Lukímia.

El vampiro en la muralla.

Y así, cavilando en el asunto, el vampiro enfiló con rumbo al Sur, descartando por completo que su objetivo se hubiera adentrado en El Mar de los Muertos, al cabo de una hora de preguntar en cada una de las torres de vigilancia que se encontró, llegó al portón negro y Lukímia al detectarlo, remojó la punta de una flecha en brea y encendiéndola en un pebetero, la acomodó en su arco y apuntándolo le dijo:

  -¡Deteneos intruso que la alerta es roja y no podrás salir de nuestro territorio!

  -¡Espera! Soy Valek Deinal y no deseo cruzar la muralla, solo necesito información.

  

Dice el vampiro levantando sus brazos, mientras agitaba sus alas de demonio para mantenerse suspendido en el aire.

  -¿Qué tipo de información necesitas? –contesta Lukímia sin dejar de apuntarlo.

  -Tan solo saber si alguien ha cruzado la muralla después de la explosión. 

Contesta Valek ya habiendo avanzado, hasta que la punta encendida de la flecha de la diana oscura, estaba a unos cuantos centímetros de su pecho;  Lukímia al ver la acción temeraria del vampiro y no detectar miedo, dejándolo de apuntar resopló, para quitarse un poco del pelo que caía sobre su rostro y le dijo:

  -Nadie ha cruzado la muralla ni para entrar ni para salir, ni antes ni después de la explosión, ni por tierra ni por aire, ni de día, ni de noche.

  -Vengo preguntando de torre en torre desde las faldas de La Cordillera de los Dragones y todos contestan lo mismo. –dice resignado.

  -Todos te contestan lo mismo, porque cuando se cierra el cordón de seguridad de alerta roja, nada ni nadie puede cruzar sin que nos demos cuenta y ahora dime; ¿Qué es exactamente lo que buscas? –pregunta Lukímia ya algo interesada en el asunto.

  -Exactamente lo que busco es a la princesa.  

Contesta el vampiro a la sorprendida guardiana, que no dejó ver ni un ápice de su asombro en sus ojos azul oscuro, y resoplando una vez más para retirarse el pelo de la comisura de los labios, dijo:

  -La princesa cayó en la explosión y sus restos aún no han sido encontrados.

  -Me temo que tus fuentes de información y tu cordón de vigilancia no son tan exactos, porque si he venido hasta aquí preguntando de torre en torre si algo ha cruzado la muralla, es porque sé perfectamente que ella no estaba en el castillo en el momento de la explosión, y por eso es tan importante para mí saber si cruzó la muralla o no.

Contesta Valek descendiendo sobre la pasarela de piedra de la parte superior de las murallas, para darle un descanso a sus alas que no había dejado de agitar y Lukímia, desenrollando su látigo de la cintura, dispuesta a obligar al vampiro a decirle todo, le dijo:

  -Tendrás que ser muy claro y contarme tu versión completa si es que quieres regresar ileso a tu cubículo.

  -¡Tranquila, tranquila! Honorable guardiana del portón negro que ya sé que eres muy buena con el látigo, así como sé que eres muy amiga de la princesa, por eso también sé que puedo confiar en ti y contarte todo, mira, te digo que la princesa no estaba en el castillo en el momento de la explosión, porque yo la vi salir volando unos segundos antes, pero cuando la seguía la onda expansiva me alcanzó derribándome por lo cual le perdí el rumbo, traté de encontrarla durante toda la noche anterior pero me agarró el día, muy cerca de La Cordillera de los Dragones y tuve que refugiarme en una de las cuevas, hasta esta noche para regresar a Nosferália, pero en la barra de “El cielo” el cantinero me dijo lo mismo que tú me estás diciendo ahora, que no encuentran los restos de la princesa, porque pudo haber sido pulverizada, pero no es así, ella debe de estar perdida por ahí y si me aseguras que nadie ha salido desde anoche, entonces continuaré mi búsqueda dentro del territorio.

  

Dice Valek mientras la bella chica de blanca piel, contrastando con la piel negra de su vestido, zapateaba impaciente mientras el vampiro le contaba su historia.

  -Mmmh; ¿Así que Lilita escapó antes de la explosión? Y… ¿Tu qué demonios hacías con ella la noche de anoche? Además; ¿Cómo burlaste el cordón de vigilancia si estaba cerrado el candado desde las últimas tres noches con sus días? 

 

Se destapa Lukímia preguntando todo lo que se le ocurrió preguntar en ese momento.

  -Son cosas que no pienso y no tengo por qué contestarte, porque no tengo tiempo que perder y ahora mejor déjame seguir la búsqueda, porque quién sabe cuál sea en estos momentos la suerte de la princesa.

  -¡Espera! Tienes razón en no querer perder tiempo en preguntas estúpidas que luego me contestarás, pero no la tienes en querer continuar la búsqueda sin un patrón definido, en primera Lilita no se desorienta ni se asusta fácilmente, si es que no cayó en la explosión y no ha regresado al castillo, entonces se encuentra en un verdadero peligro y en realidad urge que la encontremos, así que lo primero que tienes que saber es en donde se encuentra, para enviar a nuestras legiones a buscarla y rescatarla.

  -¿Alguna sugerencia? Digo, porque la verdad que no tengo ni la más mínima idea de donde pueda estar.  –Contesta Valek.

  -¿Mmmh? –gesticula Lukímia mientras pensaba en el asunto. -¡Tengo un plan! Como lo primero que debemos saber es en donde se encuentra, entonces deberás de ir a La Cascada de los Deseos en el Valle de las Flores y preguntarle por su ubicación, ya teniendo ese dato regresas aquí conmigo y podré enviar una legión a rescatarla o recuperar su cuerpo.




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