Tyler
Perder a Jessie no me hace feliz, y menos el vacío en mi interior que amenaza con volverme nada. Solo soy un imbécil mirando el camino por donde ella se fue.
Dicen que nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, y yo acabo de perder a una gran mujer, una buena amiga, a una valiente y dulce criatura. Dentro de ella se encontraba el corazón más puro que alguna vez conocí y que tuve la dicha me amara.
El dolor de verla marchar en el vehículo solo era comparable al de perder a mis padres sin ser exagerado pues ella no volvería a mis brazos, era un egoísta por pensar de esa manera, quizás.
Lo cierto es que Jessie era la persona que elegí por amor hace cinco años sin saber que existía alguien esperando por mí aquí en mi manada.
Como empiezas algo nuevo si en el proceso perjudicaste a alguien más. A quien confiaba en ti y te amaba ciegamente; me recrimino que no es mi culpa encontrar a mi predestinada y reavivar viejos sentimientos pero porque ahora no me sentía feliz con el resultado.
Jessie había aceptado el que yo tenía a alguien, que encontré a mi mate y por eso me dejo libre, entonces porque la idea de intentarlo con Natty no me apetecía, no causaba ninguna emoción como en días pasados.
La razón era más que obvia, ver a la mujer que amo alejarse de mi tan herida me hace replantearme las cosas.
Mi corazón duele porque en verdad amo a Jessie, lo hice desde el día que la vi, escondida en su mundo para protegerse.
Las emociones que me invaden ahora me hacen sentir miserable, como una rata que no la merece, un ser despreciable que la traicionó y que ella estará mejor sin mí. Mis afectos se mezclan con mi aflicción y me gritan que ella es más importante de lo que nunca imagine.
Ethan me da un apretón en el hombro en apoyo y se marcha con su chica al interior de la casa mientras yo sigo viendo el camino por donde el vehículo amarillo se fue con la persona que ya estoy extrañando.
No hay necesidad de palabras, pero que podrían cambiar, tengo una mate y ahora siento que no deseo verla.
Diosa Luna porque me siento así... incompleto
Esto no se supone debería pasar, mi predestinada está aquí y aunque si tengo sentimientos por ella, su ser palidece a la par de la luz de Jessie.
No puedo estar tranquilo, necesito detenerla, una parte de mí no puede permitirse esta separación, incluso mi lobo sufre así que me voy a buscar un auto para seguirla, no quiero que lo nuestro se termine no así.
Natty aparece en mi campo de visión, nunca se marchó y estoy seguro que estaba espiándonos todo el tiempo, me llama, pero la ignoro por completo, podrá ser mi mate pero ella no me hace sentir como Jessie, algo se rompió entre nosotros hace tres noches que no puedo verla igual que antes.
Quizás suene a un desgraciado, un bastardo pero solo soy una persona siguiendo su corazón y Natty me dañó con sus rechazos y la traición a mi familia.
Ian me sigue en silencio, creo que sabe que voy a perseguir a mi chica y él también debe hacerlo con la suya. No puedo dejarla ir, necesito pedirle una oportunidad aunque no la merezca, pedirle perdón por lastimarla y rogar de ser necesario por un milagro.
Subo al auto del Beta que era el más cercano, el chico se coloca a mi lado y extiende las llaves para que yo conduzca.
Arranco el auto y conduzco sin decir nada el silencio no es incómodo, es necesario. Miles de cosas pasan por mi mente y estoy seguro que Ian también tiene un caos en su cabeza.
– Lo ha decidido. – me pregunta Ian, a lo cual solo sonrió y él me sonríe de vuelta.
Sí, me decidí por ella, porque la amo, porque verla alejarse de mi dolió demasiado, porque es a ella a quien quiero ver cada mañana, porque demostró que su amor por mí es más puro al hacerse a un lado para que yo fuera feliz con otra persona.
Porque entendí que no quiero a nadie más que a mi Jessie.
– No será fácil, pero es a quien quiero. – le respondo a Ian dispuesto a todo por traerla de regreso y prometerle que no volveré a fallarle.
No soy un hombre perfecto, y sé que ir en contra de los designios de la diosa luna es una locura cuando encontré a mi compañera cuando otros lobos la anhelan, pero yo ya decidí, no fue más bien mi corazón.
Quizás me gusta romper las reglas
Me rio de la idiotez que paso por mi mente. No hay muchos lobos que hayan decidido dejar a su mate, pero eso no significa que fueran infelices con otra pareja y Jessie me completa.
O quizás si es posible vivir sin ellas pues Ian logró superar a su primera compañera y ahora tiene una segunda oportunidad con Lara.
Voy perdido en mis pensamientos hasta que Ian grita doblándose de dolor, lo observó confundido cuando coloca sus manos en su abdomen, sube la camisa para ver y sus ojos se encuentran con los míos.
No tiene nada, ninguna herida pero ambos lo sabemos es la conexión de mates ahora que empezaron el vínculo algo le ha pasado a Lara, inmediatamente pienso en Jessie y piso el acelerador al máximo que me permite.
No puede ser, ellas no debieron irse sabía que no debí dejarla marchar ella tiene que estar bien no puedo perderla, no a ella.
El trayecto se hace largo para mí a pesar que solo han sido unos minutos, hasta que distinguimos unas camionetas negras saliendo a toda prisa de un costado de la carretera.
A medida que nos aproximamos al lugar divisamos a lo lejos el taxi a un lado de la carretera y siento que el alma me abandona al ver su estado.
Volteado, hecho pedazos y sin rastros de ellas, al llegar bajamos lo más pronto posible y veo a Lara, esta boca abajo sobre un charco de sangre, mi mundo se detiene, a su lado esta Sonya que tampoco se mueve mientras busco a Jessie con la mirada, pero no está, busco en el interior y veo al conductor muerto tiene un disparo en la cabeza ya no hay nada que hacer por el tipo, en el interior no se encuentra la mujer que amo.
Las camionetas