Capítulo 2

 El instituto de BlackWood era del tamaño promedio, no tan grande como en donde vivía, pero estaba bien. Por suerte mamá se había encargado de enviar todos mis papeles aquí para la inscripción y ahora me encontraba paseando por los pasillos tratando de buscar la recepción para que me dieran mis horarios. Por suerte había llegado quince minutos antes de que las clases comenzarán, sabía que podía llegar a perderme y no quería arriesgarme. En unas de las puertas había unas letras en molde mayúscula negras que me indicaba que ahí era el lugar a donde debía llegar.

 Una mujer de edad mayor estaba sentada en un escritorio acomodando algunos papeles dispersos en su escritorio, me aclaré la garganta. 

— Disculpe, soy nuevo en el instituto, y necesito mis horarios.

 La señora Chae, su apellido por lo que decía en la placa que colgaba de su blazer, levantó la mirada y me sonrió amable.

— Dígame su nombre, por favor.

— Kim Seokjin.

— Si, querido, aquí están tus horarios —me entregó una hoja impresa con ellos y busco algo en uno de los cajones de su escritorio y sacó tres libros; todos de diferentes tamaños y grosores—. Estos libros son tuyos, te ayudarán en matemática, química y física.

— Muchas gracias —tome los libros entre mis brazos.

 Al salir afuera de la recepción, busque en lista de horarios lo que me tocaría. Matemáticas, en el salón "A". Cuando ya estaba por darme por vencido en mi búsqueda pude divisar la letra A en una de las puertas, por poco saltó de la alegría. Me dirigí al salón y buque un asiento vacío, ya que algunos chicos se encontraban ahí, me senté en el segundo banco y cuando el aula se llenó por completo un hombre con un portafolio y anteojos desfiló por el pasillo enfrente mío, apoyó las sus cosas en el escritorio y se paró en medio de los estudiantes.

— Soy el profesor Brucer, yo les enseñaré matemáticas —su vista se pasó por todos los estudiantes hasta frenar en mi persona, creo que todos sabemos que sucederá ahora—. Una cara nueva. Por favor, levántense y preséntese a sus compañeros.

 Me levanté de mi asiento intentando no ser tan brusco para no tropezar y hacer el ridículo delante de todos. Estaba nervioso, siempre me costó hacer amigos nuevos.

— Soy Kim Seokjin y me mudé aquí hace dos días —pestañee y sonreí tímido—. Espero que todos nos podamos llevar bien.

— Acabando con las presentaciones, vamos a empezar la clase.

 Y así fue mi primera mañana en el nuevo instituto, entre número y potencias acompañado de susurros, no tan susurros, de chicas sobre mí, como: “¿Ya viste su cabello?” comentó una con desagrado y “¿Viste como viste?” oh, por favor, mi cabello es así y no planeo cambiar si a alguien no le gusta y con respectó a mi vestimenta era una remera rosa palido y unos jeans negros con mis zapatillas blancas. Si me preguntaran yo no le veía nada de malo a lo que llevaba puesto.
Cuando el timbre sonó avisándonos del receso, busqué el patio de comidas y compré un jugo con un paquete de mis galletas favoritas, era suficiente para mí. Me senté en uno de los merenderos.

Estaba tomando mi jugo cuando un chico se acercó a mí.

— Hola, soy Hoseok —se presentó el castaño—. Nosotros vamos juntas a matemáticas.

— Jin, y si, lo sé, te vi en clase.

— ¿Te molesta si te acompaño? —pregunto, a lo que simplemente negué —. Por un momento pensé que no te agradaba.

— No es eso, solo no se me da bien hacer amigos —me sincere.

— Bien, si ese es el problema, te ayudaré un poco —él se levantó del asiento e hizo unas señas con su mano como si llamase a alguien y dijo—: te presentaré a mis amigos.

 Una chica morena y un chico castaño se acercaron con sus comidas, ambos parecían agradables.

— Bien, ellos son Jisoo y Jaehyung —señaló a cada uno mientras decía sus nombres—. Chicos, él es Jin.

— Hola, soy nuevo aquí.

 Jaehyung me miró de arriba abajo y sonrió galante—. Si me di cuenta, lindo.

— No le hagas caso, le encanta hacer bromas —me tranquilizo Jisoo, aunque no pude evitar soltar una risa nerviosa.

 Los amigos de Hoseok resultaron ser de verdad agradables, eran atentos conmigo e intentaban explicarme más sobre el instituto, como dónde queda cada aula y más. Hablamos de temas random e intercambie números con Emma. 

 Cuando mi vejiga estaba a punto de explotar les dije a los chicos que iría al baño, se Jisoo se ofreció a acompañarme para que no me perdiese, pero me negué, quería buscarlo yo solo, no siempre tendría a alguien que me acompañase.

 Por suerte, pude encontrar el baño justo a tiempo y cuando salí de ahí dos pares de brazos se ubicaron en mis hombros haciendo que pegue un pequeño salto debido al susto y que girara empujando al cuerpo que había hecho eso, para mi sorpresa no era uno, sino dos cuerpos. Taehyung y Jimin.

— Tranquilo, Jin —habló Jimin, levantando sus maños en señal de paz para que me calcara.

  Jimin llevaba una pequeña cadena de plata con su nombre grabado en ella y su mellizo, Tehyung; tenía unas pulseras de tela en su muñeca izquierda.