Carol.
Hoy era la fiesta del Grupo Empire, y fui cordialmente invitada por los hermanos Kim, según lo que leía en la invitación que me llegó esta mañana. No tenía muchas ganas de ir a una fiesta, y menos, cuando hace menos de unas horas, llegué a mi departamento en Corea.
Es un departamento bastante amplio, donde pude colocar una especie de estudio, ahí guardaré mis nuevas pinturas, porque aun cuando este lejos de casa, eso no me impide seguir pintando, al contrario, aquí hay muchas cosas que me inspiran. Mi celular comenzó a sonar, y al ver la pantalla, no dude en contestar.
–Hola, Lauren. ¿Todo bien en la galería? –pregunté al descolgar la llamada.
–Sí, todo excelente. ¿Ya te instalaste en tu departamento?
–Sí, hace como unos diez minutos acabé de guardar mis cosas –murmuré, sentándome en un sofá.
» Por cierto, ya que has llamado, déjame hacerte una pregunta. ¿Qué debería usar si voy a una cena?
–¿Tan rápido te invitaron a salir?
–No voy a salir con ningún hombre, me invitaron a una cena del Grupo Empire.
–¡Ah! Puedes usar un vestido de noche, cariño. De hecho, empaqué tres vestidos en tu maleta, por si debías salir a un lugar elegante.
–Sí, creo que los vi –comenté, levantándome y caminando hacia mi habitación.
Me dirigí al armario, donde contemplé los tres vestidos que Lauren tan amablemente me ha dejado.
–Todos son hermosos, pero el que tiene una especie de manga en el lado derecho, me gusta más.
–Sabía que ese sería tu favorito. Se vería precioso si dejas tu cabello suelto, un collar sencillo y unas zapatillas doradas le darían un toque brilloso.
–Gracias por el consejo, lo voy a tomar en cuenta.
–Muy bien. Te dejó sola, cariño, debo atender algunas cosas aquí, nada malo, sólo posibles muestras para el siguiente mes.
–De acuerdo, te llamaré después –respondí, cortando la llamada.
Guardé el celular en el bolsillo de mi pantalón, tomando el vestido que había escogido. Ciertamente, es un vestido hermoso, y como a mí me encanta verme despampanante, no dudaré en usarlo con los méritos que se merece.
¿Jhoath irá a la fiesta? No tengo a quien preguntarle eso, sería algo sospechoso, así que mejor, me arriesgo a ir, tal vez así pueda verla un poco, tal vez pueda descubrir que hace aquí, así tendría más posibilidades de saber cómo acercarme para no asustarla, pero las probabilidades son pocas, así que, por ahora, sólo me queda esperar.
♣♣♣♣♣
Aun no sé bien que fue lo que me impulsó a venir, si fue porque vi una oportunidad de observar más cerca de Jhoath, o torturarme a la distancia. Llevó más de dos horas aquí, horas donde mi mirada no se despega de ella, aunque no soy la única que la observa.
Sin duda alguna, ella resplandece, llama la atención, su aura inocente, angelical y sensual hace que los hombres la miren con lujuria y las mujeres con envidia. Cuando pasa a bailar con un chico con el que la he visto conversar hace un momento, las miradas caen en ellos, incluso la mía. Es inevitable.
Por mi mente, pasan varias opciones de como acercarme, conversar con ella como una extraña, pero no halló ni una sola que me complazca. Cuando el chico que se me ha presentado como el Heredero pasa a bailar con Jhoath, me doy cuenta de una cosa: Ellos tienen una historia.
La forma en que se miran, esa cercanía tan íntima, la pasión que desbordan al bailar, todo te hace consiente de que ellos son más que conocidos, incluso, más que amigos, sólo que aún no se dan cuenta. Ahí, hay una bomba a punto de explotar. ¿Quién será el primero en hacerla estallar?
–¿Disfrutando de la vista? –preguntó una voz rasposa a mi espalda, rodeada de una burla que comenzaba a ser familiar.
–No hay nada mejor que ver –respondí, sin quitar mi mirada del frente.
–Dudo que mis amigos sean un programa de televisión que te agrade.
–¿Son amigos tuyos?
–Claro. Al Heredero lo conozco desde que usa pañales, y a Jhoath, desde hace unos meses. Es una chica muy agradable, inteligente y divertida.
–Y me dices esto, ¿por...?
–Querer ser amable –respondió con burla.