Desastres en marcha

Cuando salimos esa tarde de la universidad, fui directo a la cafetería "Pandarise & Smothies". Extrañaba, debo admitir, a mis compañeras de trabajo. El positivismo de Perfuma, la simpatía de Spinerella y la generosidad de mi jefa, Castaspella, son algo que no encuentras todos los días, ni de casualidad.

Al llegar a la entrada de la cafetería, pude ver el auto de Rogelio estacionado en la entrada, por lo que supuse que Catra también estaría allí con él. 

Ingresé, como la mayoría de los días, por la puerta trasera, siendo recibida por mis compañeras de trabajo en la cocina. Las saludé amablemente para colocarme el uniforme y salir a entregar pedidos.

Inconscientemente, apenas pasé por la caja registradora para salir, busqué en la mesa donde siempre se situaban Catra y Rogelio, como si fuese alguna especie de rutina luego de la universidad.  Extrañamente, Catra estaba sola, mirando su celular. 

—¿Adora?—. Giré en mi eje para ver a Perfuma, quien me estaba llamando para entregar un pedido. Fui y pude ver que debía entregar un smothie de fresas en la mesa 2. 

¿Debo ir? Su rostro me dice que se encuentra con un humor de pocos amigos... Parece enojada, ¿será por lo de esta mañana? Es mi trabajo, debo cumplirlo...

Fui a la mesa con el smothie en la bandeja, pasando saliva, esperando que Catra no me arranque la yugular con sus colmillos y sus largas uñas por lo que pasó con Kyle a la mañana.

—Aquí está su pedido. Disfrútelo...—dije sonriendo. Catra levantó la mirada lentamente, haciendo contacto visual con esos impactantes y bellos ojos, completamente distintos el uno del otro.  No pude evitar ver como ella sonreía sarcásticamente para responder.

—Lo disfrutaré tanto como mi PAREJA disfruta a su mejor amigo—dijo sonriendo, mirando hacia los baños. No pude evitar casi tentarme al escuchar eso venir de ella. Fue hilarante, en especial para mí que soy la que conoce el motivo del sarcasmo en esa frase—. Princesita, cuando estés libre, ven un rato. Tenemos que hablar de algo importante...—. Sólo pude decir "está bien", ya que mi cabeza estaba pensando en si de verdad había sido demasiado tomar la mano de Kyle apenas conociéndolo. ¿Acaso es reservado? ¿Acaso no está acostumbrado a las personas y por eso tiene tres amigos? ¿Acaso está celosa? No tiene mucho sentido que siga pensando en eso. Supuse que hoy nos iríamos juntas a casa, aún más considerando el que Kyle esté con ellos.

Decidí seguir con mi trabajo, luego hablaríamos sobre lo que sea que quiera hablar, entonces podré pensar en cada estupidez que hice y los motivos por los que Catra podría estar enojada o decepcionada conmigo...

O esa fue mi intención. Más de una vez se me cayó la bandeja por andar pensando en eso, se me trabaron los pies y la lengua, fue el día más vergonzoso en mi historia laboral. Todo por un "problema" personal del cual, seguramente, estaba tomando más importancia de la debida.

Llegó la noche, con ella el cierre de la cafetería. Como predije, al salir por la puerta trasera, me encontré con Catra junto a Lonnie, quien se había unido al grupo a la mitad de la jornada, despidiéndose de Kyle y Rogelio. Me llamó la atención la repentina cercanía entre esas dos. Al principio, Catra no parecía confiar mucho en ella..

No somos pareja, no tengo derecho a ponerme celosa por cada estupidez o por cada mujer que se le acerque..

Con ese negativo pensamiento en mente, me acerqué a ellas.

—Catra...—dije desconfiada. No sabía en qué situación me estaba involucrando ni qué tan grave era mi situación con Catra.

—Oh. Hey, Adora. Estaba conversando con Lonnie. Me dijo que quería reunirse con Scorpia y Entrapta así que va a venir  a cenar a mi casa hoy—. No me gusta esto...

—Oh, está bien —respondí sonriente. Me alegraba que Catra se abriera más a las personas a su alrededor. No me gusta, pero no me concierne...

En el camino, íbamos hablando animadamente sobre algunas situaciones que Lonnie había pasado en estos últimos días con Kyle y Rogelio, sus amigos más cercanos. Catra escuchaba contenta, de vez en cuando mencionaba que extrañaba estar con ellos como en los viejos tiempos. Luego cambiaron la conversación sobre Scorpia y Entrapta, donde Catra tomó la palabra. Hablaba tan bien de sus amigas, mencionó que varias veces fueron y son las que la trataban como si de su hija se tratase.

Extrañamente, Lonnie decayó un poco ante la mención de las amigas de Catra como si fuesen sus madres, pero no lo dejó notar. Siguió con el mismo estado durante la caminata hasta que llegamos a los departamentos. Subimos por el ascensor.

—Estoy muy emocionada. Me pregunto cómo sabrá la comida de Scorpia—dijo Lonnie con un brillo de emoción que resaltaba sus ojos. Parecía bastante inquieta, por lo que me dio un poco de ternura verla así. Sólo un poco.

Bajamos del ascensor. Estaba por despedirme cuando escuché decir a Catra algo que me sacó completamente de órbita.

—Bueno, Lonnie, tu puedes entrar. Yo tengo que hablar con Adora sobre algo.

—Está bien. Te llamo para la cena—dijo para entrar al departamento y saludar animadamente al par de amigas con quienes no había hablado ya hace tiempo.

—Okey.. ¿Qué fue lo de esta mañana?—. Directo al grano, Catra me atacó con la primera de, estoy segura, varias preguntas.

—Uhm... Sólo quise apoyarlo, no fue nada de lo que crees. Me pareció algo decaído por ustedes, por lo de ya sabes y quise mostrarle que también tiene mi apoyo. Además, había hablado con él y Lonnie porque quería saber qué tanto sabía de tu relación con Rogelio y eso...—.  Me quedé pensando unos segundos en algo completamente obvio e irónico—. Además soy lesbiana, no entiendo porqué tanto drama sobre que le tome la mano a un hombre...

—No lo sé... Sólo me pareció raro. Perdí mi confianza hace tiempo, pero eso no justifica nada.. lamento haberme ahogado en un vaso de agua por una estupidez, ¿sí?—. Catra se me acercó, acunando mi mentón en sus manos, juntando nuestras frentes. Sólo pude cerrar mis ojos, disfrutando del tacto que no pude obtener en la mayor parte del día por la bendita farsa de su relación—. Te tengo una sorpresa...—dijo sonriente, obligándome a abrir mis ojos, indirectamente.