Lucifer

Capítulo XXX

Damon y Ales se encontraban afuera de Inferno recostados en el auto, esperando a que sus respectivos hermanos aparecieran. Damon aún quería golpear a Ales por besar a su hermana pero estaba usando toda su fuerza de voluntad para no hacerlo. Porque vaya que si tenía celos, pero no iba a admitirlo.  

Al escuchar el rugido de un motor venir a toda velocidad de inmediato supieron que se trataba de Fer. El auto venía a toda velocidad y al igual que en el instituto dio un giro brusco y el auto se estaciono perfectamente.

De inmediato se abrió la puerta del copiloto, de este salió un Alec bastante alterado y se lanzó al suelo, por poco y no besó el asfalto.

 —Tierra, al fin tierra-decía Alec acostado en el suelo—Vi pasar todos los momentos de mi vida frente a mis ojos

Seguido de Alec bajo una Fer muy tranquila.

—Que dramático, y dicen que las mujeres somos las dramáticas-dijo Fer pasando al lado del demonio que aún seguía recostado en el suelo

Damon solo observó al demonio como a un insecto y siguió a su hermana, mientras que Ales se detuvo al lado de su hermano y le dio una suave patada.

—Ya levántate, nos avergüenzas-y siguió su camino 

—Todos son unos insensibles-y con mucho pesar se separó del suelo

Los tres demonios y la adolescente se dirigían al ascensor para subir al penthouse, cada uno iba distraído en su celular a excepción de Ales que seguía con la lectura de su libro.

—Tengo mucha hambre, pediré pizza-anuncio Fer

—Pide una Hawaiana para mí-pidió Damon, Fer hizo una mueca de asco, esa pizza no era de su agrado

—Una Diávola para nosotros-pidieron los gemelos al mismo tiempo

—Y para mi una Napolitana con extra, mucho extra de queso-hablo para si misma—Damon puedes pedirle a uno de los demonios que traiga una soda zero para mi, aun no les caigo bien

Damon despegó su vista de su celular y le dio una mirada de fastidio a su hermana.

—Ya estás en modo cerdo desnutrido-dicho eso se fue a pedir a algún demonio que les suban unas gaseosas

Ya estando arriba se acomodaron frente al plasma y esperaban por las pizzas. Cuando la comida y bebidas llegaron empezaron a devorar sus respectivas pizzas.

—Te escuche decir que Axara vendrá hoy-preguntó Damon—Porque o para que 

—Según ella no puedo simplemente subir al escenario y cantar, debo tener una estupida coreografía para el estupido concurso de talentos

—Aun no me dices para qué viene

—Vendrá a ayudarme a crear la tonta coreo-dijo antes de darle un mordisco a su pizza

—Entonces te veremos bailar-pregunto Alec, Fer asintió—Genial veremos que tan bien te mueves

Después de dejar vacías las cajas de pizza, se dedicaron a ver un reality, que en opinión de Damon esos programas eran “basura” pero aun así lo estaba viendo. Estuvieron atentos al programa por más de una hora y en todo ese tiempo el único que no le prestaba atención al reality era Ales, seguía muy concentrado en su lectura.

—Te llego un mensaje-dijo Alec que tenía el celular de Fer muy cerca

—Me lo pasas-y el demonio le dio su celular-Diablos olvide mandarle la dirección a Axara

De inmediato Fer envió la dirección de su nuevo hogar recibiendo un mensaje de “llegaré en diez minutos” por parte de Axara.

 —Iré a ponerme algo más cómodo-dijo levantándose de su sitio—Luego me ponen al tanto de lo que pasa

Se dirige a su habitación siendo ignorada por los demonios, luego de cambiarse por algo más cómodo para crear la estúpida coreografía, vuelve al salón con los demás a seguir viendo su entretenido programa.

—No tendría que haber llegado ya-pregunta Damon sin quitar la vista de la pantalla

—Imagino que esta abajo, seguro está muy sorprendida de saber que vivo aquí, esperaré a que suba-dice Fer 

—Si recuerdas que Inferno es un club que en su mayoría son demonios los que vienen-le dice su hermano

—Claro que lo recuerdo pero que tiene que ver eso con Axa

—Que a nosotros los demonios nos gusta seducir y jugar con chicas como Axara

En ese mismo momento Fer corrió hacia el elevador y presionó de manera histérica el botón que la llevaría al primer piso. Le rogaba al infierno que Axa no tenga encuentros con ningún tipo de demonio.

 

En la entrada de Inferno estaba Axara un tanto confusa por la dirección que su amiga le había enviado, ella no podía vivir en ese club, pero aun así decidió entrar.

Logró entrar con facilidad ya que los típicos guardias con aspecto de asesinos no se encontraban vigilando, el club por dentro no se veía como días anteriores, estaba mucho más vacío y sacó la conclusión de que estaba así porque era muy temprano para que los clientes vengan a divertirse. Pero aun así había algunas almas que bebian. 

Debía preguntar en donde estaba su amiga así que se decidió acercar al bar, no dio ni cinco pasos y alguien se le atravesó en frente deteniéndola.

—Que hace una chica tan sexy como tu por aqui y sin compañía-le dijo el desconocido con un acento extraño

A la vista de Axa el que la detuvo era un hombre entre los veinte y veinticinco años, la realidad es que era un demonio y no uno bueno.

—Eh….sola yo, ha-usó la ironía para que no se notara que estaba aterrada—Crees que una chica como yo vendría sola

—Pues no veo a nadie contigo

—Eso es porque la estoy esperando y dejame decirte que me gusta esperar sola y sin que nadie me moleste

—Déjame darte un consejito, a nadie le gusta estar solo en esta vida y me ofrezco a hacerte compañía, es más te aseguro que nos divertiremos

—A veces es mejor estar solo que mal acompañado y a simple vista no me pareces un magnífico acompañante, asi que te pido que me dejes en paz

—Te doy mi palabra que soy el mejor acompañante que podrías desear-empezó a acorralar a Axa contra una pared—Te ofrezco que vengas conmigo por las buenas, creeme que no querrás verme de malas




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