Hola, Lulu. No sé cómo empezar esto. Soy mala haciendo amigos, por eso te estoy escribiendo. Supuse que iba a ser más fácil contigo, pero es igual de complicado. Te cuento un poco de mí. Tengo trece años, y odio vivir aquí, es decir, odio vivir. Pensé que esta sería una buena idea para darme a entender y que mis palabras para ti también lo sean para mí. Si mal no creo, te interesará lo que es estar vivo, aunque nunca aprendiste a leer y tampoco a hablar, los sentimientos son tan grandes que con eso me entenderás, necesito que así sea.
Desahogándome, te quiero contar todo lo que pueda acerca de todos los que me rodean, y me ayudes a contestar una pregunta que todavía no puedo contestar, ¿vale la pena estar vivo Lulu? Te fuiste cuando tenías cuatro meses, perdón por molestarte, perdón por creerme Dios. Odio la vida, porque quiero vivir y no puedo evitar pensar que en cualquier momento termina. Te quiero dar otra oportunidad en esta tierra, ayúdame, solo quiero contarte cómo es estar vivo.
Llegué aquí porque mi papá desapareció. Lulu, no te imaginas cómo lo extraño. Obviamente también quiero a mi mamá, pero ella vive muy lejos de todo. Con mi papá vivíamos en una hermosa ciudad, hay tantas cosas que me gustaría describirte. Yo decidí quedarme con él cuando se divorciaron y mamá vino aquí. En la ciudad, tenía un kiosco en frente, y el parque a dos cuadras, además del colegio a tres cuadras. Las casas de mis amigos del colegio estaban alrededor, o a un colectivo. Aquí, para empezar no tengo amigos, no existen los kioscos, todo es campo, así que no hay plazas, por ende, no hay juegos, y todavía no empiezo los estudios porque es principio de Febrero. Lulu, no tengo vecinos. La persona que vive cerca de casa, está a doce kilómetros, hay que ir en carreta y los caballos me dan pena aunque sean uno más de la familia. Lulu, no te quiero poner incómoda, pero, ¿me dirías, me harías saber, si mi papá continua entre nosotros, o está contigo?
-Con cariño, Emilia.
Hola, Lulu. Así es la vida… y no te estás perdiendo de mucho. Hoy conocí a mi vecina, creo que es una persona súper cool, se viste toda de negro, usa mucho delineador y llegó montando un caballo azabache con el cabello más reluciente que cualquier comercial que haya visto en la tv. Creo que podríamos llegar a ser amigas porque es tan tímida como yo, lo malo es que somos tan tímidas que no hablamos, solo nos quedamos mirando. Su nombre es Greta, ella estaba aferrada a su padre en el caballo, él lo conducía. Habló con mi mamá sobre la escuela de aquí, tenía un poco de fe en no usar guardapolvos pero sí hay que usarlos. El establecimiento tiene primaria y secundaria. Ojalá pudiera ir al mismo grado que Greta para tener un tema para hablar. Lulu, al menos tengo la intención de integrarme, me cuesta. Cuando veo a las personas siento que se me congelan las extremidades, literalmente, siento frío. Me pregunto cómo hubieras sido tú a mi edad, aunque para este año tú ya deberías tener veintiuno, quizás serías la hermana mayor que siempre quise tener. Por tu locación quizá serías una amiga a parte de vecina. A partir de ahora imaginaré eso, estoy segura. Lulu, si estuvieras con vida nos hubiéramos llevado bien.
-Te quiere, Emilia.
Lulu, están pasando las vacaciones y tengo miedo. Ya casi empiezan las clases, me inscribieron y no voy a ir con Greta, sí en el mismo establecimiento pero a diferentes cursos. Tenía fe porque tenemos la misma edad pero ahora tengo pánico, ¿estoy loca? No volví a hablar con ella o a verla, pero siento una conexión, puede ser porque llamó mi atención.
Vi otros niños venir por aquí, pero pocos, vienen con algún que otro familiar a visitar gente que duerme en nuestro patio. Lulu, no me gusta dormir sabiendo que mi patio es un cementerio, solo me alivia sentirte cerca. Necesito fuerza para socializar, las clases inician la semana que viene. A pesar del miedo voy y vengo del patio trasero, mi mamá no quiere que la ayude con cosas lúgubres de su trabajo pero insisto y lo hago, me hace sentir cerca tuyo.
-Te quiere, Emilia.
Hola Lulu, hoy fui a la iglesia con mi mamá. Mañana empiezan las clases y siento que voy a vomitar cada vez que lo pienso. Pero tuve suerte. El padre de Greta dice que ella tiene problemas para socializar y la trajo conmigo a ver si podíamos ser amigas. ¿Y qué pasó? Nos hicimos amigas. Deja, te cuento cómo pasó. Yo adulé su ropa y me dijo que le gusta el rock, me hizo escuchar canciones de diferentes bandas de diferentes países y me encantaron, sobre todo una que se llama Evanescence, hasta me aprendí un par de letras y ahora quiero estudiar inglés. Greta es muy buena onda. Peiné su pelo encrespado y ella jugó con mis juguetes. Con ella me sentí una niña de nuevo así que por eso digo que aunque nos vimos un día, ya la considero mi amiga.
-Te quiere, Emilia.
Lulu, me siento desorientada. Un poco culpable por dejar de escribirte, pero ya que lo estoy haciendo, quería decirte que tengo amigos, y esa es la razón de mi ausencia. Disculpame, por favor. Mi mamá me advirtió de mandarme a un psicólogo si lo seguía haciendo, así que desistí porque cuando vivía con papá fui a una que me hacía sentir mal. Dicen que hay psicólogos buenos pero tengo miedo de llegar a otra que no lo es. Me forcé a socializar y aunque me costó pude lograrlo. Greta es muy buena conmigo, ella fue quien dió el primer paso, yo estaba sola en el recreo, como siempre, y ella se me acercó y empezó a hablar sobre el color negro. Hermoso color, aunque para ti no debe serlo, apuesto que es lo único que conoces, la oscuridad. Greta ama la oscuridad, no creo que de verdad tanto, o sí, mi mamá dice que intenta ser diferente y destacar. Su ropa es negra completamente y usa una capa gruesa de delineador en sus ojos. La mayoría de las veces, ella también es excluida. Se burlan de ella por cómo es, ella dice que es por la ignorancia de la gente, el racismo. A su hermana nadie le dice nada por vestirse de negro y usar mucho delineador, pero a ella sí, cree que es porque ella es morocha, bastante, y su hermana, en cambio, es pálida como papel. ¿Dije su “hermana”? Perdón, quise decir, su media-hermana. Sus padres están divorciados, vive con su madre y ella tiene una pareja que tiene una hija de casi su edad, se llama Tina. Según Greta, es mala, cruel y despreciable, la odia. Por el momento no la conozco así que en unos días te lo diré.
Editado: 02.12.2023