto que sí

—Dije no más preguntas, Scorpia. 

—De acuerdo, está bien... Por lo menos sé que no es nada serio.

Llegando a la cafetería para almorzar, vi a Catra sentada sobre las piernas de Rogelio junto al equipo de fútbol y sus "amigas". Los celos se apoderaron de mí, pero no me quedó otra que desviar la mirada y seguir en la mía.

Catra tenía razón. Si hubiéramos declarado el ser pareja, me estaría volviendo loca al querer reclamar... Por lo menos así, aunque quiera hacerlo, no tengo derechos de...

Con la tristeza a borde, fui a sentarme donde todo el grupo, esperando que, esta vez, no volaran pasteles de limón. Decidí escuchar algo de la conversación que Glimmer, quien estaba sentada a mi lado, mantenía con Entrapta y la recién llegada Scorpia.

—Entonces fuimos a nadar, les juró que fue impresionante. El agua era transparente y se veían peces pequeñitos acercarse a la orilla. Era precioso.

—Lo imagino. Más si estabas con la persona que amas...—dijo Scorpia con una sonrisita y un leve sonrojo.

Comencé a imaginarme.. ¿Cómo sería un fin de semana en la playa con Catra? La imagen de Catra en un bikini, corriendo y jugando en el agua con una inmensa sonrisa.. invitándome a jugar con ella...

Unas carcajadas me pusieron los pies en la tierra, llevando mi atención hacia la mesa donde Catra y Rogelio estaban, quitándome mi imaginaria felicidad. 

¿Y Kyle?

Busqué entre las mesas de la cafetería para encontrar una mesa con dos personas. Kyle y una chica morena con trenzas. Levanté mi bandeja y me dirigí hacia la mesa sin dudar un segundo.. O por lo menos hasta que llegué. Ambos me miraban completamente confundidos. La chica poseía una mirada intimidante, mientras que Kyle parecía.. uhm... ¿simpático? Pero, aún así, confundido.

—Hola—dije sonriente. Discúlpenme, pero socializar no es mi fuerte.

—Hola...—respondió Kyle—. ¿Quieres sentarte?—. Asentí, sentándome a su lado, esperando poder hablar sobre Rogelio con la morena presente, por lo que toqué el tema de manera cuidadosa..

—Puede que no me conozcan, pero soy amiga de la infancia de Catra... la novia de Rogelio...—. Entablando conversación, pude notar que Kyle tenía moretones en el cuello también.

Interesante...

—Sí, tú eres la que nos acompañó a su casa la otra vez. Me acuerdo de ti...—. Sonreí por inercia. Kyle irradiaba aires de niño inocente que necesitaba protección, entiendo el porqué Rogelio se enamoraría de él, aún más considerando los aires de padre que irradia cuando se preocupa por algo o alguien...

—Sí, soy Adora.

—Un gusto, Adora. Soy Kyle. Y ella es Lonnie—mencionó, señalando a la morena, quien ahora tenía una sonrisa y había cambiado su intimidante mirada por una cálida.

—Hola, Adora. Un gusto en conocerte—. Nos sonreímos como saludo, y proseguí con las indirectas. Había mencionado ya a Rogelio, por lo que sabían de él. Necesitaba saber qué tan cercanos eran. Estaba por comenzar una conversación cuando dos personas se paran en la punta de la mesa. Levanto mi mirada para encontrarme con nada más y nada menos que los reyes de Roma...

—¿Adora? ¿Qué haces aquí?—. Catra fingía una leve sorpresa, cuando, podía interpretar, que su mirada tenía signos de alerta en las pupilas.

—Sólo vine a conocer a mi concuñado. ¿Qué tan malo es eso?—. Rogelio y Catra parecieron respirar de nuevo, mientras que Kyle sonrió... pero parecía decepcionado.

Y eso que no lo conozco muy bien...

—No, no es malo, sólo me llamó la atención verte aquí—. Catra sonrió. No pude responder sinceramente, solo podía mirar con recelo el brazo de Rogelio rodeando la cintura de Catra. Y al parecer no era la única.

Kyle parecía expresar sus ojos con pequeñas llamas de fuego, mirando a Rogelio y a Catra. Al parecer, llevaba un rato así.

Te entiendo a la perfección Kyle, pero debes disimular un poco. Lonnie se dará cuenta, si es que todavía no lo sabe.




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