ANDREA
¿Por qué hago esto?
Otra pregunta ronda más mi cabeza, pero quiero huir, descansar. Solo deseo un poco de paz, no importa si tengo que escapar de la realidad y vivir un rato de ficción. Eso también me brinda un momento de paz y quizás amor.
Quizás me esté arriesgando, pero es bueno saber que al menos tengo a alguien a quien puedo considerar una amiga. Quizás me arrepienta, pero temo que si no me arriesgo, nunca sabré si fue una buena decisión.
Te va a destrozar más.
Quizás, pero no me engaña. Ella es igual que yo; un monstruo la acecha, de esos que no se esconden en las sombras, sino que salen a la luz sin miedo de que todos sepan lo que son...
Monstruos.
No puedes con tu miserable vida, mucho menos con tu supuesta amistad.
Quizás ella sea lo que necesito para al menos soportar el simple hecho de respirar. No me importa si tengo que arriesgarme.
Me levanto de la manta de rayas para ir a la canasta. Saco un pequeño pastel y me acerco a Brusela con una vela y un mechero.
Empiezo a cantar el Feliz Cumpleaños mientras me acerco a ella.
—Detente —susurra sin dejar de ver el hermoso cielo—. Canta otra, no quiero esa —pide.
Decido no preguntar para no arruinar el momento y simplemente pienso en qué cantar.
Rewrite The Stars
No está relacionada con cumpleaños, pero no me importa. La ocasión merece esta canción, y aunque no somos pareja ni nada por el estilo...
Los hombres están demasiado buenos para volverme lesbiana.
Pero de alguna manera somos amigas, así que la canción puede significar lo que nosotras queramos.
— What if we rewrite the stars? —empiezo a cantar despacio mientras me acerco a ella, sentándome a su lado con el pastel en las manos mientras la llama de la vela ilumina sus ojos.
—Say you were made to be mine. Nothin' could keep us apart —sigo cantando mientras ella me observa en silencio.
— It's up to you, and it's up to me. No one could say what we get to be—canta ella en un susurro con una pequeña sonrisa que desaparece cuando se da cuenta de que la miro.
—¿So why don't we rewrite the stars? —cantamos juntas mientras nuestras miradas se encuentran. Le sonrío sinceramente sin entender cómo puedo sentir esta calidez estando con ella.
- And maybe the world could be ours, tonigh —termino de cantar suavemente mientras ella observa la vela—. Pide un deseo —digo animándola a soplar la vela.
Brusela cierra los ojos y murmura algo que no logro escuchar a pesar de la cercanía, y luego sopla la vela.
—Feliz cumpleaños, Brus.
Brusela exhala profundamente mientras observa el cielo estrellado.
—Qué bonitas estrellas —menciono, mirando al cielo mientras las estrellas titilan y algunas brillan más que otras.
—¿Qué pasaría si fuese una de ellas? —susurra Brusela, apenas audible. Siento cómo el aire se retiene en mis pulmones y observo disimuladamente a Brusela mientras ella se acuesta en la manta sin mirarme.
La imito mientras me pregunto cuántos monstruos rondarán esa pequeña cabecita. ¿Pueden los débiles tener salvadores de los monstruos? ¿Puede la presa ayudar a no ser acechada por otro cazador?
El silencio envuelve la atmósfera, pero no es incómodo, sino tranquilo, un pequeño momento de felicidad, un pequeño escape de la cruel realidad.
—Cuando llueve, el lugar se llena de luciérnagas por la noche —rompo el silencio—. Sabes, mi madre de pequeña me contaba una historia —otra mentira más. Ella no me contaba nada, solo me despreciaba. Yo era la que, abrazada a una almohada, me contaba historias creadas por mi imaginación para sentir que tenía lo que más necesitaba: cariño y protección.
Siento cómo Brusela se tensa, pero trata de disimularlo sin éxito.
Interesante...
—Me contaba un cuento todas las noches, sobre una niña llamada Luna que vivía en un pequeño pueblo. Ella deseaba tener una estrella amiga para compartir sus sueños. Una noche, una estrella llamada Deseo apareció y se hicieron inseparables —relato mientras recuerdo las frías y oscuras noches en las que me contaba la historia para consolarme—. Luna quería ayudar a las personas del pueblo a cumplir sus deseos, y Deseo prometió cumplir los deseos sinceros y llenos de amor. Trabajaron juntas, y los deseos del pueblo comenzaron a hacerse realidad, trayendo alegría y esperanza a todos. Luna y Deseo siguieron siendo amigas, iluminando la vida de todos con amor y magia —termino de contar mientras escucho una leve respiración a mi lado, viendo a Brusela dormida.
Sonrío y tomo otra manta de la pequeña canasta para arroparla. Me acuesto a su lado y observo una estrella brillar más que las demás.
Si te volvieras una estrella, serías la más bonita de todas, hasta la luna te envidiaría...
Pero si tengo que ser egoísta, lo seré. No tienes que irte de mi lado para ser una estrella, porque solo con estar cerca tuyo siento que eres la luz que me guía, aunque no sé cuál es el camino.
Y eso me aterra y me asusta, pero al menos sé que no estaré sola...
XXXXXXXXXX
TRADUCCIÓN DE PARTE DE LA CANCIÓN:
¿Y si reescribimos las estrellas?
Di que fuiste hecho para ser mío
Nada podría separarnos
Tú serás a quien debía encontrar
Depende de ti y depende de mí
Nadie podría decir lo que llegaremos a ser
Entonces, ¿por qué no reescribimos las estrellas?
Y tal vez el mundo podría ser nuestro, esta noche
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Editado: 14.12.2024