Capítulo 2: El hechizo de la luna.
“Eres sin duda el alma que habita en mi
Eres sin duda la hechicera de mis sueños
Me llevas hasta el infierno desciendes hasta el inframundo
Aferrada a mí…
Eres mi nada, eres mi todo
Mi carcelera, mi prisionera, mi diosa
Luna, luna hechicera…yo tu guardián
Tú sombra el lobo audaz…”
Le costó dormirse, mil vueltas dio en aquella cama inmensa, sin dudas seguía creyendo que estaba durmiendo en un museo. Esa habitación era tan grande, sus ventanales eran como puertas las ramas de los árboles arañaban los vidrios como una mala película de terror, pero maldita sea no lo dejaba dormir. Se levantó y fue hacia el ventanal furioso abrió la misma para cortar esa rama que tanto lo irritaba. Era una noche serena, ni siquiera había una ráfaga de viento, ¿Cómo era posible que se movieran tanto esas ramas del demonio? Intento quebrar su tormento, fue imposible era demasiado gruesa. Maldijo en un exquisito francés, entonces vio una extraña luz que provenía del jardín de rosas, le llamó la atención, tal vez porque su subconsciente trabajaba la historia que el profesor Enríquez contase. Él no creía en aquellas tonterías mucho menos en fantasmas, pero la sombra que se proyectó sobre uno de los rosales sobre la glorieta sí le llamó la atención. Su sentido común le decía que regresará a la cama y durmiese, pero su rebeldía infinita ya lo tenía escaleras abajo. Se escabulló por la puerta de la cocina y salió al patio camino sigilosamente hasta llegar al jardín de rosas. La vio su cabello largo negro llegaba más allá de su cintura, el vestido blanco de lienzo dejaba imaginar una figura pequeña y estilizada, cortaba solo rosas blancas, mientras tarareaba una dulce canción. Se acercó, uno, dos pasos…la muchacha giró.
_ ¿Tu?-dijo sorprendido.
Valentina lo miró seriamente y escondió tras de sí las rosas que había cortado.
_Yo…yo…perdón es que no pensé que hubiese alguien despierto, sé que está prohibido cortar las rosas pero es que pronto será luna llena…
_ ¿Luna llena? ¿De qué hablas?
_No…perdón, no me hagas caso es solo una tontería-Trato de irse pero Lug la detuvo.
_Espera, estas no son horas de juntar rosas y me desvelé así que sería bueno que me cuentes esa historia como para que digamos me de sueño.
Valentina lo miró sintiendo la burla en las palabras de Lug.
_No me tomes por tonta…tú serás el hijo del Sra. Pero no te vas a burlar de mí.
Lug pasó sus manos por los ojos y acomodo su cabello rojizo.
_oui, oui, perdón es verdad, pero realmente no tengo sueño y me interesa la historia.
Valentina apretó el ramo de rosas blancas, sabía que no debía decirle nada.
_Mi abuela me castigara si me ve aquí, más hablando contigo debo irme.
Lug trato de detenerla nuevamente pero Valentina fue más rápida, corrió hacia la casa.
Lug permaneció unos instantes, era verano y los veranos en aquella zona realmente era muy calurosos, pero un extraño escalofrió recorrió su cuerpo. No iba admitirlo ni a él mismo, pero sintió temor.
Entró a la cocina, se sirvió un poco de jugo. Se sentó en la penumbra de la sala y observo el retrato oval de Yasi el cual estaba iluminado por varias velas. Realmente esa mujer había poseído una belleza asombrosa.se acercó mientras bebía su jugo y observó detenidamente la pintura. El artista realmente había realizado una obra de arte, todo hasta el último detalle, hasta los tres lunares que poseía formando un triángulo en su hombro izquierdo.
_Es la marca de la luna-La voz de Valentina lo sobresaltó.
Sin darse le vuelta le contestó.
_Tienes una manera muy particular de aparecer.
_ ¿Te asuste?-ironizó Valentina.
Lug solo meneo la cabeza y terminó de tomar su jugo. Se encaminó hacia la cocina y la voz de Valentina lo detuvo.
_Te contare…
Lug giró sobre sus talones y regreso se tiró en el sillón y se dispuso a escuchar.
Valentina se sentó y acomodó su largo cabello hacia un costado, entrelazo las manos y no lo miró.
_Bien te escucho…-dijo Lug colocando sus manos tras la cabeza y estirándose en el sillón todo lo largo que era.
_Es una historia que se cuenta en el lugar…yo nunca vi nada, pero por las dudas siempre cortó las rosas blancas antes de la luna llena las traigo las coloco bajo el retrato y enciendo velas e incienso…
_ ¿Allí?...-señalo Lug debajo del retrato a lo que Valentina asintió- Y ¿por qué es tan importante que sea antes de la luna llena? ¿Alguna brujería tal vez…?
Valentina refregó sus manos y emitió un suspiro.
_La gente dice que la hija del Barón no murió, ni desapareció…ella eligió seguir al lobo..