Un verdadero amigo te trae a la realidad cuando ve que estas en las nubes.
El tiempo ha pasado muy rápido y me encanta todo, mi familia, mi trabajo, la relación con mi madre a cambiado mucho después de la muerte de mi padre que fue hace unos años y fue la peor experiencia que viví después de la muerte de mi hermano, y de verdad me hace mucha falta, pero él me prometió que siempre estará en mi corazón y le creo.
Mi vida a estado llena de cosas buenas y las hemos disfrutado al máximo, pero también cosas malas qué hemos superado con amor y paciencia, y una de las peores cosas es perder un embarazo, ese pequeño ser que vivía dentro de ti, que depende de ti, era una nena y se llamaría Lucy, a los 6 meses de gestación su corazón simplemente dejo de latir y su vida se perdió dentro de mí, todo fue muy rápido pero luego de eso no volví a quedar embarazada y me sentí culpable y pensé que no servía para lo único que Dios nos mandó, (a llenar la tierra.)
Leo no pudo ser padre otra vez, y mi pequeño Owend no tiene ese hermano que tanto desea, mi pequeño es tan inteligente y comprende más que yo los motivos de Dios, solo tiene 6 años de edad y es hermoso, tiene los ojos verdes como los míos pero luego es la viva imagen de Leo, Owend llegó al jardín de la casa donde yo me encuentro y acarició mis mejillas sacándome de mis pensamientos.
-Mami, ¿qué piensas? -preguntó con su voz angelical.
-Nada importante mi vida -le brindo una sonrisa un poco triste.
-Sé que estas tristes, y ya te dije que no quiero un hermano, te tengo a ti y a papi, además las gemelas y Alan son como mis hermanos -Alan es el último bebé que tuvo Lila tiene dos años, el mismo tiempo que perdí a mi pequeña Lucy.
-Eres un gran niño Owend te amo.
-Yo también te amo mami -abrió sus pequeños brazos para abrazarme, lo levante del suelo y lo senté en mis piernas, así nos quedamos por un largo tiempo.
-Ya llegó tu padre -dije cuando escuché el auto estacionarse en el frente.
-Lo sé -mi pequeño pensó por unos minutos, indeciso en si decirme o no lo que pasa por su mente. -¿Puedo preguntar algo mami?
-Si mi vida -dije besando sus mejillas.
-¿Has pensado en adoptar?
-No, pero ¿porque lo preguntas?
-En mi escuela nos hablaron de la adopción, porque la madre de un compañero adopto un niño y es de la misma edad que mi compañero y él dice que es feliz con su nuevo hermano -dijo con una sonrisa.
-¿Que hacen las personas más hermosas del mundo? -dijo Leo entrando al jardín.
-¡Papi! –Grito mi niño emocionado y corriendo a sus brazos -te extrañe mucho -pues sí, mi querido esposo viajó fuera de la ciudad a terminar un proyecto, por lo que no lo vimos en una semana.
-Yo te extrañe más mi pequeño tigre -dijo riendo y alzándolo en brazos.
-Soy el más rápido del mundo -dijo emocionado.
-Claro que sí, te traje un regalo está en el sofá -lo bajo y Owend entro corriendo a la casa.
-Y a mí, ¿que me trajiste? -pregunte con una sonrisa.
-Yo completo mi vida, espero que no estés cansada porque está noche será larga -envolvió sus manos en mi cintura y beso mis labios con suavidad y mucho amor y unos minutos después nos separamos al escuchar el timbre de la casa. -¿Quién es tan inoportuno?
-tiene que ser Lila y los niños, vamos -sin soltar nuestras manos entramos a la casa y efectivamente era Lila.
Nos pasamos la tarde jugando con los niños y platicando, le conté a Lila lo que me dijo Owend sobre adoptar y creo que sería buena idea, Lila estuvo de acuerdo y me dijo que Owend es más inteligente que yo, sus palabras : a veces pienso que Dios le dio tu inteligencia al pequeño Owend, eres una idiota amiga.
Y no me puedo enojar porque luego diría que soy más sensible que sus perlas. Al final decidí hablar con Leo esta es una decisión que no puedo tomar yo sola y espero que el este de acuerdo.
*****
Seis meses después.
Hoy es el gran día, después de hablar con Leo hicimos los trámites de adopción y después de la lucha nos aceptaron como padres para una pequeña niña de unos cuatro años de edad, su nombre es Susan y es hermosa sus ojos son cafés al igual que su cabello, es muy tímida y según nos dijeron cuando era más pequeña su padrastro la golpeaba y el mismo asesino a su madre a golpes y al parecer Susan estuvo presente ese día.
El carro donde viene la niña se estaciona frente a la casa y Owend baja las escaleras a toda prisa, él está muy feliz de conocer a su hermana, todos estos días me estuvo ayudando a preparar la habitación de Susan que es la que teníamos para Lucy.
-¡Ya llegó mami, mi hermanita está aquí! -dijo emocionado y Leo se apresuró a abrir la puerta.
-Buenos días -dijo la señora de servicio social quien se encargó desde un principio con nuestro caso.
-Buenos días señora Cameron -dijo Leo con una sonrisa.
-Vamos Susan está es tu nueva familia -la pequeña se escondió detrás de la Sra. Cameron.
-Hola Susan -saludo Owend con una sonrisa -¿te puedo decir Susi? Eres muy bonita y yo soy tu hermano mayor y te voy a cuidar siempre -Susan salió de su escondite y se acercó a Owend.
-Susi -dijo la pequeña asintiendo con la cabeza.
-Vamos te voy a mostrar tu habitación, parece un castillo de princesas -Owend le agarró la mano y los dos subieron las escaleras.
-Bueno yo me voy saben que les haremos unas visitas para ver la evolución de la niña, cualquier problema me llaman, pasen buenas -la Sra. Cameron salió de casa y Leo me dio un abrazo.
-¿Cómo estas amor?
-Bien, y emocionada porque ya la pequeña Susan está en casa, tenemos una niña Leo -dije con una sonrisa.
-Si Zoe somos padres otra vez, esto me hace muy feliz -Leo terminó de acortar el espacio y beso mis labios sin desesperación, pero con mucho amor.