Un nuevo día amanece, la misma rutina de todos los días, después de estar listos y desayunar lo que Rosita nos preparó, nos fuimos primero al colegio donde dejé a Luciano y después a la empresa, le hable a mi asistente, quería saber si ya sé había encargado de conseguir una nueva secretaria. Rubén es bueno siendo mi asistente, pero no se da abasto con el trabajo, necesitamos una secretaria que nos ayude, y espero que hoy ya tengamos una y que sea eficiente.
—Rubén dime que me tienes, voy en camino y quiero todo listo para la reunión con los Zamoranos, le digo mientras estoy estacionando mi auto y voy hacia la entrada y veo que Rubén me está esperando y cuelgo.
—Señor, ya todo está listo, y esta es la lista de las candidatas para el puesto, después de la reunión voy a empezar la entrevista con recursos humanos, me dice, entramos a la oficina, enciendo mi computadora para revisar unos correos y esperar la hora de la reunión.
Entre Rubén y yo estuvimos trabajando, firmando contratos, la hora de la reunión llegó, fuimos a la sala de juntas. Los señores Zamorano ofrecieron un buen contrato que me abrirá las puertas en otros países, mi empresa crecerá y le llevaré muy alto, firmamos el contrato y cerramos con un apretón de mano, despedí a los Zamoranos y fui a la oficina.
— Señor, las candidatas al puesto ya están en recepción, ¿las hago subir?
— Si por favor, llévalas a la sala de juntas, yo quiero estar presente en la selección, Rubén necesito una persona eficiente y muy capaz para trabajar sobre presión.
—Así será señor, vamos entonces, López ya está esperado
Salimos a la sala de juntas, ahí estaban todas esperando ser entrevistadas y ser seleccionadas, fueron pasando una por una, yo solo las observaba en lo que López y Rubén las entrevistaban, nos llevó toda la tarde. Al fin encontramos a la indicada, es una mujer proactiva, inteligente, su currículo impecable, la observe y se desenvolvió muy bien con los que preguntaban, contestaba con mucha seguridad, no lo dude que antes de que le dijeran el protocolo de que le hablarían, me levanté dándole la mano.
—Señorita Cabrera es un gusto, mi nombre es Santiago Montemayor CEO de esta empresa, bienvenida el puesto es suyo, mañana la espero puntual a las ocho, López encárguese de su contrato, Rubén enséñale su espacio de trabajo e indícale sus deberes, con permiso señores nos vemos mañana, tengan una buena tarde.
Salí de la empresa rumbo a mi casa, pasaré lo que resta la tarde con Luciano, hoy no tenemos terapia, pero tengo pensado hacer actividades que a él le gusta, llegue a la casa, estacione mi auto y entro encontrándome con una muy agradable sorpresa.
— Hola extraño, mira este príncipe me ha ganado muchas partidas y tú sabes que a mí no me gusta perder, así que hay una manera de ganarle y esa es haciéndole muchas cosquillas, verdad mi principito hermoso —dice mi hermanita dándole muchos besos a Luciano quien está contento por como ríe y se deja hacer cosquillas de su tía, es a la única que le permite que lo toque.
—Hola princesa, que bonita sorpresa, me hubieras avisado hermanita para ir por ti, a qué hora llegaste, le digo dándole un brazo y un beso en la frente.
— mis niños, me da gusto verlos juntos y sonriendo, ya está lista la cena pasen al comedor, mi niño Luciano está muy contento hoy —nos llama Rosita en lo que camina a la cocina para servir la cena.Pasamos al comedor, después de comer nos fuimos a la sala a platicar, aunque lo único que hicimos fue ver una película que Luciano escogió, cuál después se aburrió y nos dejó ahí y él se fue a su habitación. Siempre lo hace, empieza algo y lo deja a media por hacer otra cosa, así es Luciano fui a su habitación y estaba dibujando mientras hace una torre con bloques.
Baje con Sara quien estaba tomando una copa de vino, yo me serví una de whisky, me senté a su lado y nos quedamos en silencio un buen rato, hasta que rompió el silencio.
—¿Por qué hermano? ¿Por qué tienes que llevar tu solo la carga? Sabes que no estás solo, me tienes a mí, somos familia, somos tú y yo, ya no más hermano deja que te ayude —me reclama Sara cruzada de brazos
—Gracias princesa, pero es mi deber como hermano darte lo que necesites, a Luciano protegerlo hasta con mi vida, ustedes dos son lo único que tengo, tu mi hermanita y Luciano mi hijo, vamos a salir adelante, sus terapias lo van a ayudar y a mí también, he estado leyendo mucho y me ayudan a entender su condición —la abrazo dejando un beso en su cabeza.
—Santi, voy a estar aquí, vine a quedarme un tiempo, te voy a apoyar con mi sobrino, mira antes de que me digas que va a pasar con mis estudios. No te preocupes, me falta muy poco para terminar y lo voy a hacer a distancia en línea, mientras quiero hacerte menos tu carga, y espero y no te opongas que de igual manera no te haré caso.
—que voy a hacer contigo, pero si ya tomaste la decisión, está bien, gracias hermanita, te quiero y no sabes como te he extrañado, y te necesito mucho, no sabes cuanta falta me hace mamá, necesito su consejo, que me diga aquí estoy, siento que voy a colapsar, estoy cansado y abrumado. Mario me ha ayudado mucho con Luciano, no sé qué hubiera hecho y gracias a él me he estado informando sobre el Asperger y como lidiar con ello, sabes la Psicóloga dice que como familia debemos ayudarlo y tenerle mucha paciencia y darle mucho amor.
—Así será Santi, vamos a ayudar a mi principito hermoso y va a crecer como cualquier otro niño normal, sé qué mamá está muy orgullosa de nosotros y más de ti por ser un buen hijo, un buen padre y buen hermano, te quiero mucho y juntos lo lograremos.
Nos quedamos hablando hasta tarde, después cada uno nos fuimos a nuestra habitación, me di un baño antes de acostarme y poder descansar.
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Editado: 27.10.2024