La tarde había pasado demasiado rápido, Valentine ha regresado a su hogar y mamá no ha parado de hacerme preguntas.
Es mi madre y la adoro, pero ahora mismo quiero buscar a la pelirroja y asegurarme de que este bien, no quiero que este sufriendo por mi culpa. Debí escuchar a papá cuando me dijo que si salía con alguien que no fuera mi Mate terminaría rompiendo su corazón.
—Sé cuando no quieres hablar, puedes irte cariño —dice mamá con una ligera sonrisa— después puedo molestarte.
—Gracias por tu consideración, te veo en la cena —me despido dejando un beso en su mejilla y corro siguiendo el rastro de Scarlett.
—¿Tu madre está sola? —pregunta papá saliendo de su despacho.
—Si, está en la sala.
—Hora de dormir, niños —murmura y se aleja riendo.
¿Hora de dormir? Tan solo son las 8, es demasiado temprano.
—Es un sucio —escucho a Ashton decir y entiendo lo que papá trataba de decir.
Diosa, ¿era mucho pedir unos padres normales?
—Asegurate de que Lexy este lejos de esos dos —ordeno antes de correr hacia la habitación de la pelirroja.
Solo espero no recibir la noticia de un hermano más, con los que tengo es más que suficiente.
—Rojita, abre la puerta por favor —pido mientras doy toques en esta.
—Estoy duchandome, ¿te importaría esperar un poco? —grita en respuesta.
—Aquí estaré —respondo de igual manera.
Me siento al lado de la puerta y escucho los sonidos provenientes de su habitación, es extraño ya que en en segundo piso las habitación ocupadas están insonorizadas y es imposible escuchar que hacen ahí dentro. Por esta misma razón lo hizo papá, así podría encerrarse con mamá sin tener que preocuparse por la salud mental de sus hijos.
Aún así nos vimos afectados, cuando nos enteramos de cómo nacimos realmente fue traumante, ahí comprendí que durante esas vacaciones en las que mis padres pasaban encerrados la mayoría del tiempo estaban procreando a Lexa.
—Hola —dice Scarlett sacándome de mis pensamientos.
—Hola, ¿podemos hablar? —pregunto y asiente.
—Pasa —hace un ademán indicandome que entre a su habitación y me levanto del suelo para seguirla.
—Gracias.
Me ofrece tomar asiento en su cama y así lo hago, inhalo profundamente y me preparo para lo que viene.
—Scarlett lo lamento, mi padre me advirtió que esto pasaría y aún así arriesgue tu corazón...
—¿El señor Woods sabía sobre nosotros? —Pregunta sorprendida.
—No, me advirtió sobre salir con personas que no fueran mi Mate y decidí ignorarlo —respondo— fue muy egoísta de mi parte hacer eso, era tu corazón el que sufriría más con esto y decidí forzar esto.
—No todo fue tu culpa, tranquilo. Yo sabía de los riesgos y aún así quise estar contigo —suspira— tú no te preocupes por mí, yo entiendo que tu tienes a alguien destinado para ti y no voy a interponerme, de hecho Valentine me parece una chica muy linda y agradable.
—¿Cómo puedes pedirme que no me preocupe? Si, Valentine es quien fue destinada para mí y no te voy a negar que disfruto de su compañía y que sé que mientras más tiempo estemos juntos voy a quererla, pero tu has sido parte importante de mi vida. Pasaste de ser mi niñera a mi primer amor, me he preocupado por ti desde que tengo conciencia y no voy a dejar de hacerlo ahora.
Una sonrisa adorna su rostro y de inmediato siento como sus brazos me rodean. Puede que haya encontrado a mi Mate, pero los sentimientos por Scarlett no van a desaparecer en cuestión de horas.
—Gracias rulitos —ríe— sé que siempre voy a encontrar en ti un amigo y te lo agradezco demasiado.
—Puede que ya no seas mi pareja, pero siempre has sido como mi mejor amiga —rio y beso su coronilla— así que cada vez que me necesites estaré para ti.
—Gracias Lex, eres lo mejor que me ha pasado en la vida —murmura mientras se acurruca en mi pecho.
Puede que los sentimientos no se hayan ido, pero tampoco seré como Dick Grayson que antes de casarse con Starfire se acuesta con Barbara Gordon. No, según mi madre, papá puede ser un idiota pero me enseñó a ser un hombre de palabra y de una sola mujer.
—Tengo que irme Rojita, te veo después —me despido besando su mejilla.
—Nos vemos Lex —sonríe y salgo de la habitación.
Mi relación con ella terminó oficialmente, ahora debo enfocarme en Valentine, admito que la historia de mis padres no me dejó una valiosa enseñanza sobre el amor de un Mate, pero la rubia es agradable y seguramente será divertido convivir con ella. Además ella tampoco quiere apresurar las cosas, quiere que nos conozcamos a fondo y así las cosas fluirán naturalmente.
Inhalo profundamente y me armo de valor para entrar a la sala donde se encuentra mi madre.
—¿Qué? ¿Quiénes son ustedes y que han hecho con mis padres? —pregunto al ver la escena frente a mí.
Papá abraza a mamá por los hombros y ella lo abraza por la cintura, esta recostada en su pecho y eso no es normal.
—¿Ahora qué te pasa niño? —pregunta papá al abrir los ojos.
—La pregunta es qué les pasa a ustedes, cada vez que están juntos es sólo sexo y esto no es normal.
—¿Quién dice eso? —pregunta mamá riendo— que nos guste pasar tiempo a solas no significa que a cada momento del día estamos teniendo sexo.
—No se que tipo de relación tengas tú, pero cuando tu madre y yo estamos solos no solo tenemos sexo, charlamos o vemos televisión, no todo en una relación es sexo —añade papá.
—Bien, ya lo entendí, creo que me iré ahora antes de escuchar otra vez la palabra sexo salir de sus bocas más de una vez en una oración.
—Tus hermanos están cenando, puedes acompañarlos aún —menciona mamá con una sonrisa.
—¿Y ustedes no cenarán?
—Ya cenamos —responde papá— te recomiendo que vayas antes de que tus hermanos acaben con la comida.
—Bien, hasta mañana —me despido.
Salgo de la sala en dirección al comedor y solo puedo pensar en una cosa, tal vez la relación de mis padres no ha sido sencilla, pero se aman a pesar de sus errores.