Luna Hechizada

Capítulo 2

Cassy
La hermosa Cassandra de 21 años es la omega de la manada Luna sangrienta.
De un hermoso cabello negro largo, de ojos marrones, largas pestañas y de una figura delicada que la hace parecer frágil ante los demás.
Su maldición es que al ser tan hermosa y ser una simple omega no tiene quien se preocupe por ella, ni la defienda de las constantes humillaciones a la que es sometida, ni que decir de algunos lobos sin compañera que ponen su atención en ella.
Es huérfana, su madre murió cuando ella cumplió nueve años en una pelea con lobos rebeldes que atacaron desprevenidos a sus padres en el campo. 
Su padre murió varios años después, pero después de perder a su compañera nunca fue lo mismo. Además que quedó lisiado, atado a una silla de ruedas que no le permitió volver a ser un lobo libre.
Al estar sola, sin familia y siendo de tan bajo rango en el mundo de los licántropos debió trabajar como una sirvienta más del alfa; preparando comida para guerreros, recolectando alimento, lavando ropa, limpiando, etc. Trabajando días y noches por tener el privilegio de un plato de comida y una cama donde descansar.
Los omegas no tienen derecho a vivir en casas propias, todos los demás lobos son propietarios de sus cabañas, los omegas son entregados a estas familias para que sirvan a la comunidad, a cambio ellos les dan donde vivir aunque no tengan siquiera las condiciones adecuadas.
Todo gracias a la "piedad de su alfa", el tirano que los gobierna, apenas se preocupa por sí mismo, y deja migajas para su gente, pero es sádico y por ello lo siguen muchos.
Está al servicio de un matrimonio y sus hijos, afortunadamente ninguno le presta atención a Cassy, que ha crecido tanto y dejo de ser una flacucha para convertirse en un hermoso cisne. En parte ella siempre luce ropas viejas, el cabello largo siempre está amarrado y cubierto por un trapo. Su habitación es nada más que un espacio sucio detrás de un granero, un lugar que apesta, sucio, lleno de cucarachas y en el centro del pequeño espacio una cama individual y una mesita al lado, no tiene energía eléctrica por ello usa una lámpara cuando quiere leer.
Realmente Cassandra no sabe leer ni escribir, pero un día encontró una revista en la basura sobre modas. Miró jóvenes hermosas usando ropa bonita de colores vibrantes y soñó algún día poder usar algo así.
También sueña con ir a esos hermosos lugares y probar comida deliciosa, no el pan rancio con sopa de sobras que les dan de comer a los de su clase
En ocasiones llora su desgracia ¿por qué? es la pregunta que le hace noche tras noche a la luna.
¿Porque no puedo ser feliz? ¿Porque soy despreciada por ser una omega? ¿Porque si no pedí nacer así? 
¿Puede alguien decidir donde nacer y cómo? ¿Podemos decidir en qué lugar, o bajo que estatus? 
¿Puede alguien decidir ese destino?

Venir al mundo para ser amado y aceptado es lo que todos merecen pero no siempre lo obtienen. 
Ella no podía decidirlo, nació así, con padres humildes, nació con el status de omega y lo peor es que no podía escapar a su destino. Los omegas tenían prohibido estudiar o trabajar en otras áreas. Ella no lo eligió pero así la gente de su misma manada la odiaba.
Debía en muchas veces protegerse de otros machos que intentaban violarla. Encerrarse en su habitación porque nadie la defendería, ni movería un dedo para evitar que otro lobo de mayor rango jugara con ella. Ninguno la quería de verdad. Así que al tener tanto sufrimiento decidió que lo que más deseaba era irse de ahí escapar de su manada y ver su suerte en otra. Una decisión muy arriesgada ya que podían matarla pero necesaria si quería cambiar su destino. 
Pronto escaparía de su calvario y buscaría como obtener una nueva vida que le permitiera ayudar a los demás. Porque en ningún momento su triste infancia y parte de su juventud la habían hecho una mala persona. Todo lo contrario era más buena y dulce con los demás un tanto desconfiadas pero una vez que llegabas a conocerle no podías resistirte a ser su amigo.
Tenía sueños y metas que cumplir, no quería ver el mundo a través de una revista, deseaba saber que hay más allá de los límites de sus tierras.
Cassandra, siendo omega debe huir de su manada antes de que le hagan daño, aunque por alguna razón evadir a aquellos lobos que la lastiman y la humillan se ha vuelto más fácil. 
Ella desconoce los motivos pero al parecer su aroma ha desaparecido o ya no captan su presencia lo cual es algo bueno para pasar desapercibida. Perder el aroma es algo raro y único pero no le toma importancia pues de esa manera ella no es detectada por los demás; pero ella si los detecta a los que están a su alrededor.
Así que no lo piensa mucho, siendo omega en la manada luna sangrienta solo es tratada de la peor manera. Aunque no debería sorprenderme su alfa ha hecho peores atrocidades contra su único hijo.
Así que piensa ir a otra manada. Ha escuchado de la manada Luna Hechizada son una manada fuerte y al parecer tratan bien a las personas y lobos por igual, serían amables con ella o eso esperaba. 
Sabe que es tan insignificante para su manada y su alfa; pero tiene sus dudas, irse a otra manada, menos a ésa que al parecer odia su líder podría acarrear su fin. 
Lo escuchó mientras estaba en la cocina de su señor alfa, las mujeres hablaban de cómo algunos desearon irse de aquí y fueron torturados, abandonar a su Alfa es fuertemente castigado en algunos casos incluso con la muerte.
Por mucho tiempo ella tuvo terror a la idea de marcharse, pero no sabe en qué momento su aroma desapareció, sólo que va a aprovechar esa ventaja.
Al llegar la noche con una pequeña mochila llena las pocas pertenencias que posee y algo de comida para el viaje que robo de la cocina.

Ya tiene todo planeado, sabe muy bien las rondas que hacen los hombres de la guardia alrededor de la manada, muchas veces los estudió, les había llevado comida y bebidas en más de una ocasión así que no tendría problemas en ese aspecto.
Con mucho cuidado sin hacer el más mínimo ruido se alejó de las áreas más vigiladas de la manada, sintiendo su corazón latir desenfrenado, estaba sucediendo, se estaba alejando de ahí, estaba buscando su libertad. 
Una vez que logro llegar a las afueras de los límites de su manada corrió a través del bosque por mucho tiempo como alma que le lleva el diablo.
Sabía que quizás en su manada nadie la extrañaría más que para que sirviera la comida, tenía esa ventaja quién la buscaría, no era nadie, pero si la miraban que estaba escapando era otro asunto así que sin perder el tiempo siguió corriendo todo lo que sus piernas pudieron. 
Llevaba ya dos días de la misma manera la comida se le había agotado y tenía mucha sed pero no dejaba de avanzar.
Era libre, se sentía feliz no había nada que se pudiera comparar con la dicha de ir a donde ella quisiera, donde nadie le ordenara que hacer, donde ya no tendría más maltratos, eso la hizo sentirse llena de alegría.
Pero el cansancio, y la falta de comida y agua no tardaron en hacer estragos en su cuerpo. Cuando ya no pudo más se desmayó sumiéndose en la obscuridad.
No sabe cuánto tiempo estuvo inconsciente hasta que escuchó pasos, el terror se apoderó de ella si la encontraban su gente le harían mucho daño.
Abrió los ojos de golpe y estaba dispuesta a correr pero antes que lo hiciera una melena rojiza se hizo presente, una mirada curiosa y temerosa a la vez estaba presente en aquella joven.
Parecía de su edad, nunca antes la había visto. Una chica muy hermosa de ojos verdes estaba ahí presente y algo en su interior le decía que esa joven no la lastimaría. 
- ¿Quien eres? Le dijo esa chica con un poco de miedo.
- Soy… Yo soy Cassandra le contestó con el mismo miedo la pelinegra.
- yo soy Bree. ¿Dime que haces aquí? ¿Vienes a raptarme? Tratando de parecer amenazante con una rama como defensa.
- ¿raptarte? ¿Yo? ¡No! Para nada, estoy algo perdida y estoy escapando de mi antigua manada. De donde sacas eso de que voy a hacer algo en tu contra.
- mi hermano Damon me dijo que debía permanecer oculta porque unos vampiros desean lastimarme pero tenía hambre así que salí a buscar algo de comida.
- ¿tu hermano? ¿Dónde está?
Bree empezó a llorar no sabía nada de su hermano desde ya más de dos años, temía lo peor, lo había esperado día tras día y al pasar los meses esa carga se hizo más pesada su hermano era todo lo que ella tenía había sido obligada desde los 15 a vivir sola y si no se movía de donde estaba era porque su hermano le había hecho prometer que lo esperaría.




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