Un verdadero amigo te mantiene en su corazón y te ama por quien eres.
Después de hablar con Leo me sentí muy bien, la noche anterior Lila me puso al tanto de lo que pasa con Arturo, según ella se gustan pero él es muy tímido, mientras yo estuve con Leo en la heladería ellos fueron a una área de juego y en la máquina de bailar Arturo la sujeto de las caderas para bailar con ella, y en lindo descuido se besaron pero por ser un lugar para niños los sacaron y ellos riendo nos esperaron en el estacionamiento de la plaza.
De verdad me encanta la pareja que ellos hacen, esta mañana fui temprano a la oficina ya que tenía que ordenar la comida del compromiso que es el sábado, el pastel y el sonido ya está alquilado, solo me falta buscar una buena agencia de mozos ya que se necesita un buen servicio, y también un maestro de ceremonias, como se me podía olvidar solo faltan 4 días no sé cómo lo voy a conseguir.
-Lila, por favor pasa a mi oficina -dije por el teléfono.
-¿Qué pasa? -dijo Lila después de unos minutos.
-No tenemos maestro de ceremonias y ya no creo que lo podamos conseguir, es muy difícil y hay que contratarlos mínimo 15 días antes, y solo nos quedan cuatro.
-No te preocupes lo vamos a conseguir.
-Creo que tu no entiendes, estamos a principios de diciembre y solo faltan cuatro días, yo trabajo aquí varios años y se lo difícil que suele ser conseguir uno.
-Bueno -pensó por unos minutos en los que yo chocaba mis uñas con el escritorio -creo que Arturo es locutor.
-No, él es ingeniero
-antes él trabajaba en una emisora como locutor.
-¿Cómo lo sabes?
-se te olvida que somos amigos.
-cierto amigos especiales, ¿y crees que lo puedes convencer?
-claro que sí, déjalo en mis manos.
-Gracias Lila, no sé qué haría sin ti, te amo
-Lo dices solo porque te estoy salvando el pellejo.
-Claro que no, te amo por cómo eres, y eres lo más cercano a una hermana, eres lo mejor que me ha pasado.
-Espero que no le digas lo mismo a Leo.
-Nunca, tú llegaste a mi vida primero, y te sentaste dentro de mi corazón para no salir jamás.
-Eres tan cursi. -Se puso de pie, yo la imite y nos dimos un abrazo.
-Solo contigo mi amor.
-Ya basta de amor, que tengo que hablar con el maestro de ceremonias ya que mi jefa me carga de trabajo. -Dijo caminando a la puerta.
-No creo que eso sea trabajo, tú estás loca por hablar con tu príncipe azul.
-Hay si mona -me mostró la lengua y salió de mi oficina.
Otro día de trabajo y apenas vamos por la mitad de jornada, pero las cuentas no se pagan solas y me gusta darme mis lujos aunque sea pocas veces.
*****
Cuando llegué a casa me sorprendí al ver a Leo frente a mi pieza, nos saludamos y lo hice pasar, Lila se fue a su habitación después de la cena y Leo se sentó en el sofá a mi lado.
-¿Cómo te fue hoy? -pregunto Leo.
-Difícil pero bien -respondí con una sonrisa -¿y tú?
-todo bien, estoy terminando un nuevo proyecto.
-De que se trata, si se puede saber.
-Es una pequeña plaza a las afueras de la ciudad, en un pequeño pueblo.
-¿Ya has visto el lugar?
-sí, es muy lindo, tiene pocas personas pero la mayor parte de la población es de jóvenes, además tiene un lago hermoso de aguas cristalinas -dijo con una sonrisa.
-Ya me imagino, yo tengo mucho que no voy a un lago.
-¿Porque?
-la última vez que fui, era con mi hermano.
-Deberías pedirle que vaya contigo o yo te puedo llevar -dijo con una sonrisa.
-Ya él no está, y no volverá nunca -mis ojos se aguaron y tuve que pestañear varias veces para no llorar.
-Lo siento mucho, no lo sabía.
-No te preocupes -forcé una sonrisa que salió más como una mueca.
-¿Qué le pasó? -pregunto después de unos minutos.
-Se suicidó, él tenía 16 años, era tan lindo e inteligente.
-¿Quieres ir conmigo al pueblo y luego te llevo al lago? -pregunto con una sonrisa.
-ahora no puedo, el compromiso de tu primo es el sábado y tengo que terminar todo.
-¿qué tal si vamos el próximo sábado?
-está bien, creo que a Lila le gustaría ir con nosotros.
-Sí, y también puedo llevar a Arturo.
-¿Estas al tanto de esa parejita?
-como no, mi primo se pasa todo el día hablando de ella, dice que es la mujer más dulce que ha conocido.
-De Lila lo dudo, esa mujer es una loca, pero la amo así con sus demonios.
-Se nota que la quieres mucho.
-Sí, ella es mi alma gemela.
-No digas eso que me pongo celoso -dijo con una sonrisa y haciendo cosquillas en mi abdomen.
-Para, Leo por favor, ya para -dije entre risas.
-Si dices que yo soy tu alma gemela -dijo sin dejar de hacerme cosquillas.
-No puedo mentir Leo -el me hizo más cosquillas y yo seguí riendo.
-Me ofendes linda, pero me conformo con que digas que me quieres.
-No -hundió sus dedos en mi cadera y yo reí a carcajadas -está bien te quiero, te quiero Leo.
-Yo también te quiero Zoe -dejo de hacerme cosquillas y beso mis mejillas.
Después de un rato Leo se despidió de mi con un abrazo y un beso en las mejillas, yo con mi tonta cara de enamorada me tiré en mi cama y en segundos quede dormida.