Llegue al colegio de Luciano, fui a su salón por él, detrás de mí llegó Sandra, le pedí que llevara a Luciano a comer algo en lo que hablo con su maestra, se lo lleva y con la miss Molly nos fuimos a la sala de maestros.
—Más que nada quiero saber una cosa maestra, no lo malinterprete, pero quiero estar seguro en quién voy a confiar a mi hijo, y sobre todo que estemos en sincronía con su progreso sobre su condición —le explico lo que quiero saber de mi hijo
—Entiendo señor Montemayor, también me gustaría darle a usted mi currículo de todo mi trabajo, aparte de ser maestra, soy psicóloga y especialista en niños con TEA, sepa que en esta escuela todos estamos capacitados para atender a nuestros niños, estamos pendientes de sus actitudes y capacidades. Junto con los padres trabajamos de la mano para que ellos se sientan seguros ante la sociedad, que sean capaces de tener una vida normal y tranquila, que se mezclen en hábito laboral, los niños como Luciano son personitas inteligentes y capaces de sobresalir en muchas profesiones.
—Quiero que sepa que apenas, detectamos que mi hijo es un niño especial, y aunque he estado investigando y su psicóloga nos ha dado muchas sugerencias de como tratarlo, me gustaría que en conjunto con usted, Luciano sea un niño feliz y capaz de hacer muchas cosas por sí solo.
—De eso téngalo por seguro, En la actualidad el TEA se sitúa en un caso de cada cien, muchos niños y adultos son discriminados por el desconocimiento y la falta de empatía con aquellas personas que son diferentes, es por eso, señor Montemayor que debemos conocer para incluir a la sociedad a estos niños.
—A diferencia del Autismo, el Síndrome de Asperger no acostumbra a presentar retraso cognitivo, ni en la adquisición ni en el desarrollo del lenguaje. Un buen diagnóstico a edades tempranas es fundamental para poder trabajar con el menor de manera precoz sobre estas dificultades, así como para dar pautas a familia y profesores para ayudar a su desarrollo y facilitar su inclusión social.
—Ellos pueden desarrollar un interés en alguna actividad en específico, a veces muestran un interés obsesivo por determinados temas, pero por lo general su perfil cognitivo se suele encontrar dentro de lo normal, aunque pueden existir casos en que haya una comorbilidad con un diagnóstico de altas capacidades.
—Hoy estuve observando a Luciano por la mañana, desde su manera de hablar, hasta sus movimientos, aunque le gusta hacer amigos, le cuesta estar con ellos, su falta de habilidad social hace que no pueda mantener una conversación, no entiende la comunicación no verbal, es decir le cuesta comprender los gestos de los demás y no puede establecer contacto visual.
—Los niños como Luciano tiene un lenguaje muy formal y con tecnicismo independiente, el tono de voz a veces es muy alto o muy bajo usando el mismo tono de voz.
—Señor Montemayor, su diagnóstico temprano nos va a ayudar a que Luciano crezca como todos los niños normales, es un niño normal solo que Luciano es especial, de mi parte trabaje con actividades que le ayuden en su desarrollo cognitivo, y poco a poco vamos a ir trabajando en muchas otras cosas más —explica la miss de Luciano
Platicamos con la miss un largo rato, como detectar desde una rabieta, hasta una crisis, ya que son muy sensibles, al dolor, los olores y muchas otras cosas, quiero que mi hijo crezca sin discriminación, quiero que sea feliz, y sobre todo que tenga una vida tranquila.
Quedamos en que trabajarían en conjunto con su psicóloga para su buen desarrollo, me recomendó hacerles otros estudios para ver el nivel de desarrollo intelectual y cognitivo, para poder ayudarlo más adelante con respecto a lo que quiere hacer cuando sea grande.
Me despedí de la miss, y regresé a la empresa, Sara y Luciano se habían ido a la casa, me puse a trabajar, entre el colegio y las terapias de Luciano voy a necesitar tiempo. Voy a estar con mi hijo en todos estos paso que dé para que crezca fuerte y sin restricciones, que tenga una niñez como todos los niños, con juegos y que me tenga más que un padre, como un amigo en quien pueda confiar. Para cuando sea grande e independiente tenga voy a estar ahí, ata apoyarlo en lo que quiera ser y hacer, que cumpla sus sueños y propósitos.
Luciano es mi mayor orgullo, a sus cinco años es un niño muy inteligente e independiente, las terapias me han enseñado a identificar sus gustos, disgustos, cuando está enojado o contento, Luciano también ha aprendido a controlarse, y lo hace ya sea dibujando o construyendo torres. Le he comprado desde bloques de todos tamaños y construye todo lo que dibuja, hay ocasiones en que lo he observado lo que hace en su tableta, está aprendiendo a leer y escribir, su maestra también le ha ayudado mucho, su paciencia y dedicación no solo con Luciano si no con todo su grupo la hace ser confiable.
Mi empresa cada día crece más, he hecho negocios fuera del país junto con mi hermana quien ha sido de gran ayuda, es una gran economista y ruda con los negocios, ya terminó su postgrado, ahora está al cien por ciento en la empresa. Cuando salgo de viaje por negocios, ella es la que se queda al mando y sobre todo al cuidado de Luciano, quien lleva al colegio y sus terapias, ha hecho una buena amistad con Paola y con Molly la maestra de Luciano.
Estos meses han sido duros, Sara me dice que le dé una oportunidad al amor de nuevo, tengo miedo a que no quieran a mi hijo, lo discriminen, ya pase por ahí después de que me separé de Fátima, salí con una persona que conocí cuando recién empezaba mi empresa, pero ni funcionó. Cuando conoció a Luciano lo primero que hizo fue proponer que debido a su conducta “rara” como decía lo enviara a un internado en donde lo podían corregir, y no acepte. Quien en verdad me ame tiene que amar a mi hijo, aceptarlo y apoyarlo, comes un niño especial, tal vez un día encuentre a alguien así, y talvez ahí logre formar nuevamente un hogar, pero ahorita primero está mi hijo.
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Editado: 27.10.2024