Luna

CAPÍTULO 42

Cerré los ojos para no ver nada más, pero era demasiado egoísta de mi parte saber que Izumi también estaba pasando por lo mismo y en lugar de ser una ayuda para él, solo pensar por mí, así que tuve que abrir muy bien los ojos, y enfrentarme a aquello.

El bosque parece más una trampa a esta hora. Oscuro, frío, y miles de susurros pasean entre el viento.

De pronto todos se detuvieron y supuse que habíamos llegado, pero en cuanto los escuché gruñir ferozmente, supe que algo malo estaba pasando.

Un aullido adolorido los hizo ceder un poco. Mali se acercó hacia donde provenía ese aullido, y pronto sacó a un par de cachorros que parecían estar heridos.

Vi como volvía a su forma humana y regresaba a ese lugar, sacando de este a una mujer cubierta de sangre.

— Alguien ayúdeme, hay más de ellos por aquí y siguen vivos —grita provocando que más de uno vuelva a su forma humana y corra hacia ese lugar.

Bajo del lomo de Izumi y me acerco viendo como sacan uno tras otro.

— ¿No deberíamos seguir? —pregunto a Mali y me muestra uno de los brazos de la persona que lleva.

En este hay una especie de marca o tatuaje, este tiene el distintivo de la manada de Gabriel, además de otras cosas que supongo representan su clan.

— Son del clan, no podemos dejarlos aquí —responde— siguen inconscientes, solo los cachorros y un adulto estaban despiertos, hay que supervisarlos y ya veré qué haremos, mientras tanto ayuda a sacarlos de ahí.

Hago lo que me indica y me sorprendo cuando a quienes llevo parecen respirar, pues se encuentran tan demacrados que pareciera nos encontramos una montaña de muertos.

— Afortunadamente los cachorros se encuentran bien —dice Rena— ya les hemos dado algo de comer.

— ¿Pudieron hablar con el hombre? —pregunta Mali y noto como está mordiendo sus uñas.

— No —suspira— creo que lo que pasó ha sido muy traumático para él, no reacciona, no pudo siquiera decirnos su nombre, pareciera seguir en shock.

— Bien, ¿creen que puedan llevar en sus lomos a los heridos? —pregunta mirándonos a todos.

La mayoría de ellos asiente, pero algunos dicen ya estar cansados y eso complica aún más la situación.

— Definitivamente no puedo dejar a nadie aquí, debe haber una manera en que todos podamos salir del bosque.

— Seguiremos, no importa que estemos cansados, esa es la única manera en la que podemos salir —dice Kendall, y aunque no todos parecen estar de acuerdo, la mayoría ha ganado.

— Muy bien, Lex, ¿puedes ayudarnos con los cachorros?

— Claro —respondo, pero antes de ir por los pequeños, ayudamos a subir a los demás en los lomos de los lobos.

Únicamente un grupo de 5 personas, incluyéndome, iremos de manera normal para poder llevar a los cachorros.

— Recuerden, hay que llegar al campamento base antes de la medianoche —indica Mali antes de partir.

Caminamos en silencio, y atentos a todos los sonidos que no sean las pisadas de nuestros compañeros. Me pregunto qué habrá pasado, por qué tuvieron que salir del clan y por qué se ven tan mal.

Intento no pensar mucho en eso, pero escenarios surgen en mi mente cada segundo, y no puedo evitar sentirme mal por estos cachorros, tal vez sus padres estén entre los que encontramos, o tal vez solo ellos han sobrevivido.

— Oye, Lex —escucho a Rena llamarme en susurros.

Giro hacia donde se encuentra ella y veo como señala el suelo detrás de nosotros. De este están saliendo las raíces, y parecen estar acechandonos.

— Creo que deberíamos avisar a los demás, y correr lo más rápido que podamos —susurro en respuesta y asiente.

Espero a su señal, y en cuanto los lobos frente a nosotros comienzan a correr, también lo hacemos nosotros.

Diosa, ¿de qué se trata todo esto? ¿Por qué buscas castigarnos viviendo algo así? Lo único que queríamos era ayudar.

Pareciera que todo sucedió tan rápido, o lo he hecho todo de manera automática, pues por fin logramos salir del bosque, llegando al campamento base, donde ya se encontraba Gabriel con algunas otras personas de su confianza.

— Ayudenlos, hay que revisar que todos se encuentren bien —ordena mientras carga a quienes Mali llevaba.

— Mali, me alegra saber que estás bien —dice mientras la abraza— ¿estás herida?

— No Gabriel, no te preocupes —responde ella— solo necesito una ducha, me ensucié de sangre.

— Bien, chicos ustedes tomen una ducha, y si presentan alguna herida o malestar vayan con los médicos.

Todos nos dispersamos, y saco mi ropa de la mochila de Izumi para ir a tomar una ducha y dormir un poco. Ha sido un día muy cansado, y aún tengo cosas que procesar.

Después de la ducha voy camino hacia la cabaña, pero en el camino soy interceptado por Kendall.

— Mali quiere hablar con nosotros, el descanso será para otra ocasión.

— ¿Es muy importante? —pregunto para ver si puedo convencerlo de que me deje ir.

— Si, Gabriel pudo ver en los recuerdos del hombre —responde alimentando mi curiosidad.

— Está bien, te sigo.

Seguimos el camino hacia la cabaña que le fue indicada, y al llegar ahí, ya se encuentran varias personas.

— Son todos —dice Mali en cuanto nos acercamos.

— Primero quiero agradecerles su valentía por llegar hasta aquí y traer a los heridos que encontraron —dice Gabriel— descubrimos que había algo bloqueando la señal y vinimos en cuanto pudimos, pero ya era tarde.

Por lo que pude ver en los recuerdos del único que se encontraba consciente, el clan fue atacado. El líder no sobrevivió, al parecer fueron ninfas corrompidas las que planearon el ataque, no pude descubrir la intención, pero al parecer han tomado el clan, y es por eso que estaban experimentando visiones, no querían a nadie cerca que pudiera ayudar porque ya tienen debilitado al clan, y de esa manera ahora ellas pueden mandar sobre esa área.



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En el texto hay: hombreslobo, mate, magia

Editado: 30.01.2023

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