Capítulo 10

James

Aun sin detenerme a saber las razones sigo buscando a Cassy con desesperación, Ian me acompaña luego de que Ethan se marchara en el auto. Al igual que yo él estaba muy preocupado por ellas también, deseando encontrarlas antes que la noche nos cubra por completo y la tormenta se haga más fuerte.
Ethan se fue a la casa sus prioridades y las nuestras no son las mismas, nos dejó la búsqueda a nosotros dos y se marchó sin mirar atrás.
Caminamos sin rumbo por largo tiempo pero por fortuna el viento trajo consigo el aroma de Bree, ésa híbrida pelirroja que llevaba consigo a quien yo buscaba.
Ian me seguía de cerca, al cabo de unas horas ambos la encontramos, lo que vi al llegar a ella es algo que no deseo le ocurra a nadie en la vida, estaba en el suelo desmayada y Bree llorando de rodillas a su lado.
Todo se detuvo en ése instante, sentí que me faltaba el aire además de un dolor en mi pecho, uno que nunca en mi existencia había experimentado y estoy seguro no quería volver a sentirlo.

Era pánico

Corrí hasta ella, verifique su lamentable estado, pálida, débil, la estaba perdiendo.
Tomé en brazos a esa mujer me olvidé de todos y la lleve conmigo dejando atrás a Ian y a Bree. Importándome poco o nada los demás me moví lo más rápido que me permitieron mis piernas; llegué con ella hasta la casa del médico de nuestra manada, quien la había atendido un día atrás para vendar sus heridas.
No tuve que explicar nada, en cuanto me vieron tocar la puerta su familia me hizo pasar inmediatamente a pesar que estas no eran maneras de llegar, ni horas pero se trataba de una emergencia.
Me ofrecieron llevar a Cassy a una habitación cosa que hice sin dudarlo, la cargué todo el camino, con la preocupación quemando mi interior.
No me detuve a admirar el lugar, la recosté en una cama mientras el doctor tomaba cosas de su maletín, me hice a un lado y dejé que la revisaran.

El médico me pidió dejarlo a solas con Cassy, me resistí a ello, la verdad no podía alejarme de ella, no hasta que supiera que iba a estar bien.
Porque era tan importante para mí no lo sabía, mi lobo estaba enloquecido y si algo le llegaba a suceder no sabía de lo que era capaz.
No sé quién sería el blanco de mi ira, si Bree, Cassy, Ian o quizás yo era el problema. Podría haberla dejado en la clínica junto a los demás heridos de nuestra manada, ahí tendría supervisión médica las 24 horas pero quise tenerla lejos. 
Me recriminaba en mi fuero interno las miles de cosas que pude hacer diferente para evitar este final, no sé qué iba a hacer si ella no lo lograba y pensarlo me ahogaba en un pozo oscuro.

Lo primero era verificar sus signos vitales, el médico tomó el pulso, revisó que no presentara ningún tipo de contusiones, me hizo preguntas que no supe responder. No dijo nada solo elevó su cabeza con una almohada esperando ayudar a despertarla del desmayo.
Me explicó que se debía a la debilidad de la misma, trajeron mantas para hacerla entrar en calor, su esposa se movía en total sincronía con el médico y le ayudaba en todo lo que él necesitaba.

Cuando al final el médico la hizo reaccionar poniendo un poco de algodón y lo pasara por su nariz sentí que el alma me volvía al cuerpo al verla abrir sus ojos, confundida, desorientada y pálida es como se miraba.
Sin embargo para mí ella era perfecta, solo estaba débil y necesitaba mucho cuidado.
Escuché las indicaciones y esperé a que el médico terminara su trabajo ella trataba de eludir mi mirada pero estaba seguro que mi presencia no había pasado desapercibida.

Luego de unas advertencias que debía guardar reposo y alimentarse bien el médico salió dejándonos solos.
Ella no me miraba a los ojos, se veía nerviosa jugaba con los dedos de sus manos, yo no sabía controlar todos los sentimientos que tenía en ese momento todos eran confusos estaba enojado porque se había marchado, aliviado por encontrarla, preocupado por su estado tan débil y feliz porque se recuperaría.
Caminé hasta quedarme a su lado, sin decirle nada, sin saber que decir en realidad eran demasiadas emociones que me embargaban.

–Gra.. Gracias– finalmente me dijo había pasado mucho tiempo desde que había escuchado su voz, me gustaba.

Ella no se daba cuenta que cerca estuvo de morir, ambas no habrían logrado pasar la noche y entonces no estaría aquí conmigo.
No sé porque pero en ese momento me llené de ira porque ella se alejaba de mí, al lobo en mi interior le molestaba, tampoco el que se arriesgara de esa manera.

– Se puede saber en que estabas pensando al irte de esa manera en tu estado. – reclamo 
No me dice nada, su acto fue irresponsable, imprudente, insensato arriesgó su vida y la de Bree.

– Cassandra dime porque te fuiste, quien eres en realidad – levanté la voz en lo último necesitando entender las razones que la llevaron a marcharse.

– yo.. no soy nadie mi señor... por favor...–
Aún se niega a mirarme, con la cabeza gacha se abraza a las mantas como si eso la protegería de algo.

– Mientes Cassandra algo ocultas ¿porque estas huyendo siempre? no tuvimos un buen inicio lo sé; pero las cosas han cambiado. –

Mi mundo entero desde que entraste en él, quise decir.

– No quería molestar más ni aprovecharme su hospitalidad mi señor. –
Me enerva que crea que soy idiota, sus evasivas sólo demuestran que está ocultando algo importante.

– No me vengas con eso y deja de llamarme así, mi nombre es James. Nadie te está echando, no te recriminamos nada tan solo con verte a ti y a tu amiga entendemos la situación en la que estaban pero siento que me ocultas algo y no sé qué es. –

Ninguno de nosotros somos tan desalmados como dejarlas a su suerte después de encontrarlas.

–No le oculto nada mi señor...perdón James...perdón Señor James. – miente de nuevo.

– DIMELO, me ocultas algo, lo sé – estoy molesto en verdad. Ella se levanta de la cama un poco asustada por mi actitud y quiero golpearme por ser tan bruto. 
Apenas puede con su cuerpo, hace una mueca de dolor por el esfuerzo que le exige a su maltratado cuerpo.
Niega mi ayuda, mientras se agarra del borde de la cama para no caer.